Likan.
—A Li le gusta una chica. —todos me miran por lo que dice Eluney, la miro que sonríe pero me dan ganas de matarla por lo bocona que es, y Aukan se ríe por lo bajo.
—¿Qué chica?. —miro a mi mamá que está seria, odia cuando hablamos de chicas o mis tíos nos joden—. No será como la atorranta de Sol ¿no?.
—No tengo idea sí es o no es como Sol, ni siquiera sé como es solo les dije que me parecía linda y estos ya se las mandan.
—Es tooodo lo contrario a Sol mami... Es Gordita. —con los dedos va enumerando lo que vio—. Rubia, de ojos verdes y parece que fuera rosada no blanca... Y es muy simpática.
—Y una Rebian. —mi papá me mira alzando las cejas.
—¿De quién es hija?.
—No tengo idea solamente sabemos que es Rebian.
—Likan... No tengo nada con las gorditas, pero no sabía que te gustaban ese tipo de mujeres. —frunzo las cejas por eso, ya que no me sienta bien—. Se van a ver raros juntos.
—¿Por? ¿Acaso mi papá no parece una bestia al lado tuyo?.
—Bueno, cambiemos de tema. —dice mí abuelo sin dejar de comer porque sabe a donde va la charla.
—No, ¿Cuál es el problema? ¿Acaso Meli está mal por ser rellena? El tío Dani no es feliz con ella?.
—Tu tío es inmenso al lado de Meli, pero si te pones al lado de él estas muy delgado.
—¿Acaso te escuchas Emilia?. —abre grande los ojos porque cuando me enojo con ella le digo su nombre—. Está Eluney acá no deberías hablar así ¿Cuál es el problema de que me guste una mujer gorda? ¿Voy a dejar de ser feliz por eso? E intenta de no generarle un trastorno alimenticio a tu hija por las pavadas que dices.
—Basta Likan. —miro a mi papá mientras me paro, estoy muy enojado y si me preguntaran el porqué, ni yo sabría decirlo.
—A la mierda me voy.
—LIKAN LA BOCA. —miro a mi abuela que esta parada mirándome muy enojada—. Yo no te críe así, ojo con la boca.
—Perdón mami... Me enoja que hablen así delante de la nena.
—Likan no fue mi intención. —miro a Emi asintiendo, pero siento en estos momentos que todo lo que diga o haga es falso—. Si eres feliz con esa chica yo también.
—No salgo con nadie... Solo dije que es linda nada más... Me voy a trabajar.
Paso el día muy enojado por las pavadas que dijo Emi sobre el peso de la chica que ni siquiera la conoce, y diciendo la estupidez de que nos íbamos a ver raros juntos cuando ella mide un metro y medio y mi papá dos, no me enojé por ella o defender a la chica, sino que me enojé porque no quiero que a Eluney le hagan creer que tener unos kilos de más está mal, sino que le enseñen buena alimentación, pero no a base de ser delgada ya que no es sinónimo de buena salud, y menos quiero que tenga problemas alimenticios, por eso me enfurezco cuando hablan así, ella absorbe que la comida es mala entonces, que mis tías son todas unas enfermas y que mis tíos tienen un fetiche con las gordas cuando la realidad es que encontraron mujeres a las que no les importa el que dirán y miran la vida con otros ojos, no viven a base de lo que les muestra el espejo.
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—Hola tío.
—Eee hijo ¿Cómo estás?. —me da un abrazo que me va a quebrar la espalda, se me escapa un jadeo pero me aprieta más fuerte.
—Ooojjj tío, me vas a quebrar la espalda hombre. —se ríe dándome un golpe y miro a mi tía Meli sonriendo—. Hola tía.
—Hola Li. —le doy un abrazo y ya queda pequeña a mi lado donde crecí de golpe y soy super alto.
—Estás cada vez más petiza mujer.
—O tú estás cada vez más alto.
—Liiii viniste. —agarro a Pikue en brazos apretándolo con suavidad no como mi tío me aprieta.
—Eeh bebé, cada vez más pesado, ya casi no te puedo alzar.
—Dile que ya eres nene no bebé. —mira a mi tía cuando le habla.
—Ya soy nene Li, no soy más bebé... Kesi.
—Aaaa no sabía yo, perdón... No te digo más bebé entonces.
—No, no más bebé, yo soy nene ahora.
—Bien.
—¿Te quedas a comer?.
—Dale... No tengo ganas de ir a la casa.
—Me contaron que estuvieron discutiendo. —miro a mi tío mientras ponemos la mesa—. ¿Me quieres contar?.
—Ufff. —niego acomodando los cubiertos—. Hay una chica nueva en el pueblo... Le dije a Aukan y a Elu que era linda y ellos ya dijeron que estaba enamorado de ella y nada que ver, solo la vi una vez... Bueno, dos porque la segunda la llevamos a su casa.
—¿Y dónde vive?.
—Es Rebian, pero no sé de quién es hija... La cosa es que dijeron adelante de todos que estaba enamorado y no es así nada más dije que era linda.
—¿Y por eso discutieron?. —miro a Meli negando y no sé si decir lo que entendí por miedo a ofenderla—. ¿Qué pasa?.
—Es gordita y Emi dijo que como me podía gustar una gordita. —alza una ceja y Dani frunce las cejas porque él defiende con todo a su mujer—. Dijo que no fue con mala intención, pero no fue eso lo que me enojó... Bueno si pero no del todo.
—¿Entonces?.
—Me enojó que diga eso delante de Eluney... Ella está en pleno desarrollo, ¿Cómo va a decir eso? ¿Y si la nena cree que ser delgado es obligatorio y hace cosas que no debe? Y si dice eso delante de todos no quiero imaginarme lo que debe decirle en privado o cuando van a comprarle ropa... Esas cosas no me gustan y bueno... No puedo decir nada, pero me da impotencia que en su mente retrograda diga que ser delgado es sinónimo de salud cuando cuántas personas hacen de todo para ser delgados... ponen en riesgo su salud y tampoco digo que está bien tener kilos de más solo digo que cada uno es como es nada más, no hay que opinar sobre los cuerpos porque no estamos en la situación ni económica ni mental de las personas. —los dos me miran serios—. Perdón no quiero traer problemas me excedí... Mil disculpas tío.
—No Li por favor. —Meli me abraza y mi tío se sienta frente a mí.
—Li, somos tus tíos... Sabes perfectamente que nos puedes contar lo que sea hombre y sí es algo más privado sabes que cuentas conmigo y mi silencio, y estás en todo tu derecho de enojarte, es tu hermana y no quieres que sufra... Lo entendemos perfectamente y no es problema para nosotros escucharte Li... No te sientas mal.
Realmente necesitaba salir de mi casa porque en la cena de anoche volvimos a discutir por lo mismo, sobre la salud de las personas gordas, pero me saca de mis casillas porque Emilia siempre fue delgada, ya su contextura física es ser delgada entonces no puede decir que deberían hacer dieta o cerrar la boca un poco para dejar de tragar porque la obesidad es una enfermedad y una adicción, no se quita con comer una ensalada o cocerte la boca y eso ella no lo entiende donde come poco, pero siempre comió así y la verdad que preferí irme porque ya no quiero volver a pelear menos con mi familia.
Después de la comida me voy al pueblo por una encomienda de zapatillas que encargué y ya es la fecha donde supuestamente llegaban, como no tienen como avisarme debo ir constantemente a ver si llegaron o no así puedo usarlas, todo es así, debemos ir al correo del pueblo varias veces a la semana y más ansioso estoy porque hace tiempo que no me compraba nada que ya quiero algo nuevo y lo necesito.
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