Capítulo 13: Cadena alimenticia

2007 Words
Seb no entendía qué estaba pasando, cinco chicos no mucho mayores que él habían salido de entre los árboles ¿Debía preocuparse por eso? No son lo suficientemente adultos como para poder llamarle la atención o acusarlo con sus padres, pero eran lo suficientemente jóvenes como para intervenir en una pelea. Uno de ellos, el más grande, acompañado del más delgado pasaron junto a él, sin prestarle atención, siguieron su camino y se colocaron junto a Rodrigo y Héctor. -Qué buenos golpes te metió- Dijo uno, era un chico de estatura media, tenia pelo n***o y revuelto, usaba ropa vieja de segunda mano, se veía bastante fornido, pero no lo suficiente como para intimidar a Seb. -No shhhe metan con noshhhotroshhh- Dijo Seb intentando sonar lo más intimidante que pudo, por desgracia el aire se escapaba entre la gran ventana que sus dientes rotos habían dejado, lo que ocasionó el efecto contrario. Otra vez los cinco chicos se carcajearon a todo pulmón, Erick intentó reír lo más bajo que pudo. El chico fornido se acercó a Seb, le sujetó la cabeza y se la inclinó para atrás. -Mierda, te voló 4 dientes.- Dijo ese joven mientras veía con sorpresa y desagrado la boca de Sebastián- Raptor, ven a ver esto, te va a encantar.- Raptor se acercó riendo- Cuatro malditos dientes ¿Tú cuántos has sacado? Antes de que ese chico llamado Raptor pudiera ver dentro de su boca, Seb ya se había hartado de ser la burla. Levantó su puño con rapidez hacia la cara del tipo que aún le sostenía la cabeza, pero este con un veloz movimiento inclinó el cuerpo hacia atrás, esquivando con mucha elegancia el golpe. Plantó su pierna derecha junto a la izquierda de Seb, giró su cuerpo y jalo con fuerza la cabeza del chico sobre su cuerpo. Sebastián azotó nuevamente contra la tierra, Bronco y Lombriz, sujetaron a Héctor y a Rodrigo, en el caso de que intentaran intervenir, pero ninguno de los dos se movieron, sabían que sería inútil, era una pelea que iban a perder. Erick veía todo desde el suelo, lo que estaba pasando era algo increíble. En su mente solo pocas cosas eran capaces de enfrentar a Tony y a Seb, eran los más fuertes y violentos de la escuela, la idea de que alguien les hiciera frente ya era algo digno de verse, pero por alguna razón que Erick desconocía, las cosas estaban cambiando. El único que les podía hacer frente era La muralla y ahora que Owen ya no estaba, el número de los que se enfrentaban aumentó y también ganar era posible. Primero el Heraldo y ahora ese chico. -¡Bien hecho, Cap!- Dijo el chico grande que sujetaba a Héctor. Seb empezó a forcejear en el suelo, intentando quitarse a ese chico mayor de arriba, en varios momentos estuvo apunto de lograrlo, pero cuando el Cap puso sus rodillas sobre sus brazos cualquier intento se volvió inútil. Una vez arriba, el Cap le dio un par de palmadas en los cachetes a Seb de forma muy condescendiente. -Muy valiente contra los niños ¿no? ¿por qué no intentas hacerlo conmigo?- Dijo Cap. -Deja que me levante y voy a matarte.-Seb contenía lágrimas de odio y frustración. -Eso lo haría mucho más fácil ¿crees poder así?- Le preguntó Cap, sonrió y se levantó, liberando a Seb. El chico se levantó del suelo agitando los brazos y las piernas como si intentara nadar en el aire, una vez que estuvo de pie miró a su alrededor y vio a sus amigos parados, petrificados viendo como lo humillaban. -¿Qué carajo eshhhtán hashhiendo?- Les preguntó con furia. Héctor sólo levantó los hombros, como si le hubieran preguntado el nombre de una capital desconocida para él en la escuela, por otra parte Rodrigo solo señaló con la cabeza a Bronco que lo sostenía del brazo. Chicos muy rudos, pero sin el valor y la fuerza para enfrentarse a un problema por sí mismos. -¿Qué pasa niño rudo?