MI DIAVOLO

5

Hoy todo era un caos en la floristería, pronto sería San Valentín y todos estaban encargando arreglos florales, me encantaba San Valentín!

- Carito puedes venir? Necesito tu ayuda para esto –

Me llamo papá, yo fui rápidamente.

- Y está monstruosidad para quien es?-

Era un enorme arreglo de flores azules, las más caras!

- Está en la libreta, puedes ayudarme a sostenerlo?-

Yo asenti, y ayude a papá, el arreglo era muy exagerado, tanto por el tamaño como por el precio, papá termino el arreglo y lo dejo a un lado, su respiración estaba entrecortada por el esfuerzo.

Yo mire la libreta y leí el mensaje y el nombre de la persona que lo recibiría

- Fabien Salvatore –

Dije en voz alta.

- Eres el infierno que quiero –

Decía el mensaje.

- Creepy!-

Dije, Papa se rió y se encogió de hombros.

- Pues tú serás la que llevará este arreglo –

Yo mire el arreglo, era oscuro y bastante intrigante.

- Y Antonio? Por qué no va el! Siempre soy yo! Que tal que el tipo sea raro y me saque un riñón?-

Papá puso los ojos en blanco.

- Deja de leer tantas cosas! Ahora ve a buscar el coche, para que me ayudes a meter esto dentro –

Fui a buscarlo de mala gana, todo me tocaba a mí! Para que tenía más hermanos si siempre era yo la que hacia todo!

- Hoy no desayunaste?-

Me preguntó Antonio, acercandose a mi.

- Te haces el tonto! Siempre soy la que le toca ir a llevar los arreglos! La vez pasada una señora casi me golpea! –

Antonio de rio, como me caí mal!

- Pensé que papa te había pagado más, o fue mentira?-

Yo lo fulmine con la mirada.

- Carito ven y ayúdame!-

Corrí y ayude a papá a traer la monstruosidad.

- Abre la puerta de atrás!-

Le grite a Antonio, el la abrió y me ayudó a meter el arreglo.

- Que mal gusto! Quien pidió eso tan feo?-

Yo me encogi de hombros, papá me entrego la dirección y me despedí de ellos.

*

El lugar estaba en la puta mierda! Tenía sudado el trasero, el sol estaba pegándome directo en la cara, que mierda! Siempre me tocaba ir a los lugares más lejanos! Siempre era la más pendeja.

Después de una hora manejando por fin llegué! Le di gracias a dios y baje del coche, estire la piernas y camine a las rejas para llamar.

- Traje un arreglo para el señor Fabien Salvatore-

Dije por el interlocutor, las rejas se abrieron y yo meti el coche al jardín.

Un tipo salió y me ayudó con el arreglo, cuando entre a esa casa literal quedé en shock! Era oscura, Parecía el castillo de un vampiro.

- Que es eso tan horrendo!-

Pregunto un tipo que salió de la nada, era tan alto, sus ojos parecían oro líquido, su cabello n***o peinado atrás, era… intimidante.

- Podría firmar?-

Le entregué la planilla y el la formó rápidamente.

- Eh… es un regalo de San Valentín-

Le contesté y leí su nombre en la planilla, arrugue la frente y trate de adivinar lo que decía.

- Pasa algo?-

Yo negué con la cabeza.

- Apuesto a que es doctor o algo, que letra más fea!-

Me tape la boca con la planilla, el me miró serio, no movió ni un músculo.

- Lo siento! Es que los doctores tienen una letra tan fea! No sé entiende, y usted escribe como ellos –

El aún me miraba, mierda!

- Lo siento! Su letra está bien! No debería prestarme mucha atención, yo hablo mucho! Usted es el señor Salvatore no?-

El asintio lentamente.

- Ya decía yo que ese nombre era de una persona de dinero y extravagante! Hasta el mensaje en la tarjeta es raro!-

El levanto una ceja lentamente.

- No es que diga que usted es raro! Yo ni siquiera lo conozco, es solo que esta casa es como esos castillos viejos dónde viven los villanos en las películas! –

El se cruzó de brazos, cállate Carolina!

- Mejor me quedo en silencio verdad?-

Le pregunté, pero el no contesto nada.

- Disfrute del arreglo, es muy como usted! Al principio pensé que era muy ostentoso, pero viéndolo veo que la persona que se lo regaló dio e el clavo!-

Yo le sonreí un poco, estaba metiendo la pata más y más.

- De dónde eres?-

Me preguntó el mirandome de arriba a bajo.

- Soy colombiana, mis papá llegaron aquí cuando tenía 3 años, así que soy bastante italiana –

El se rió.

- Se está burlando de mí?-

El se acercó a mí y levanto mi barbilla.

- Muchas personas han perdido la lengua por hablar de más, y tu lengua es muy larga-

Yo me aparte de el y lo amenace con la planilla.

- Se acerca y lo golpeó! –

Le dije, yo tenía 3 hermanos mayores, sabía cómo defenderme.

- Viniste hasta aquí y no averiguaste que clase de persona soy?-

Yo mire alrededor, la única imagen que se me vino a la cabeza, fue a barba azul y a todas las mujeres que el había matado, mierda! Y ahora que hacía?

- Mi papá sabe que estoy aquí! Yo le mandé la ubicación apenas llegué, así que matarme no sería algo bueno –

El respiro profundo.

- Sabes el valor de tus órganos?-

Yo me abrace y lo mire feo.

- Mis riñones no funcionan bien, y creo que tengo algo en el hígado-

El se acercó y yo levanté las manos para protegerme.

- Tienes algo en el cabello-

El era tan alto, yo le llegaba al pecho, me sentía diminuta a su lado.

Sentí su mano en mi cabeza y después rápidamente la apartó.

- Largo! Tengo cosas que hacer –

Yo ni me despedí! Salí corriendo del lugar, iba a renunciar! Esto ya se estaba poniendo raro!

*

Cuando llegue entre de mala gana a la florería.

- Renunció! –

Le dije a papá poniendo la plantilla en el mostrador.

- Y ahora que te paso?-

Me preguntó mi hermano.

- El tipo me preguntó que si sabia cuánto costaban mis órganos! Que tal termine sin un riñón? Que entregué otro! Yo ya no salgo más!-

Papá se acercó a nosotros.

- Que le dijiste Carolina?-

Antonio empezó a reír, yo le di un golpe con la planilla.

- Nada! Por qué siempre creen las peores cosas de mi? –

Papá se fue y volvió con un pequeño gato n***o en las manos.

- Toma! Tu hermano lo encontró en el camino-

Yo sostuve al pequeño gato entre las manos, era tan bonito! Podía tener unas 3 semanas de nacido.

- Te llamaré Fabien! Te pareces al tipo raro, tus ojos son como los de el -

Le dije y lo acune en mi pecho.

- Carolina! -

Me regaño papá.

- pero si es verdad! se parecen-

Yo mire bien al gato.

- espero y no intentes sacarme los órganos -

Le dije y sonreí.