A ella le gustaba ver la televisión y allí había notado que los hombres de clase alta siempre llevaban a su esposa a eventos o funciones similares. "No hace falta que hagas eso", respondió Tobias mientras la miraba con los ojos entornados. Natalie se sintió muy feliz tras escuchar esa respuesta, ya que era bastante fácil ser una esposa por contrato. "De todos modos, no estás lo suficientemente presentable", añadió. "Pero...", la alegría de la chica se convirtió en ira inmediatamente. "¿Acaso dije algo malo?", preguntó él con sus inexpresivos ojos. La mujer contrajo sus labios de manera nerviosa. Sabía que no estaba equivocado en nada, puesto que al mirar su propia ropa notó que esta no superaba los 100 dólares, y obviamente no estaba tan presentable; pero ¿no pudo decir