Lily observó como el maravilloso y deseable cuerpo del hombre se acercaba a ella cada vez más... Por lo que caminó hacía atrás hasta que su pequeño cuerpo chocó contra la pared. Mario volvió a preguntarle. "Dime, porque no te atreves a mirarme a los ojos?" "En verdad es mucho más atractivo Gustavo que yo?" El tono de voz dominante, grave e intimidante de Mario hizo temblar de deseo a Lily. Ahí estaba frente a ella el más ardiente hombre del mundo cuestionándola. Tan cerca, tan deseable y tan inalcanzable a la vez. Mario por su parte no dejaba de mirar a esa chica que mantenía la vista en el suelo en todo momento. Un deseo feroz se apoderó de Él pues quería ver esos ojos color miel fijos en los suyos y en nadie más. Sin pensarlo Mario presionó su delicioso cuerpo contra ella. Tom