Seis de la mañana y mi alarma suena. Abro mis ojos observando el techo mientras me quedo pensando en sus palabras. “No soy lo que supones de mí.” Eso ha retumbado en mi mente durante toda la noche. Tal vez, solo tal vez, me he equivocado un poco con respecto a Erick Butler. Quizás él es un hombre agradable y yo soy la que lo está juzgando mal. Ayer, desde que se fue de mi departamento me he sentido un poco avergonzada por mis actitudes, y me cuesta, realmente me cuesta admitirlo. Durante toda mi vida las personas, mayormente del sexo opuesto, me han tratado con lástima, burla, reproche y hasta odio, únicamente por ser gorda, por tener unos kilos de más me han considerado menos, la burla y objeto de señalaciones y bromas pesadas. Por ese motivo soy como soy, por eso me comporto de manera al