Despierto más temprano que de costumbre. En silencio salgo de la cama donde Ayumi duerme plácidamente, creo que tengo sangre del FBI, sirvo para hacer las cosas de manera silenciosa. Por esa razón entro a su baño donde tomo uno de los cepillos de reserva que Ayumi guarda y me cepillo. Lavo mi cara y recojo mi cabello en una cola desordenada.
Salgo en pantuflas tallando mis ojos. Cuando entro a la cocina preparo desayuno para tres. Estoy tentada a ir a mi habitación y acosar a Sesshomaru mientras duerme, pero eso me haría ser una rarita y no quiero espantar al hombre. Todo menos eso.
Cuando termino preparo el café y cierro los ojos por un momento, sin dudas estoy agotada. He dormido como cuatro horas o menos y eso no me ayuda en nada. Cuando el café está listo lo sirvo y en ese instante Sesshomaru entra a la cocina luciendo adorable, su cabello desgreñado y bostezando un poco.
—Buenos días preciosa—me dice con una sonrisa y guiñándome un ojo—¿Cómo amaneces?—pregunta sentándose en uno de los taburetes mientras yo le sirvo el desayuno—tenía mucho sin un despertar así—murmura comiendo con una sonrisa—delicioso—comenta con una sonrisa.
—Eres tan...
—¿Sexy, irresistible, encantador?—sonrío un poco.
—Eres como el sueño prohibido de toda mujer—él lame sus labios y me mira.
—¿Soy el tuyo?—pregunta y cuando estoy dispuesta a responder Ayumi entra a cocina.
—Buenos días—dice tomando un vaso de jugo de naranja.
—Buenos días próximamente cuñada—ella abre los ojos mirándonos a ambos.
—¿Vas a serio?—pregunta ella.
Aún me sorprende que solo lo he visto en tres ocasiones y ya hasta le tengo confianza. Sesshomaru de verdad me confunde mucho. No niego que estoy encantada con él. Ambos debaten el tema de cuñada o no por lo que no le presto mucha atención. El teléfono de la casa suena y camino a coger la llamada dejando que los debatientes sigan en discusión.
Con un suspiro lo tomo.
—Hola—contesto de manera distraída.
—Rin, que bueno que te contacto, te he dejado miles de llamadas al móvil—me dice Hiten y suspiro.
—¿Pasa algo?—pregunto viendo como Ayumi y Sesshomaru dejar de hablar para prestarme atención.
—Inuyasha Taisho ha declarado que la novia es la secretaria, todo el estudio es un caos, te necesitamos con urgencia—me dice y abro los ojos.
—Está bien, llego en una hora—digo y sin esperar respuesta cuelgo—Kagome es oficialmente tu cuñada—Sesshomaru frunce el ceño.
—¿Cómo? —pregunta dejando de comer.
—Tu hermano ha declarado que salen juntos—bostezo—me daré un baño—sin esperar respuestas entro a mi habitación y me baño para luego cambiarme—me voy, tengo cosas que hacer en el estudio—digo mirando solo a Sesshomaru quien es el único que queda, él me sonríe y se acerca de manera peligrosa.
—Al parecer ya no te voy a ver—hace un puchero y muerdo mis labios para que la baba no se me caiga.
—No por hoy—mi respuesta lo hace sonreír.
—Eso me asegura que te veré nuevamente—sin que lo espere deja un casto beso en mis labios—ten lindo día preciosa—asiento un tanto aturdida.
Salgo de la casa con una sonrisa. Sesshomaru puede ser muy peligroso para mí, pero es algo que no pienso detener, quiero seguir como hasta ahora, no temo avanzar con esta tensión entre nosotros.
Al llegar al programa todo está de cabeza, eso solo es causa de Inuyasha Taisho. Creo que mi vida cada vez se pondrá más divertida.
****
Han pasado varios días y Sesshomaru no ha dado luz de vida. Creo que le estoy dando mucha importancia ¿verdad? Suspiro pesadamente mientras mis manos recorren mis piernas para lavarlas, un buen baño no está nada mal hoy. Mi celular suena y seco mis manos para tomarlo, la llamada es de un número desconocido.
—¿Hola?—lo pongo en alta voz y lo coloco donde estaba anteriormente. Un suspiro se escucha en la otra línea.
—Rin—la voz inconfundible de Sesshomaru hace que abra los ojos rápidamente y lama mis labios nerviosa.
—¿Sesshomaru?—pregunto para que no me haya confundido.
—Será mejor que salgas rápido para abrirme la puerta, aquí afuera hace un frío del demonio—contesta y eso causa que ría para luego salir y buscar una bata de baño para cubrirme.
—Espero que no te congeles antes de que pueda llegar a abrirte—amarro la bata y camino descalza a la puerta. La abro y Sesshomaru baja el teléfono de su oreja.
—Creo que solo verte me ha calentado en segundos—enarco una ceja y me río un poco. Camino dentro y él me sigue cerrando la puerta antes—es una bonita manera de darme la bienvenida—muerdo mis labios para ocultar una sonrisa que quiere escapar.
