"Efectivamente, no eres una niña", pensó Tobias. Él ya la había "probado" antes, así que sabía a lo que se refería, pero hizo todo lo posible por reprimir sus descabellados pensamientos; después de todo, Natalie no era el tipo de mujer que quisiera irse a la cama con él. La razón por la que se acostó con ella la última vez fue porque no sabía mucho sobre ella y no le creyó cuando le pidió ayuda, mas ahora que sabía la verdad, no volvería a hacer lo mismo. "¿Te gusta este lugar?", le preguntó. "Sí, me gusta mucho. Gracias", respondió ella luego de asentir firmemente. "Qué bueno, porque vivirás aquí de ahora en adelante. Te lo mereces", dijo el hombre con una leve sonrisa para luego levantar un sobre que tenía en sus manos. Ella lo tomó con cara de desconcierto, y al abri