Adara se levantó de un salto, se alejó rápidamente y le dijo. _ No caeré en tus trucos, así que no te acerques a mí o no respondo de lo que haga. Después de decir eso, Adara salió corriendo del comedor y volvió a su habitación, ya que no tenía ningún otro lugar al cual ir, ya que los guardias detrás de ella no se lo permitirían. Adara tenía muy en claro una cosa, ella debía huir, no podía seguir retrasándolo. Ella quitó las sabanas de la cama, las razgo y las ató para crear una cuerda, ató un extremo a la pata de la cama y abrió las cortinas para para lanzar la cuerda que había improvisado por el balcón, pero se llevó una gran sorpresa tras correr las cortinas y abrir las puertas del balcón, ya que había una reja para impedir que escapara de aquella habitación. Adara se puso furiosa al