-Le preguntó Cap- ¿También quieres que liberen a tus amigos?- Les hizo una señal a Lombriz y a Bronco y ambos soltaron a Héctor y a Rodrigo, pero aun así permanecieron inmóviles.- Al parecer no te serán de mucha ayuda. Seb olvidó a sus amigos, el tipo tenía razón, no se atrevían a mover un músculo, el tipo sabía pelear, eso se notó en la forma que lo tiró, no le ganaría en una pelea limpia, era por eso que Seb tenía un as bajo la manga. Del bolsillo de su chaqueta sacó el mango de una navaja, presiono un botón y el filo brinco del mango, era pequeña, de tal vez unos 12 centímetros, era muy reluciente y se veía sumamente afilada, para cualquier otro, eso sería necesario para asustarse, pero no era suficiente para Cap, ni sus Wild Hunters, quienes una vez más se rieron de Seb. -¡Ten cuidado, Cap!- Gritó el chico al que le llamaban Raptor- ¡Puede untarte mantequilla por todos lados! Todos rieron aún más con el chiste de Raptor. Seb lo miró lleno de odio, le apuntó con la navaja y le dijo: -Tu shhhhigueshhh. Raptor puso cara de susto y su cuerpo tembló de una forma caricaturesca. Sebastián volvió a mirar fijamente a su objetivo principal, Cap. Seb sabía que amenazar a alguien con una navaja ya supera un límite, pero no podía permitir que su imagen fuera mancillada, debía matar a todos los necesarios para mostrar que a él debía tomarse en serio. No podría contra los cinco, claro que no, pero se desharía de su líder, del maldito que se burlaba de él y del niño, con suerte los otros tres al ver quien mandaba le suplicarían perdón y él siendo tan buen líder les permitiría unirse a su banda. Al matar por primera vez cruzaría una línea, una línea de la que no se podría arrepentirse ni sacarse la culpa, en especial con testigos, pero aceptaba todo lo que tuviera que aceptar, siempre y cuando al menos esos 3 pagaran con su vida. Seb corrió hacia Cap, estiró el brazo con el que sostenía la navaja apuntando al vientre del sujeto, pero esté lo esquivo con facilidad, levantó su pierna derecha y la estampó contra el estómago de Seb. El aire escapó de su interior, tuvo que ponerse de rodillas e intentar respirar lo más profundo que podía, pero cuando el aire regresaba otra patada en el mismo lugar lo dejó aún peor. Seb pegó la frente en la tierra y flexiono sus brazos a sus costados, pensando que así podría amortiguar los golpes por parte de Cap, pero él ya no lo golpeó, en vez de eso con su pie empujó la espalda de Seb hasta derribarlo y después se paró encima de él. Seb intentó escaparse agitando la navaja que cortaba la tierra en forma de semicírculo, pero no había nadie a quien herir. Cap lo presionó con más fuerza y Seb se detuvo. -Así te quería, como el puto insecto que eres.- Le dijo Cap, recordándole las palabras que Sebastián le había dicho a Erick unos minutos antes- Es fácil ser rudo cuando estás en la cima de la cadena alimenticia ¿no? ¿pero qué crees? no lo estás. Ni siquiera estás por encima de ese niño ¡Raptor, los dientes?!- Le gritó a su compañero. Raptor empezó a buscar entre la tierra y las hojas secas en donde cayó Seb. pudo encontrar solo 3. -Que asco- Le dijo Raptor, extendió su mano y se las dio a su capitán.- Solo encontré tres, tal vez el otro se lo trago. -Espero que no le pasé lo mismo con estos.- Le dijo a su amigo. Cap se agacho y le metió los dientes en la boca a Sebastián, esté intentó cerrar la boca lo más fuerte que pudo, pero fue inútil, ahora cualquier cosa podía entrar por enfrente. -Llévate esto para que nunca lo olvides.