Sila se sentía sofocada en aquella habitación, así que tomó prestadas las ropas de Adara. Adara sentó en la cama al ver lo que estaba haciendo y preguntó. _ ¿A dónde vas? _ Iré a dar un paseo, estoy aburrida. _ Ten cuidado, no dejes que Terran se acerque a ti. _ No te preocupes, sé cuidarme, además este reino está rodeado de agua, mi elemento. _ Este lugar debe ser el paraíso para ti. _ No lo negaré, por eso no quiero estar encerrada, ¿Por qué no me acompañas? Adara volvió a acomodarse entre los cojines y respondió. _ No, ya te lo dije, pienso quedarme en cama todo el día. _ Te veré después. Sila salió de la habitación. Mientras bajaba las escaleras vio a Yael. _ Buenos días princesa. _ ¿Qué haces aquí Yael? _ Estaba esperando. _ ¿Por qué?, no te pedí que lo hicieras. _ Soy