Capítulo 1
¡Hola Amores! ¿Como están? Estoy un poco nerviosa...
Quiero darles la Bienvenida Oficial a esta historia ¡Espero que les guste! Para los que no han leído ninguna de mis historias quiero darles las gracias por darle esta oportunidad a mi trabajo y les recomiendo que lean las otras dos historias que se encuentran en mi perfil (Imposible Huir de LA MAFIA y Huyendo del Deseo) Esta novela es independiente, osea que no depende de las otras dos, solo se las recomiendo por si desean pasar a leerla.
CABE DESTACAR, que esta novela es PARA MAYORES DE 18 (+18) Ya que es una novela erótica y no deseo traumar a nadie :) si no te gustan este tipo de novelas, está bien estoy segura, que encotrarás lo que buscas ;)
Para las lectores que me han acompañado desde el principio, muchas gracias por todo su apoyo y por todas las palabras bonitas que me dedican; de verdad tiene un fuerte significado para mí y me inspiran a continuar con lo que hago; espero que les guste esta novela y recuerden que me gusta leer sus opiniones.
Recuerden seguirme en mis r************* para que estén atentos a todo lo que hago; pueden encontrarlas en la descripcion de mi perfil de escritora de Dreame/Sueñovela.
¡Los quiero muchísimo a todos! ¡Disfruten su lectura! ¡Los leo!
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Matthew Pov:
El deseo corroe mis venas y el sudor recorre mi cuerpo con frenesí incesante y placentero. Mi m*****o se siente deliciosamente presionado en la estrecha y caliente cavidad en la cual se encuentra. En la habitación se respira el aroma a sexo y se escucha el incesante sonido de dos pieles chocando, además de jadeos y gemidos de placer. La densa neblina de deseo es palpable en toda la habitación.
Mi errática respiración solo es comparable con la de mi candente amante Emily Smith; quien, además de ser mi amante, es mi gran amiga.
No sé qué tiene esta rubia tan sensual de ojos grises pero me encanta; aunque, siéndoles sincero, no logra satisfacerme; en realidad ninguna lo hace, no importa cuanto lo intente.
La sombra de un recuerdo me atormenta… Una sombra que nunca pude olvidar.
—Matt-ah… m-más fu-fuerte — dice ella entrecortadamente arqueando su definido y elegante cuerpo; sus ojos están teñidos de furioso deseo mirándome mientras me abre más las piernas para que pueda poseer su delicioso cuerpo a mi antojo.
Me acerco a ella y la beso con hambre. El deseo nos recorre con fuerza y rapidez, nuestras lenguas chocan en una erótica danza sin darnos tregua ni tiempo, mientras profundizo mis embestidas en su estrecha cavidad. Sus piernas abrazan mi cintura para que mis embestidas sean más profundas.
Me alejo de sus labios y la observo sudada y deseosa debajo de mi cuerpo, eso me excita mucho más y aumento la rapidez de mis embestidas. Ella gime, gime, gime y gime.
Cierro mis ojos dejándome llevar por las sensaciones que recorren mi cuerpo y al abrirlos me encuentro con la mejor sorpresa de todas.
—Amber — gimo con absoluto placer.
Ese nombre me ha atormentado por 10 años. Otra vez pasó, otra vez llego a mí el recuerdo inolvidable de ella que siempre está latente y presente en mi mente y en mi corazón. Ante mis deseosos ojos, Emily se transforma en aquella hermosa castaña que amé tanto… Se convierte en Amber.
Amber.
El semblante de Emily se descompone, pero en mi neblina de deseo eso no me importa; nada me importa, solo soy capaz de pensar en Amber.
Como siempre.
—No Matt, soy Emily, tu Emily — dice la que me gustaría que fuese Amber.
Aunque quisiera, aunque me esforzara mucho, no puedo sacar a Amber de mi cabeza, me es imposible olvidar a esa dulce castaña que robó mi corazón. Pienso en ella todo el tiempo, siempre me imagino como seria nuestra vida si ella no se hubiera ido de mi lado.
Mis embestidas continúan, pero en mi mente solo se refleja una sola imagen; Amber, mi hermosa y prohibida Amber. Como siempre suele pasarme cuando follo con Emily y con las demás mujeres, siempre suelo imaginar que el cuerpo que yace en mi cama entregándose a mí es el cuerpo de Amber. Claro, cuando Amber se fue era mucho más joven ahora debe ser toda una mujer; una muy hermosa y sensual mujer. La última vez que la vi éramos adolescentes. Pero la recuerdo perfectamente, no se ha querido salir de mi mente su recuerdo; su sedoso cabello oscuro, sus ojos llenos de inocente seducción, su sonrisa que despertaba en mí los más bobos suspiros…
Amber.
