El calor iba en aumento mientras el beso se iba haciendo más ansioso e intenso. Tal y como ocurrió en el pasado, Emmett tomó mis labios como si su vida dependiera de ello, como si nada más importara en su mundo. Mil cosas daban vueltas en mi cabeza, cada una queriendo tomar protagonismo, pero solo el deseo se encontraba en pleno dominio. Yo no había llegado a aquel matrimonio enamorada de Emmett, pero había descubierto que mi cuerpo y mi mente se encontraban en realidades muy diferentes con relación a él, solo le había hecho falta besarme una vez para sacudir mis cimientos, y tras tocarme... destruyó mi mundo como lo conocía hasta ese momento. Mi mente era recelosa e incluso temerosa con él, pero mi cuerpo... aquella era una historia totalmente diferente. No pude evitar posar mis manos s