Adara se sentía sumamente cansada, caminaba arrastrando los pies, preguntándose cuándo podría volver a su habitación, cuando Liam se detuvo de golpe, dejando que ella se adelantara. _ ¿Y ahora por qué te detienes? _ Deberíamos volver. Eso era lo que Adara más deseaba, así que no se quejó, sus pies dieron media vuelta y avanzaron hacia delante. Al pasar al lado de Liam, él la tomó en brazos, ella empezó a golpear su ancho pecho mientras gritaba. _ ¡¡¡BAJAME!!! _ Estás muy cansada, deja que te lleve a tu habitación. _ Estoy cansada, pero aun puedo caminar. _ Estabas arrastrando tus pies, no parece que tengas energías para seguir caminando. _ Si las tengo, así que bajame. _ No lo haré, así que no insistas más. _ Ahora finges que te importo. _ No lo finjo, me importas. _ Si te impo