Barry estaba terminando de redactar unos documentos que serían enviados a los tribunales cuando Chris entró a su oficina. –Señor Stand. –Sí. –El señor Wolfhard se encuentra aquí. –¿Qué? Apenas había pasado unos días desde el almuerzo en el apartamento y ya se encontraba en la oficina de Barry. –¿Te ha preguntado algo? –dudó Barry. –Sobre Melody, preguntó cómo se encuentra y por Zoé, he mantenido la conversación lo menos posible y le he aclarado que estamos ocupados, pero me pidió si podía hablar con usted. –Sí –respondió Barry –. Dile que entre. –Está bien. Chris salió y poco después entró Benjamín a la oficina. –Señor Stand. –Dígame Barry, por favor –extendió su mano para darse un apretón de manos. –Y usted puede decirme Benjamín, será más fácil. Barry se sinti