Empezar de Cero

Capítulo 9

Pov Santana.

9 meses de prisión.

Mi vientre ya se dio a conocer al mundo, bueno tan al mundo, no porque aún estoy encerrada en este lugar. Mi padre me informa que el mejor bufe de la ciudad le dieron una cita para casi 50 días más, pero son días hábiles y solo ha pasado uno de eso.

Pero tiene esperanza que lo atienda, yo solo siento pena por su optimismo, don Erick, mi segundo abogado, sufrió un atentado en su vehículo, aunque todos dicen que fue por fuga de gas.

Las chicas más reticentes me han preguntado el porqué me está pasando esto, el porqué me están bloqueando mi salida y les he contado que solo soy una persona normal que, de un día para otro cayo a este lugar, sin saber el porqué.

Terminamos con la charla nocturna que hemos adoptado, en donde hablamos de todo y nada, pero cuando termino de guardar las sillas, un chorro de agua cae de mí entre pierna, llamo a la guardia que se acerca y me ayuda a llegar a enfermería.

Me dejan en la camilla y me revisa, me informan que ya estoy dilatada para empujar, y no termina la frase y un grito sale de mi garganta, el dolor es insoportable, grito y pido que me saquen a mi bebé.

12 horas después mi bebé está en mis brazos, es una pequeña muy hermosa, cuando crees que has amado alguna vez, nada se compara cuando tienes a tu hijo en tus brazos. Le pido a margarita si puede llamar a mi padre para que me traiga las cosas de mi pequeña Rayen.

No sé cuánto tiempo pasa, que despierto con mi padre a mi lado, con mi hija en sus brazos, me indica que le informaron del nacimiento y trajo las cosas lo más rápido que pudo, también que la encargada le informo que después de un año podría llevarse a mi hija.

Pasan los días y cuando me dan el alta, llego a mi celda, donde me encuentro con la sorpresa que las chicas me han armado la cuna de mi preciosa hija y han decorado todo. Mis ojos se inundan de lágrimas por el gesto, todas las chicas la miran y me felicitan por lo hermosa que es.

Pasan una semana y mi padre viene como siempre de visitas, pero me indican que los nuevos horarios de visitas serán de 11:00 a 12:00 solo los miércoles. Solo asiento.

Él toma Rayen entre sus brazos y sé que está dichoso por ser abuelo, el tiempo desgraciadamente pasa rapidísimo y él se retira.

Un mes después, este tiempo que ha pasado mi padre como cada miércoles llega con cosas para su nieta y me dice que lo llamaron para confirmar la cita con V&S S.A. y no puedo negar que mis esperanzas florecen nuevamente en mi interior.

Ya es un año de encierro y las noticias siguen saliendo y mi rostro por todos lados está, pero esta vez tengo gente que pide mi liberación porque, si dos de mis abogados han muerto por tratar de defenderme, es porque alguien me quiere dentro, pero yo no conozco a nadie importante.

Solo sonrió por esas especulaciones, ya que ni yo sé por qué estoy aquí, mi padre nuevamente se retira, y cuando voy a darme la vuelta, el padre de Liam aparece, la mirada al pequeño bulto en mis brazos tiene toda su atención. Me acerco y la toma en sus brazos, sus ojos se llenan de lágrimas, acaricia su rostro y me doy cuenta de que entre sus ropas deja una nota, le besa la frente y me da a mi hija, antes de irse me dice.

. — NO PIENSES QUE ME HE OLVIDADO DE TI, PEQUEÑA ERES COMO MI HIJA Y ESTAMOS BUSCANDO PODER SACARTE DE ESTE LUGAR, OKEY.

Me voy a mi celda y dejo rayen en su cuna y hago como que estoy cambiando a mi niña. Ante a mí aparecen una foto de una pareja de hombres, a quienes ni en pelea de perros he visto. Pero después un párrafo me deja más confundida que antes.

Cuando quiero empezar a descifrar, me indican que la directora me mando a llamar, tomo a mi hija, pero me indican que no puedo llevarla, la custodia me indica que mi compañera de celda se quedara.

Corro por los pasillos para poder llegar luego y así poder volver luego, a penas llego un hombre me recibe y me doy cuenta de que es el de la foto, me dice que vino a que firme una declaración de culpabilidad y él llegara a un acuerdo con el juez para que solo pague 5 años, pero que me la rebajen en 4 por el año que he estado en este lugar.

Lo miro con perplejidad y niego, jamás voy a reconocer haber hecho algo, sabiendo que jamás lo hice.