—¡Oh Dios! Matt, s-sigue por f-favor — dice la voz de Emily entre gemidos de placer.
En esta cama solo veo a la mujer que no puedo olvidar, a esa que tengo metida profundamente en mi mente y en mi corazón. Su imagen llena de fuego mis venas y el placer llena mi cuerpo. Me doblego ante esa imagen inexistente que crea mi mente a modo de consuelo.
Por más que luche contra esa sombra no puedo hacer nada para borrarla.
Emily grita al llenar a la cima del máximo placer carnal arqueando su cuerpo y mi mente confundida vuelve a reflejar la imagen de mi dulce amor.
—¡Matthew! — gime fuerte cuando me clavo profundamente en su interior.
Amber.
Logro llegar yo también al clímax y me dejo caer exhausto sobre el cuerpo sudoroso de mi amante. Otra vez, paso otra vez, otra vez mi mente obsesionada imaginó cosas en donde no las hay e imaginó nuevamente a una persona que ya no está.
La realidad me golpea con fuerza, al saber que ella no está conmigo.
Observo fijamente a la mujer que yace desnuda bajo mi cuerpo y me decepciono al mirar a una jadeante Emily y no a mi adorada Amber.
¡Mierda! Cada vez duele más no estar con ella y me es más difícil olvidarla.
No vale la pena.
Me lleno de tristeza y de impotencia. De tristeza por no tener a la mujer que quiero conmigo y de impotencia por no poder olvidarla.
Saco mi m*****o de la v****a de Emily y sin verla siquiera me levanto de la cama y camino desnudo hasta el baño, una vez dentro cierro la puerta con seguro, me quito el condón que utilice y lo echo en la basura.
Estoy obsesionado contigo Amber ¿Por qué no puedo olvidarte? ¿Por qué no te sales de mi mente? ¿Por qué no te sales de mis sueños? ¿Por qué no te sales…de mi corazón?
Suspiro. Esas preguntas jamás tendrán respuesta y eso es lo más doloroso.
Me meto a la ducha y dejo que el agua se lleve todo rastro de sudor y sexo, pero lo que no consigue llevarse consigo es la imagen de mi dulce Amber…
…
—No logro entenderte Matthew, eres increíble — dice Emily en voz rota y dolida, se pasea de un lado a otro y no es que la observe más bien puedo oír sus nerviosos pasos — ¿Sabes acaso como me siento cuando estamos haciendo el amor y dices el nombre de esa sombra?- ella habla indignada.
Sombra…sombra…sombra… ¿En eso te has convertido Amber? ¿Acaso solo eres una sombra que habita en mi mente?
Y en mi corazón.
Me siento mal por Emily; ella siempre ha sido muy comprensiva conmigo, me ha entendido en mis malas y en mis peores, pero al parecer el tema de Amber no lo logra asimilar y la verdad no estoy para sus sermones ahora.
Después de haberme duchado y vestido correctamente, salí de la habitación con gran rapidez, aun Emily se encontraba desnuda en la cama, parecía ida, como si estuviera metida en sus propio mundo. La verdad no deseaba su compañía ahora, solo quería estar en soledad y pensar.
Pensar en Amber.
Siempre es lo mismo.
Siempre cuando estoy con Emily o con cualquier otra chica, sin querer mi mente juega conmigo y empiezo a imaginar a Amber; no importa cuánto luche, mi cuerpo no se controla y sin yo desearlo empiezo a decir su nombre entre gemidos anhelantes, deseando que ella estuviese conmigo, pero cuando todo pasa me doy cuenta que todo era una vil mentira de mi mente.
Ninguna de las chicas con las que he estado se ha quejado porque yo mencione a Amber; solo lo hace Emily, ella conoce todo de mi obsesión con Amber y siempre me reprende por lo mismo, pero en este momento no tengo cabeza para explicárselo de nuevo.
Ni siquiera tengo cabeza para explicármelo yo.
-Por favor vete, Emily; necesito estar solo- digo fría y tristemente mirando por el enorme ventanal las brillantes luces que iluminan la ciudad de Manhattan a mis pies.
Siempre me ha gustado admirar el hermoso horizonte de esta majestuosa ciudad en la noche. A veces eso me ayuda a pensar mejor, aunque no me ayuda a olvidar. Estar entre la oscuridad, la soledad y las sombras me hace sentir extrañamente tranquilo e intranquilo a la vez.
Un suspiro proveniente de Emily se oye por toda la oscura estancia. Sé que esto no es justo para ella, pero ahora necesito mi soledad.
—Me estoy cansando de esto, Matt; cada vez que te da la gana me echas de tu lado y me lastimas sin razón — la tristeza emana de sus palabras y de cierta manera eso me hace sentir culpable —No soy un maldito juguete que puedes usar a tu antojo, solamente porque quieres olvidar a esa cualquiera…
¿¡Que mierda ha dicho!?
