La edad que nos separa

CERRANDO UN CICLO

NARRA JIA

—Tiam tiene lo que nosotros conocemos como trastorno de estrés postraumático. Es normal después de lo que describes que ha vivido en los últimos años.

—¿Hay alguna manera de curarlo? —pregunté preocupada a la psicóloga infantil del centro donde estamos viviendo actualmente.

—Claro que sí. Mira como está jugando con otros niños. Hace una semana el no permitía que los niños se acercaran. Ahora lo he escuchado balbucear un par de palabras a otros niños. No creo que tengas de que preocuparte Jia. Tiam aún es pequeño, saldrá de ese cuadro. Solo es de mantenerlo vigilado y ver su evolución social, con ustedes y los demás niños. Salir de ese lugar le ha sido de bien, especialmente porque ya no está donde él se sentía hostil —me dice y eso trae mucha calma en mí.

—Te lo agradezco Nancy.

—No tienes nada que agradecerme, es más, es gracias a ti la mejoría de Tiam. Al tomar la decisión de salir de ese lugar y pensar en ti y tus hijos. Mi hermana no tuvo la misma suerte. Ella fue víctima de maltrato y nunca pidió ayuda. Se quedó a lado de su agresor hasta que murió. Gracias a Dios su bebé logro salir librado de toda esta situación —sus ojos van hasta un pequeño niño peli castaño que está jugando con Tiam.

—Disculpa, no lo sabía creí que era tu hijo —comenté y ella negó restándole importancia.

—Es mi hijo, legalmente y ante los 5 años que ha estado bajo mi cuidado. El asesino de mi hermana salió libre. El junto a su madre me han buscado para quitarme a mi pequeño. No han podido, ni podrán por sus antecedentes. También gracias a un momento de claridad, mi hermana me entrego la custodia en el dado caso que ella no estuviera o le pasara algo malo. No lo supe hasta que el abogado Jaime me contacto para decírmelo días después de su muerte. Desde que recibí la llamada de la muerte de mi hermana lo primero en que pensé fue en mi pequeño Christian. Él fue como un bálsamo al dolor que dejó la perdida de mi hermana. Somos huérfanas, eso también afecto a que ella creara más apego y dependencia al maldito que la maltrataba física, psicológica y económicamente —me quedé sin palabras al escucharla hablar sobre eso.

—No me imagino lo difícil que debió ser para ti.

—Lo fue, pero fue un impulso para superarme en todos los sentidos de la vida. Quería ser la mejor madre para Christian y creo que no estoy haciendo un mal trabajo —dice ella al ver al pequeño riendo mientras jugaba.

—Lo estás haciendo increíble, creo que tu hermana debe de estar muy orgullosa del trabajo que has hecho y haces por su hijo —una lagrima resbala por su mejilla.

—Eso espero, ya no hablemos de cosas tristes. Disculpa mi pregunta, pero ¿de dónde eres? —sonreí porque por alguna extraña razón todos aquí me preguntan.

—Soy de Pekín, China.

—Significa que sabes el idioma ¿No?

—Si, la verdad es que tenía padres muy exigentes. Me mandaron a escuelas y contrataron tutores para que me enseñaran a hablar en inglés, español y japones con fluides. Por lo que hablo 4 idiomas.

—Guau, deseo poder aprender mandarín y japones. Así entendiera lo que dicen los dramas que miro —ambas nos reímos por eso.

—Disculpen, Jia ya tenemos que irnos —comenta el abogado Jaime, asentí.

—Muchas gracias por todo Nancy. Después hablaremos de lo que acabamos de hablar y si estas interesada yo puedo enseñarte algo de mandarín —Asiente con una sonrisa y después fui por Tiam. Lo lleve con Argus y Susy para que cuidaran de él.

El recorrido fue muy difícil, especialmente desde que el abogado me comento que existía la posibilidad de que Andrew estuviera muerto. Eso tenía con mucha ansiedad. No fue un buen esposo, como padre y hombre dejo mucho que desear; mas no le deseo la muerte.

Llegamos hasta la comisaría local. Sentía terror de verlo, la verdad es que no sabía como podía tenerle miedo a una persona que ame por tantos años, pero que se convirtió en el villano de nuestro cuento de hadas.

