Esa noche prometía ser muy divertida, ambas chicas estaban muy entusiasmadas escogiendo sus atuendos para salir y entre risas se imaginaban que la suerte estaba de su lado, por lo que de seguro conocerían al chico de sus sueños. Laura se lo imaginaba alto y atlético, pero Cristina le insistía que había muchas cosas negativas con fantasear tanto. —Mejor nos concentramos en pasarlo bien, que lástima que Valeria no quiso acompañarnos. —Comentó mientras se probaba el quinto par de zapatos que combinaran con su atuendo. —¡Estos sí! —No iba a venir con nosotras si puede estar con Santiago, ella no es muy de fiestas. Luego de media hora más alistándose ya estaban listas y dispuestas a dejar la casa de Laura. A media cuadra de distancia pasaban taxis durante toda la noche así que se encaminaron