Capítulo 16: Desafíos del Pasado

1241 Words
Justino estaba paseando con Melani por el campo, disfrutando de la brisa fresca y el sol cálido. Su risa llenaba el aire, y sus miradas cómplices hablaban de un amor que iba creciendo día a día. De repente, el padre de Justino apareció, su expresión severa y su postura rígida. "Justino", dijo su padre con una voz que no admitía réplica, "necesito hablar contigo ahora mismo". Melani se detuvo, sintiendo la tensión en el aire. Justino le apretó la mano suavemente antes de soltarla. "Tranquila, mañana te cuento lo que quiere mi padre ahora. Ve a tu casa, nos vemos mañana", le susurró antes de seguir a su padre. Melani asintió, aunque la preocupación la invadía. Se dio la vuelta y comenzó a caminar de regreso a su casa, sus pensamientos revueltos. Sentía un nudo en el estómago, preocupada por lo que podría estar ocurriendo entre Justino y su padre. Justino siguió a su padre unos pasos, y cuando estuvieron lo suficientemente lejos de Melani, su padre se volvió hacia él con una mirada dura. "Esa chica, Melani, ¿sabes quién es?", preguntó, aunque ya conocía la respuesta. Justino asintió, preparándose para lo que vendría. "Sí, papá, sé quién es. Es la hija de tu antiguo amigo." "Amigo", escupió su padre la palabra con desprecio. "Fue mi amigo, pero me traicionó. Se casó con la mujer que yo amaba. No puedo permitir que te sigas involucrando con esa familia." Justino levantó la barbilla, decidido a defender su amor. "Papá, amo a Melani. Sé que no estoy a la altura de su belleza y gentileza, pero me esfuerzo cada día para merecer tan solo una mirada suya. Y si ella me acepta, no la dejaré. No voy a separarme de ella por tus conflictos antiguos." El rostro de su padre se endureció aún más, y en un arranque de ira, le dio un cachetazo a Justino. "Muchacho insolente, ¿cómo te atreves a darle la espalda a tu familia por una mujer? Y menos por alguien de esa familia indeseable. ¿Qué vas a hacer sin nuestro apoyo? Aquí tienes trabajo, sueldo, techo y familia. ¿Eso no vale para ti?" Justino se frotó la mejilla donde había recibido el golpe, manteniendo la mirada firme en su padre. "Papá, lo aprecio todo, pero el amor que siento por Melani es más fuerte que cualquier cosa." La ira en los ojos de su padre se mezcló con una tristeza profunda. "No puedes ser tan ingenuo, Justino. El amor no lo es todo. La vida es dura, y necesitas el apoyo de tu familia. ¿Estás dispuesto a sacrificar todo por ella?" Justino asintió sin dudar. "Sí, papá. Estoy dispuesto a sacrificar todo por Melani. Porque sé que mi vida sin ella no tendría sentido." El padre de Justino se quedó en silencio por un momento, sus pensamientos luchando entre la tradición y el amor que sentía por su hijo. Finalmente, habló con una voz que intentaba ser firme pero que mostraba una g****a de emoción. "Solo por amor a tu madre te daré unas semanas para que te decidas. Espero que elijas bien." Con esas palabras, su padre se dio la vuelta y se fue, dejándolo solo en medio del campo. Justino se quedó allí unos momentos, procesando todo lo que acababa de pasar. El eco del cachetazo aún resonaba en su mente, y la dureza en la voz de su padre parecía aferrarse a él como una sombra. Miró el campo que lo rodeaba, el mismo campo en el que había crecido, donde había aprendido a montar caballos y a amar la vida sencilla de la tierra. Pero ahora, este lugar que había sido su hogar se sentía como una jaula. Cerró los ojos y respiró hondo, dejando que la brisa le acariciara el rostro. Recordó la primera vez que había visto a Melani, cómo su risa había iluminado el lugar y cómo sus ojos reflejaban una libertad que él siempre había anhelado. Cada momento que había pasado con ella era un tesoro en su memoria: las conversaciones bajo el cielo estrellado, los paseos por el campo, y ese primer beso que le había robado el aliento. Sabía que su decisión estaba tomada. No podía imaginar un futuro sin ella. No importaba cuántas veces su padre le hablara de responsabilidad y tradición, porque el amor que sentía por Melani era más fuerte que cualquier otra cosa. Recordó las palabras de su padre: "Solo por amor a tu madre te daré unas semanas para que te decidas. Espero que elijas bien." Justino sabía que para él, elegir bien significaba seguir su corazón. Se iría al pueblo de Joaquín, donde le habían ofrecido trabajo entrenando caballos, una casa y un mejor sueldo. Había pensado mucho en esa oferta, pero ahora la veía como una oportunidad de empezar de nuevo, de construir una vida junto a Melani lejos de los rencores y conflictos del pasado. Abrió los ojos y miró hacia el horizonte. La convicción en su corazón era clara y firme. Estaba decidido a empezar una nueva vida, una vida que él mismo elegiría, donde podría amar sin restricciones ni sombras del pasado. Cada paso que daba hacia esa nueva vida estaba lleno de esperanza y determinación. Sabía que Melani era su futuro, y estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para estar con ella. Con un último vistazo al campo que había sido su hogar, Justino se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia el futuro que había decidido forjar. Esperaba con todo su ser que Melani quisiera irse con él, que ella compartiera su sueño de una vida juntos, libres y felices. La decisión estaba tomada, y no había vuelta atrás. Justino estaba listo para enfrentar lo que viniera, con la esperanza de que el amor verdadero superara todos los obstáculos. Al día siguiente, Justino se dirigió al lugar donde había prometido encontrarse con Melani. La encontró esperando bajo el gran roble que solía ser su punto de encuentro secreto. La preocupación era evidente en su rostro, y al verlo llegar, sus ojos se llenaron de una mezcla de alivio y ansiedad. "¿Todo bien?", le preguntó Melani, buscando respuestas en los ojos de Justino. Ella podía sentir la tensión en el aire y sabía que algo importante había sucedido. Justino tomó sus manos, sintiendo la calidez y suavidad de sus dedos entrelazados con los suyos. La miró con una mezcla de amor y determinación, sabiendo que estaba a punto de hacer una de las declaraciones más importantes de su vida. "Melani," comenzó, con voz firme pero suave, "ayer hablé con mi padre y... no fue fácil. Me dio un ultimátum, pero he tomado una decisión." Melani lo miró con intensidad, sus ojos llenos de preocupación y curiosidad. "¿Qué decisión, Justino?", preguntó, temiendo la respuesta pero sabiendo que debía escucharla. "Quiero estar contigo, pase lo que pase," dijo Justino, sus palabras cargadas de sinceridad. "He decidido irme al pueblo de Joaquín. Allí tengo una oportunidad de trabajo entrenando caballos. Será una nueva vida, lejos de los conflictos del pasado. Quiero que vengas conmigo, Melani. No puedo imaginarme sin ti. Pero sé que esto es mucho pedir, y también sé que tal vez quieras casarte antes de dar un paso tan grande." Melani sintió una oleada de emociones. Su corazón latía con fuerza mientras procesaba lo que Justino le decía. Sabía que esta decisión cambiaría sus vidas para siempre.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD