Me veo al espejo y me siento satisfecha con el resultado. Mi padre amará verme vestida así, ya que desde el fatídico día, no me había arreglado tanto.
Un vestido rojo fuego, ceñido al cuerpo, sin magas, cuello alto. ¿Sencillo? Para nada. Es corto en la pierna derecha, dejando mucho a la imaginación, pero con una cola cayendo en picada en la pierna izquierda en una especie de cascada. Tiene dos rayas blancas resaltando toda mi figura, mis pechos, mi cintura, mis piernas gruesas, todo mi cuerpo. Mi cabello está liso y mi maquillaje es dramático, tacones negros de aguja. Y listo, No escatime en verme sensual, exquisita y llamativa.
Si Erick Butler cree que estaré toda la noche a su lado pareciendo insignificante, está muy equivocado. ¿Quiere que sea su compañera? Pues que se atenga entonce
