De rodillas Mandy engulle sin descanso el m*****o duro, caliente y grueso de Nando quien sostiene el cabello rojo fuego de la chica con ambas manos. Las suaves manos de la chica acarician sin descanso las piernas tensas de Nando quien no para de sisear debido al placer que siente. "Ay...carajo..." Susurra sin aliento Nando pues Mandy lame la delicada piel de sus apretadas bolas. "Mujer, carajo, si....si..." Hacía mucho que Nando no tenía una mamada tan delirante como esa y le estaba costando trabajo respirar para no venirse... todavía. "MMMMMHHHHH!" La chica gimió mientras que lamía y acariciaba todo el m*****o de Nando sin dejarse verlo a los ojos. "Pequeña pervertida." Con una sonrisa Nando esbozó estás últimas palabras. Mandy desliza hasta el fondo de su garganta el caliente m