Las palabras de Emily resuenan por mi mente, la sangre en mis venas se calienta grandemente y la furia recorre rápido mi cuerpo, cual lava volcánica.
Me volteo y la miro totalmente cabreado, Emily no tiene NINGÚN derecho de hablar así sobre MI Amber ¡No se lo voy a permitir!
Ella parece darse cuenta de su error y me mira totalmente asustada.
—¡Vete! No te voy a permitir que le digas a Amber cualquier mierda que se te ocurra ¿Me has escuchado?— me acerco a ella de manera amenazante ella se ve muy intimidada, pero ni así mengua mi enojo hacia ella — Nunca se te ocurra ofenderla de nuevo ¿Está claro?
— Matthew yo…— balbucea.
—¿¡Esta claro!? — ella da un leve respingo ante mi creciente furia y asiente con fervor — Ahora, largo.
Ella me mira con sus ojos grises cristalizados y rápidamente agarra sus cosas y se va dando un fuerte portazo.
Silencio, soledad, oscuridad.
Dejo salir un largo y pesado suspiro; me volteo nuevamente para mirar las brillantes luces de la ciudad.
He estado tan concentrado en mis pesares que no me he presentado como se debe; mi nombre es Matthew West, tengo 29 años y en cierto punto puedo llamarme a mí mismo como un exitoso multimillonario o eso he visto en algunas revistas sin importancia.
No importa cuánto dinero posea, cuanta fama o cuantas mujeres tenga; mientras no pueda olvidar a mi dulce Amber no soy capaz de estar completo.
O no estaré completo hasta tener a Amber.
Se estarán preguntando ¿Quién es Amber? Bueno… Amber es mi todo y a la vez mi nada; es mi sombra, esa que me atormenta y me seduce al dormir; es mi tormento, ese que no quiere abandonar mi mente; es mi deseo, ese que recorre con furor mis venas; es mi mundo entero, ese que quiero construir solo para ella; es mi recuerdo inolvidable; es mi todo…
Para ser más precisos ella fue un gran amor de mi adolescencia, que a raíz de nuestro distanciamiento se fue volviendo una viva obsesión, un recuerdo que vive bajo mi piel y en lo más profundo de mi corazón.
Atesoro este sentimiento con mi vida entera.
Lo más curioso de todo; es que entre Amber y yo jamás hubo nada más que una bonita amistad. Yo siempre estuve enamorado de ella, pero ella me veía como su hermano, como su mejor amigo, como su fiel confidente; pero aun así, yo seguía deseando más, aunque era muy tímido y nunca le dije lo que sentía por miedo a su rechazo.
Ella sigue presente en mi mente y ahora más que nunca la tengo incrustada en mi piel; la recuerdo a la perfección. Ella poseía una sonrisa tan dulce y encantadora que le quitaba los males a cualquier persona que la observará, sus ojos color café eran comunes pero había algo en ellos que la hacían ver extraordinaria y espectacular ante mis ojos; sus facciones eran delicadas y hermosas, parecía una muñequita de porcelana.
Era perfecta.
Y no solo su físico, sino que también tenía un corazón puro y bueno, se preocupaba porque los demás estuvieran bien y si no lo estaban ella se encargaba de que se sintieran mejor.
Suspiro sin poder evitarlo al pensar en ella.
Hablo en pasado porque hace 10 años que no sé de ella; su familia por parte materna era oriunda de Italia, regresaron allá a reunir a su familia y ella se tuvo que ir de mi lado.
La vida me arranco una parte de mi corazón.
Cada vez me pregunto ¿Cómo estará ella? ¿Habrá cenado? ¿Estará bien? ¿Será feliz? ¿Me extrañará? ¿Siquiera me recordará?...
Preguntas, preguntas y más preguntas y lo peor de todo es que no hay ni una sola respuesta para calmar esta llama que arde en mi interior.
Este sentimiento abruma mi corazón e inquieta mi alma. La sigo amando a pesar de los años, es un amor no correspondido, pero es amor y uno difícil de olvidar.
Esa sombra atormenta y deleita mis sueños.
Me atrevo a llamar a Amber “sombra” porque si bien la recuerdo a la perfección, ya pasaron muchos años desde eso y ella ya debió haber cambiado mucho; pero debe seguir siendo tan perfecta.
Lo que recuerdo de ella es nítido, recuerdo su dulce voz, su sedoso cabello, su hermosa sonrisa, su delicado rostro, sus ojos que me tenían hechizado….
—¡Oh, Amber!- exclamo doliente a la enorme y lejana luna que corona la noche entre casi invisibles estrellas; ella es la única testigo de mi constante sufrimiento — ¿Por qué Nunca Pude Olvidarte?...