Matthew Pov:
¡Mierda! ¿A quién quiero engañar?
Bufo frustrado mientras camino cabizbajo.
Todo ha sido una maldita perdida de mi tiempo.
Llevo horas caminando en círculos por toda la ciudad y aún no he logrado nada. Todo lo que veo me recuerda a ella y mi mente me tortura a cada instante con su hermoso y a la vez amargo recuerdo.
¿Por qué no puedo olvidar ese nombre de mis tormentos?
Esa mujer es mi mayor debilidad, se encuentra en cada poro de mi cuerpo, en cada pensamiento de mi mente, en cada suspiro de mi alma y en cada latido de mi deprimido corazón.
La culpa es mía, por dejarla meterse tan abajo en mi propia piel y tan adentro en mi corazón. Mi culpa es que yo me encuentre en este estado, no debí enamorarme de ella cuando éramos adolescentes, fantasee con un futuro a su lado cuando ella lo único que deseaba de mi era mi amistad, me ilusioné con tenerla para mí y que ella correspondiera con la misma intensidad mis feroces sentimientos.
Todo es mi culpa.
Y he aquí el resultado, me estoy volviendo loco por el amor no correspondido de una mujer que solo me ve como amigo.
Además se encuentra lejos de mí.
Su presencia solamente es la que se encuentra lejana, ya que su recuerdo me persigue siempre y no me deja en paz ni un solo momento...
Estaba tan metido en mis alocados pensamientos que no me fije y choque con un cuerpo pequeño.
— ¡Ups! Perdón, soy muy distraída—una melodiosa voz femenina.
Frunzo mi ceño al sentir un leve estremecimiento recorrer mi cuerpo, mientras observó fijamente a la mujer con la cual choque.
Ella levanta su mirada y sus ojos chocan con los míos.
Wow.
Mi boca se abre ligeramente debido a la impresión que tengo al ver su rostro.
No puedo definir a esta chica; lo único que puedo decir es que ella es la belleza hecha persona, la belleza ha sido personificada en esta mujer. Si les soy sincero, estoy impresionado ante su monumental belleza.
Observo su delicado rostro, carnosos labios, cabello castaño al igual que sus ojos y esa mirada que es una mezcla de sensualidad con inocencia.
Es un verdadero deleite.
Es cierto que conozco a muchas mujeres con diferentes tipos de belleza, pero esta chica me tiene embobado de una manera sobrenatural.
Es preciosa.
Entre cierro mis ojos analizándola completamente. Lleva ropa holgada debido a que el clima empieza a refrescar, pero puedo apostar mi vida si es preciso, a que debajo de toda esa tela se encuentra una figura hermosa y delicada, perfectamente definida.
Deliciosa.
—Disculpe ¿Lo conozco de alguna parte? — su voz me saca del hechizo en el cual estaba debido a su belleza.
Ella me mira con su ceño levemente fruncido y sus hermosos ojos entrecerrados.
Yo le sonrío de manera encantadora.
—Lo dudo, una mujer tan hermosa es imposible de olvidar— digo como todo un conquistador.
Ella se sonroja haciéndola ver aún más tierna y deseable de lo que es, mientras ríe con suavidad.
Que hermosa risa.
Me hace sentir algo muy extraño esta mujer.
—Si no es un atrevimiento ¿Me podría decir su nombre?— me pregunta con amabilidad y la misma sonrisa que me tiene idiotizado.
Por alguna extraña razón su fija mirada me pone un poco nervioso y su pregunta me confunde un poco. No sé qué me pasa, pero no puedo permitir verme así delante de semejante mujer.
—Mi nombre es Matthew West, a sus pies— digo como todo un caballero mientras sonrío de manera seductora.
Ella de inmediato cambia su expresión a una de sorpresa dejándome totalmente confundido, luego una enorme sonrisa se entiende por su hermoso rostro.
— ¿Matt? ¿Matthew West? — dice ella alegremente con un brillo intenso en sus ojos.
Entrecierro mis ojos observando su extraña reacción.
No sé si debería asustarme.
—Eh…Si— digo con algo de inseguridad. Su reacción me tiene algo nervioso por alguna extraña razón.
— ¡No puede ser! — exclama ella con total felicidad y yo me encuentro aún más extrañado que antes— Matt, no me digas que ya me olvidaste; soy yo Amber— dice ella con una enorme sonrisa.
Mi corazón, mi mundo, mi cuerpo y todo lo que pasa a mí alrededor se detiene ante esta sorpresiva e impactante noticia…
¿Qué?...