- Cap miró a Erick que permanecía en el suelo, con los dos bravucones sosteniéndolo de los brazos, se inclinó aún más cerca de Seb y le susurro algo que solo Seb y Raptor pudieron escuchar. Cap se quitó de encima y dejó que el chico se levantara y corriera en dirección contraria, mientras escupía sus dientes en la palma de su mano para evitar tragárselos. Al pasar junto a sus compinches que se limitaron a seguirlo con la mirada, les gritó: -¡VAMONOSHHH! Los otros soltaron a Erick, a quien ya le dolían los brazos, y se fueron corriendo detrás de su líder. Un inesperado final para la segunda parte de la Batalla del Golem, pensó Erick viéndolos huir. El Cap se acercó a Erick, Raptor y el otro chico pálido del cual no sabía su nombre lo siguieron. -Muchas gracias por ayudarnos-Dijo Erick al que le dio una golpiza a Seb. -No te apresures niño, aún es muy pronto para eso.- Cap se agachó, tomó a Erick de la playera mientras los otros lo rodeaban.- Ahora dime qué sabes sobre el heraldo. Erick forcejeó con el Cap, intentó que lo soltara pero no tenía la fuerza para hacerlo. -¡DEJENLO EN PAZ!- Gritó Marco, que todo este tiempo permaneció en silencio, temblando como un cachorrito durante una tormenta. -Ya nos habíamos olvidado de tí- Le dijo Lombriz. -Mira niño, este juego es para niños grandes, así que te daré una oportunidad de que te largues de aquí.- Le dijo Raptor. -¡NO ME IRÉ! No sabemos nada del heraldo- Dijo Marco, el temblor de sus piernas era evidente-¡Dejen a mi amigo en paz! -Hasta esté tiene más pelotas que los otros dos- Bromeo Cap.- En serio niño, este no es lugar para ti, vete a casa. -No me iré sin él- Contestó Marco, señalando a Erick con la cabeza, fue lo único que se atrevía a mover. Erick pudo entender que no estaba en peligro, no realmente. No tenía miedo, sin mencionar que pudieron dejar que Seb se hiciera cargo de golpearlo, pero intervinieron y durante la pelea, habló a favor de él. En todo caso el que se encontraba en un mayor peligro era Marco, pero él no podía verlo, finalmente al que tenían del cuello era a Erick. -Marco, vete a casa- Le dijo- Yo estaré bien. Las palabras de Erick le dieron un aire de seguridad. -¿Lo dices en serio?-Le preguntó. -Sí, adelántate, yo al rato te alcanzo. Su amigo se veía muy seguro, no había duda en sus palabras, asintió y camino de regreso al pueblo, quitándose las lagrimas con la mano. -Tienes un buen amigo- Le dijo Cap- ahora porque no nos dices lo que te estamos preguntando.- Sacudió a Erick para mantener su atención. La situación ya empezaba a asquear a Erick, salió en busca de Owen, pero el día de hoy no avanzó nada debido al idiota de Seb y ahora esos matones. Molestó, tomó al Cap de la camisa, justo como él lo estaba haciendo y le dijo: -Escúchame idiota, yo no estoy buscando al Heraldo, estoy buscando a mi amigo y tú y el otro idiota solo se interponen en mi camino. Si quieren al heraldo búsquenlo ustedes mismos, no vengan a preguntarle a un niño de doce años, malditos idiotas. Cap sonrió, levantó al niño hasta ponerlo de pie. Los otros cuatro sujetos rieron. -Eres rudo, niño. Nos agradas.-Le dijo Cap. -Oye y ¿Quién es tú amigo? ¿Se perdió por aquí?- Le preguntó el flaco con lentes. -Él, se perdió hace mucho tiempo, junto con la víctima del Heraldo. Todos los wild hunters guardaron silencio, todos sabían lo que eso significaba. -¿Sabes que tal vez ya está muerto?- Dijo Bronco. -Sí, pero aún así, debo buscarlo. Se lo debo. -El chico tiene una meta.- Dijo Cap, todos asintieron con comprensión.- Y al parecer está dispuesto a lo que sea por cumplirla, así que dinos chico ¿En dónde empezamos?
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