En España.
El tiempo hoy en día transcurre bastante rápido, así que llegó el momento de despedir a nuestro hijo en la academia de fútbol más reconocida.
—Hijo quiero que sepas que hacemos esto porque creemos en tus sueños, para nosotros eres muy importante, nos duele dejarte ir a tan temprana edad pero no vamos a detener tu futuro— Le dije a mi hijo con los ojos llenos de lágrimas.
—Te quiero mamá, muchas gracias por esto— respondió Cristian con una madurez increíble.
—Hijo estaremos muy pendiente de ti y de todo lo que hagas, recuerda estudiar mucho porque aún eres muy jovencito y quiero que estudies también— Le dijo Peter mientras lo abrazaba.
—Gracias papá, te prometo que estudiaré mucho y seré el mejor de mi curso— le respondió Cristian con una gran sonrisa.
—Ya es momento de que vayas a clase Cristian, debes de ponerte al día, así que ve a conocer a tus compañeros— Dijo el entrenador.
—Por favor cuide de mi hijo, jamás hemos estado tan lejos de él— Le dije mientras me iba al pecho de Peter a llorar.
—No se preocupen, aquí su hijo está en buenas manos, así que vayan muy tranquilo— respondió el Entrenador.
Unas horas después estábamos de vuelta a la mansión, con un poco de tristeza pero felicidad a la vez.
—Ya verás que nuestro hijo estará bien, además es lo que él desea hacer— Dijo Peter para consolarme por mi tristeza.
—Lo se amor pero lo extraño, pero todo es por sus sueño— le respondí con una sonrisa leve de satisfacción.
—Así es amor, debo de ir a la empresa, hoy no he estado prácticamente en todo el día, así el que te. Veo en la noche— Dijo Peter mientras besaba mi frente y se iba.
—¡Ya regresaron! Y mis nietos?— preguntó Elizabeth.
—A Cristian lo dejamos en la academia y Peter se acaba de ir— le respondí mientras le daba un abrazo.
—Ya verás que Cristian estará bien, hay que dejar que ellos vayan por sus propios sueños— Me respondió con un fuerte abrazo.
—Lo se, el estará bien y yo tendré que acostumbrarme a que él no estará aquí por un tiempo.—
En la empresa de Peter.
—Buenos días— Dijo Peter al entrar a la oficina de Alfonso.
—Buenos días amigo, si estás aquí es porque Cristian está en su nueva vida— Respondió Alfonso mientras se levantaba de su silla y lo abrazaba.
—Así es amigo, me hice El Fuerte delante de Laura pero la verdad es que me siento con nervios, triste pero sé que será por el bien de mi hijo— Le respondió Peter mientras tomaba asiento.
—Estoy seguro que estará bien— dijo Alfonso.
De repente la puerta de la oficina se abrió.
—Alfonso tengo listos estos planos— Dijo Teresa tan pronto entró.
—Buenos días Teresa— Dijo Peter mientras se ponía de pies.
—Señor que bueno es verle, ya tengo listo estos planos y podemos empezar a trabajar desde ya— Dijo Teresa con una gran sonrisa.
—Gracias, lo analizaré con Alfonso, déjanos solos— Le pidió Peter con educación.
Teresa salió de la oficina un poco enojada, ella se siente un cero a la izquierda así que tan rápido entró a su oficina tomó el celular e hizo una llamada.
—-Alexis necesito que salgas del departamento y que te esfumes como sabes hacerlo— Le dijo Teresa tan pronto contestó.
—No me digas que vas a traer a una de tus conquistas?— preguntó Alexis.
—Que te importa lo que voy a hacer, solo vete y punto— le respondió antes de colgarle.
—Ahora si verás, debo de empezar con mi plan, me estoy tardando demasiado, haré que tu matrimonio con Laura penda de un hilo— Pensó Teresa en alta voz.
Llegada la hora de irse, Teresa estaba fuera de la empresa esperando supuestamente un taxi, en ese momento Peter pasó en su vehículo y no dudó en detenerse.
—-Que hace ahí sola Teresa?— preguntó Peter tan pronto bajó el cristal del vehículo.
—Estoy esperando un taxi pero no llega y hace rato que lo pedí— le respondió Teresa con preocupación.
—No te preocupes, sube que te llevare a tu departamento, ya es muy de noche para que antes ahí sola— le respondió Peter.
Unos veinticinco minutos después llegaron al departamento de Teresa.
—Has llegado a tu destino— Le dijo Peter sin bajarse del vehículo.
—Muchas gracias de verdad— le respondió Teresa mientras se bajaba del vehículo.
—Que descanses— Le respondió Peter.
—Peter Disculpe, tengo unos planos que debo de entregar, el día de mañana no estaré en la oficina, sería tan amable de venir a buscarlo?— preguntó Teresa.
—Por supuesto, vamos— Le respondió Peter mientras bajaba del vehículo.
Peter subió al departamento se Teresa en busca de aquellos planos.
—Por favor Peter toma asiento, iré por algo de tomar en lo que busco los planos—-
—Está bien—
Teresa fui a la cocina por una copa de vino pero a la de Peter le echó unas gotas desconocidas.
—Aquí tienes una copa de vino, regreso en breve— Le dijo Teresa mientras se retiraba de la sala.
Peter estaba tomando su copa de vino con naturalidad, unos minutos después Teresa regresó a la sala con unos planos en manos.
—Mire Peter le explico, estos planos son muy importante para el proyecto #15— Dijo Teresa, viendo cómo Peter se desvanecía.
Unos minutos después Peter estaba completamente dormido, como ella puedo lo llevo a su habitación y lo desnudó, tirando así toda su ropa en el piso incluyendo la de ella.
—Hoy creerás que nos pasamos de copas y que hicimos el amor, aquí empieza tu dolor y comienza mi venganza— Dijo Teresa mientras lo observaba en su cama.