La loca de los gatos

42: Nos vemos el sábado

El timbre sonó y todos los estudiantes guardaron sus cosas rápidamente. 

Mientras todos salían como estampida, Axel espero a que Valentina terminara de apuntar las notas de la pizarra.

Él se acercó a su asiento un poco nervioso y se sentó a lado del pupitre de ella.

—Ya casi termino—ella se apuró.

—No te apresures—el sonrió— Puedo esperarte.

Valentina termino de guardar sus cosas y ambos salieron de la escuela.

La casa de Valentina no estaba más que a diez minutos caminando de la escuela y era una agradable caminata pues por esos lugares los arboles daban buena sombra.

—¿Qué es lo que querías decirme?— preguntó ella cuando pasaron varios minutos y Axel no apartaba su vista del suelo.

—Yo... Bueno...— el levanto la mirada y se rascó la nuca—. Hoy es el último día de clases, quería saber si tenías planes el sábado, si no tienes, podríamos hacer algo tu y yo.

— No—respondió de inmediato, él la miro confundido y ella negó con la cabeza—digo no, no tengo nada que hacer.

—¡Perfecto! ¿Entonces que te parece ir al cine conmigo?—propuso entusiasmado.

—Me parece muy bien, quiero ir—ella asintió frenéticamente.

—Muy bien, entonces vendré a tu casa cómo a las cinco de la tarde.

— Está bien— ella sonrió y se detuvo al llegar a la entrada de su casa—Muchas gracias por haberme acompañado.

—Descuida, puedo hacerlo todos los días si quieres, cuando entremos a la escuela.

—No quiero molestarte...

—¡No es ninguna molestia para mí!— él dijo animado— Nos vemos el sábado entonces.

—Nos vemos.

Valentina miró como la espalda de Axel se alejaba, el chico giró cuando estaba llegando a la esquina y se despidió haciendo un gesto con la mano, lo que hizo que se tropezara con un bote de basura, el cual alcanzó a agarrar antes de que cayera al suelo y regresó la mirada a Valentina con una sonrisa atontada, ella rió por la torpeza del chico y movió la mano en forma de despedida.

Cuando Axel desapareció de la vista de Valentina, ella mordió su labio inferior tratando de ocultar una enorme sonrisa y se metió a su casa rápidamente.