ESTÁ LOCO SI ME CULPARE DE ALGO, SIENDO INOCENTE.

Jamás lo haré y si usted cree que voy a caer en su juego siniestro, pues está muy equivocado. Con esas palabras me marcho, antes de cruzar la puerta el tipo me dice en voz alta.

. — CUIDADO CON TU HIJA, MIRA QUE LOS BEBÉS PEQUEÑOS SUELEN MORIR DE MUERTE SÚBITA.

Paro de golpe y lo miro con miedo, doy dos pasos hacia atrás, corro con toda mi fuerza como si mi vida dependiera de eso, y si lo es mi hija está sola en una habitación. Cuando estoy llegando a mi pabellón veo que está siendo consumido por las llamas.

Trato de ingresar, pero las guardias me detienen, yo forcejeo para poder ir por mi bebé. Pero es inútil, cuando dejo de moverme ellas dejan de ejercer presión y en ese momento corro y escucho llantos y gritos.

Cuando llego la puerta está cerrada, la toco, pero mis palmas se queman y por gracia de dios a unos metros está el baño, saco la manguera de emergencia roció toda la habitación y veo a mi hija en los brazos de mi compañera ambas están inconscientes, así que tomo las frazadas y las empapo y las pongo encima de ellas y con un gran esfuerzo las saco a rastras.

Cuando las demás ven que estoy saliendo se acercan a mí para ayudarme, tomo a mi hija, pero está tan quieta que mi corazón se detiene, le busco signos vitales, pero nada, la pongo en el suelo y le hago RCP, me sacan de encima de mi hija, pero me niego a dejarla.

. — por favor déjame revisarla. — me dice la doctora del recinto mirándome con pena.

Caigo y miro atentamente todo, mis ojos se nublan a causa de las lágrimas, cuando termina ella solo niega, yo tomo en mis brazos a mi hija, susurro que ella está bien, que solo está durmiendo.

Las miro y ellas lloran, pero les pido silencio, la meso entre mis brazos, la directora se me acerca y pone su mano en mi hombro.

. — SANTANA, DEBES ENTREGAR EL CUERPO DE TU HIJA.

¡NOOOO! ELLA SE QUEDA CONMIGO..........

VA A DESPERTAR Y LLORARÁ POR SU MAMÁ.......

Shuuu, bebé, nadie te llevara, mamá te cuidara, okey… digo en un susurro.

¡NO TE ALEJARAN DE MI BEBÉ! …— digo una y otra vez.

Hasta que el doctor y unas enfermeras se acercan, me indican que deben hacerme curaciones en mis brazos, solo niego, pero se acercan y me arrebatan a mi hija.

Me afirman entre las dos enfermeras, pero no me quedo mucho tiempo porque corro un poco y llego al lado de mi bebé.

¡ES MI HIJA NO PUEDEN QUITÁRMELA!, no me doy cuenta cuando nuevamente tengo a dos hombres sosteniendo mis brazos, mis pies golpean todo lo que se les atraviesan

Hasta que una voz familiar me llama despacio. — Hija, por favor, deja que te revisen, por favor, no puedo perderte también a ti.

Papito. — lo llamo con mi rostro cubierto de lágrimas. — mi bebé, es lo único que puedo decir.

. — lo sé pequeña, lo sé.

Caigo al suelo de rodillas con mi alma destrozada completamente, mi padre se acerca y solo lo veo asentir, veo como se llevan el pequeño cuerpo de mi bebé.

Los gritos desgarran mi garganta, pero el dolor de mi alma, de mi corazón hacen un socavón porque mi pequeña Rayen se lo lleva con ella. Mis ojos pesan y caigo en una oscuridad profunda.

1 semana después….

Cuando despierto me encuentro en una sala blanca, y para ser más precisas estoy atada a una cama, lo que me indica que debía haber estado en un estado de shock.

Miro todo a mi alrededor, no siento nada, hasta que entra mi padre con una enfermera y me sacan las correas, yo solo asiento y me pongo en posición fetal.

Antes que la chica se retire le digo. — perdón por si dañe a alguien. — digo en voz baja, ella solo me mira con pena y me dice con una sonrisa sincera, no te preocupes.

No sé cuándo caigo nuevamente en un sueño en donde estoy con mi hija en mis brazos, ella camina a mi lado. Luego la veo correr a mi alrededor.

Despierto, no porque yo quiera, sino porque el padre de Liam está con mi padre y me informan que debo regresar hoy al reclusorio, solo los miro y asiento.

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SORRY POR ESTE CAPITULO, PERO DEBIA SER.