—Es bueno verte Sesshomaru—él se acerca de manera peligrosa.
—¿Así saludas a tu pareja?—pregunta invadiendo mi espacio personal.
—¿Pareja?—murmuro un poco desconcentrada por su cercanía—no recordaba que tuviera una—respondo.
—Sí, tu pareja preciosa—me besa dándome el tiempo para apartarlo, pero yo solo lo agarro del cuerpo besándolo con todo lo que tengo.
Mis labios se mueven sobre los suyos buscando llegar el ritmo, pero Sesshomaru batalla contra los míos para tener el control. Muerdo su labio inferior y eso causa que sus manos agarren mi cintura con fuerza. Mi respiración es superficial, pero sigo combatiendo en una batalla que me gusta pelear. Los labios de Sesshomaru siguen tan cautivantes como antes. Dios, este hombre me pone al cien con solo un beso.
Su lengua navega en mi boca y mi lengua ataca sin dar tregua. Es un beso arrebatador. Una de mis manos baja por su espalda para acariciarla, es tan fuerte. Sus manos dejan mi cuello para bajar hasta mi trasero el cual aprieta y jadeo en sus labios. Sus besos bajan hasta mi cuello donde besa para luego lamer y finalmente chupar.
—Mierda—murmuro perdiendo el control. Siento mi entrepierna húmeda, pero sé que debo controlarme o todo se saldrá de control.
Sesshomaru sigue en su tarea de enloquecerme, es una suerte que el cuello no sea mi punto débil o estaría en grabes problemas. Sesshomaru me levanta lo que causa que enrede mis piernas en su cintura. Lo siento caminar y mi espalda da contra la pared. Él sigue en su tortura. Mis manos van a su rostro para levantarlo y besarlo con todo lo que tengo. Jadeo al sentirlo duro contra mí, no pienso en nada y me froto contra él. Sesshomaru abre los ojos y sus pupilas se encuentran dilatadas.
Una de sus manos abre un poco mi bata y mi respiración queda atascada en mi garganta. Él mira mis pechos y mis pezones se ponen rígidos bajo su atenta mirada.
—Pezones pequeños todo en ti cada vez es más delicioso, preciosa—me da una sonrisa y luego se agacha un poco hasta dar con mi pecho. Gimo cuando mi pezón desaparece en su boca y siento su humedad en mi piel. Mi espalda se curva mis labios se abren. Sesshomaru no me da tregua, el mordisquea mi pezón para luego lamerlo. Mi respiración es caótica, bueno, una cosa es que mi cuello no sea mi debilidad, pero mis pechos son muy sensibles, demasiado sensibles.
—Sessho maru—él trabaja más entusiasmado al escuchar el gemido con su nombre que sale de mis labios.
Cuando siento que estoy cerca el timbre de la casa es tocado, lo ignoro, pero no para de sonar.
Sesshomaru deja de hacer su trabajo y asiento para que me baje. Arreglo mi bata y suspiro, sé que mis mejillas y cuello deben tener un sonrojo muy fuerte, porque es la reacción que toma mi cuerpo cuando estoy excitada.
—Creo que deberías cambiarte y yo abrir—dice Sesshomaru cuando avanzo—estás medio desnuda Rin ¿no pensabas salir así? —lo miro y me encojo de hombros.
—Abre, vuelvo enseguida—él asiente y yo me adentro en la habitación para buscar ropa. Busco mi ropa interior y un vestido suelto, mierda, sigo excitada. Me coloco la ropa interior y luego el vestido. El cual es translucido arriba por lo cual mi sujetador blanco es visible.
Camino afuera sintiéndome incomoda, sigo mojada y ver a Sesshomaru y recordar las atenciones que les daba a mis pechos solo sirve para que mis bragas sientan humedad.
Mis ojos van a la persona frente a él. Hiten se encuentra sentado junto a Ayumi que al parecer llego cuando me vestía.
—Buenas noches Rin—saluda Hiten tenso.
—Buenas noches Hiten, ¿Qué haces aquí?—pregunto sentándome al lado de Sesshomaru.
—Vengo a entregarte esto—me lo pasa—mañana tienes que entrevistar por lo cual no iras al programa—asiento mirando los datos de la persona—también quería invitarte a tomar algo—Ayumi rueda los ojos.
Una cosa bastante extraña. Ayumi es una chica que es toda flores y corazones, pero Hiten de verdad le desagrada, ella dice que se aprovechó de mi por mi estado de ebriedad ese día y desde entonces lo odia.
—Lo siento, estoy ocupada—digo con normalidad.
—Creo que te hace bien salir Rin, últimamente estas muy estresada—me dice con una sonrisa.
—Ya te rechazó la oferta, adiós Hiten—quiero reír al ver la cara de incredulidad que tiene Hiten viendo a Ayumi mírarlo con los brazos cruzados.
—Ten lindo resto de la noche Hiten—él se levanta y me mira.
—Algún día será—se acerca y sin esperarlo besa mi mejilla para luego caminar a la puerta y salir.
Miro a Sesshomaru quien se mantiene relajado y viéndome con las cejas elevadas. Suspiro y me siento nuevamente al lado de él.
—¿Ese mocoso estaba marcando territorio?—me dice confuso.
—Eso parece—contesto y él me mira.
—Creo que voy a mi habitación, fue un placer verte de nuevo aquí Sesshomaru—dice Ayumi con una sonrisa.
—¿Ya te comentó que somos pareja?—pregunta con una sonrisa de autosuficiencia.
—No, ella no me cuenta nada de lo que pasa entre ustedes—hace un puchero—es bueno que tú seas amable y me brides la información—Sesshomaru levanta el pulgar hacia ella.
—Siempre cuñadita—ella termina caminado hasta su habitación y yo camino a la mía con Sesshomaru siguiéndome—¿no me dirás nada del mocoso?—murmura.
—Compañero de trabajo con el cual me enrolle una vez—me lanzo a la cama sentándome en ella.
Sesshomaru quita su camisa y luego sus zapatos para acostarse en la cama. Me da una sonrisa tímida lo cual causa que de vea sexy. Mi entrepierna sigue afectada así que trato de que mi respiración sea calmada ya que me estoy excitando de nuevo.
—¿Pasa algo Rin?—la pregunta de Sesshomaru hace que muerda mi labio inferior.
—Nada—murmuro y cierro los ojos acostándome. Me sobresalto cuando tengo a Sesshomaru sobre mi cuerpo mirándome intensamente. Él agarra mis manos y las sube hasta mi cabeza sujetándolas con fuerza. Su otra mano va a mi entrepierna, junto las piernas.
—Deja que toque preciosa—lame sus labios e inconscientemente dejo de cerrar las piernas y él aprovecha para adentrar su mano. Uno de sus dedos acaricia la fina tela de mis bragas—te siento húmeda preciosa—muerde mi labio inferior y mi cuerpo está expectante de lo que sucederá.
Aparta la tela de mis bragas y sus dedos se pasean sobre mi intimidad, mi espalda hace un arco perfecto al sentir su dedo adentrarse entre mi humedad.
—Joder—susurro con voz ahogada. Sesshomaru mira atento las expresiones que mi rostro opta cada vez que su dedo entra y sale. Su pulgar juega con mi clítoris y suelto un grito que él ahoga en sus labios.
Cierro los ojos y mi pecho sube y baja por mi respiración defectuosa. Muerdo mis labios para que Ayumi no me escuche. Finalmente, Sesshomaru adentra otro dedo y exploto en un magnifico orgasmo. Mi mente esta nublada y siento las piernas como gelatinas. Mi respiración es rápida, sin pensarlo bajo el pantalón de Sesshomaru y luego su bóxer. Me encuentro su m*****o duro.
—Juro que casi me corro al ver como lo haces tú—me dice, pero luego gruñe cuando mi mano trabaja en su pene moviendo mi mano de arriba, abajo.
Lo beso con fuerza mientras trabajo en darle placer, Sesshomaru actúa como si quisiera devorarme completa mientras me besa con desenfreno. Juego con sus testículos y siento su cuerpo tensarse antes de que se corra en mis manos. Él muerde fuerte mi labio inferior que siento como mi sangre cubre mis labios. Es un pequeño corte. Lo miro y de verdad se ve adorable, sus mejillas sonrojadas le dan un aspecto encantador.
—¿Quieres quedarte a dormir conmigo esta noche?—pregunto soltando mi mano de su m*****o y luego me levanto para lavarme las manos. Cuando regreso busco toallas húmedas y lo limpio a él, quien me ve divertido.
—Qué bueno que tenía una mochila con ropa en mi auto—me dice colocándose su ropa—vuelvo enseguida preciosa—lo veo salir y sonrío como estúpida.
¿Qué haces Rin? Esa es la pregunta que navega en mi mente, pero ahora solo la ignoro. Sesshomaru viene y entra en la habitación para cambiarse y quedarse en unos pantalones holgados que le quedan estupendos y su pecho al descubierto. Busco una piyama cómoda y entro al baño a colocármela.
Hablamos de cosas triviales y él me cuenta mucho de la pareja de su hermano, él dice que está loca y me da muchas anécdotas de ella que me hacen reír a carcajadas.
—Creo que ella te agrada bastante—murmuro deteniendo mi risa.
—Ella está embarazada—me dice y abro los ojos con sorpresa—y soltó la bomba, así como si nada—me mira y luego suspira—esto no puede salir en la noticia—asiento.
Mi puerta es tocada por lo que le grito a Ayumi que entre.
—Rin puedo quedarme un rato contigo es que tengo mie...
Mira a Sesshomaru con sorpresa.
—Únete Ayumi, íbamos a ver películas—dice Sesshomaru y ella busca respuesta en mis ojos—¡qué lindo voy a tener mi primera piyamada!—pone ojitos soñadores.
—Luego te cuento—es todo lo que digo y ella asiente.
Todos nos acomodamos y la película comienza. Sesshomaru me mira de manera cómplice y yo solo sonrío un poco. Este hombre me llevara a la locura.