—¿Esta lista señora? —cuestiona el oficial antes de abrir la puerta.

—No debes hacerlo si no lo deseas Jia —comenta el abogado y yo negué.

—Siento que es algo que debo hacer. Esto solo aumentara la agonía de saber si se trata de él o no —asintió y yo hice el mismo gesto al agente. Quien procedió a llevarme dentro de la habitación donde se podía aprecia una bolsa negra sobre una mesa.

—Debo de advertirle que su rostro esta irreconocible, pero si usted sabe que alguna cicatriz, lunar que lo logre identificar será de mucha ayuda —asentí y cuando el procedió a abrir la bolsa solté un grito ante la impresión. Su rostro estaba completamente hundido y deshecho. Sentí ganas de vomitar por un momento, pero me abrumo la manera de verlo. Recordé un lunar en forma de hoja que tenía detrás de su oreja izquierda. Se lo comenté al oficial y el con ayuda de unos guantes busco lo que le dije y ahí estaba el lunar; confirmando que se trataba de Andrew Libón.

Esa sería la principal razón por la que no lo encontraban para procesar los tramites del divorcio.

—¿Hace cuánto tiempo lo encontraron? —Cuestioné

—Hace unos cinco días recibimos una llamada con la novedad que encontraron un cuerpo en las afueras de un bar. No portaba documentación ni nada con él en ese momento —no tenía palabras solo lágrimas en ese momento.

—La dejaré un momento, iré a traer al forense para que llene la ficha —el hombre sale dejándome con lo que fue el al que le entregue mi juventud, mi vida entera y lo único que hizo fue destrozarme a mí y a mis hijos.

—Aunque no lo merezcas. Quiero decirte que te perdono. Hoy me siento libre de cualquier atadura que me una a ti. No puedo hablar por mis hijos, pues uno siembra lo que cosecha y en ellos no cosechaste amor en los últimos 7 años. Descansa en paz Andrew, que nosotros viviremos para ser felices.

Con eso di por cerrado uno de los ciclos más dolorosos de mi vida.

Los meses pasaron y gracias a las buenas personas que nos estaban brindando su ayuda. Tanto Susy como yo, teníamos un empleo y cada día era mejor que el anterior. Mi hijo Tiam dejó de ser el niño callado y reservado que me preocupaba mucho por no hablar a sus 8 años. Por vivir temeroso de cualquier desconocido que se le acercaba. Muchas veces también tenía pesadillas y era muy difícil ver al más pequeño de mis hijos en esa situación. Estaba haciendo mi té de jengibre y limón como todas mañanas, cuando la puerta del departamento se abrió y era Susy.

No me gusto para nada la carita que traía. De inmediato supe que algo andaba mal. Lo comprobé cuando salió corriendo al baño a vomitar. Respiré profundo para no imaginarme cosas que no son. Minutos después deje que fuera ella que hablara y me explicara que es lo que esta pasando. Mi mundo se detuvo cuando comenzó a contarme lo que pasaba. Sali casi corriendo a buscar unas pruebas de embarazo. Durante ese tiempo me dedique a pensar. Es en este momento que me pongo a pensar en mis padres. Principalmente en mi madre, quien me decía que: aún estaba muy pequeña para el matrimonio, otra cultura y estilo de vida. Me duele creer que la historia se repitió sin haber comenzado. Las pruebas dieron positivo y ella estaba destrozada y asustada. No es lo que me hubiera gustado para ella, pero es lo que hay. La personita en su vientre es la más inocente en todo esto. Sin embargo, hice lo que mis padres debieron hacer conmigo, apoyarme y no dejarme sola.

Decirme que las cosas van a estar bien. No será fácil, pero si hubiera contado con su apoyo mi vida fuera muy diferente.

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Bienvenid@s a esta nueva historia llena de muchas emociones.

Esta historia se actualizará con un día de por medio. (DIA SI Y DIA NO) Por lo tanto nos leeremos el jueves. Por aquí, pero mañana nos leeremos en “LAS LEYES DE UN AMOR INCONDICIONAL”

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