Magnus.
Respiro profundo, observo a ambos lados esperando que aparezca alguna clase de ángel divino que pueda salvarme en estos momentos pero ciertamente, no hay nadie y yo... tendré que hacerlo. No tengo otra opción.
Taylor juega en el piso de la sala, la televisión está encendida en su programa favorito el cuál descubrí gracias a que estaba haciendo zappíng anoche para ver el partido de fútbol, por error pasé por los programas para niños y comenzó a llorar cuando vio a unos perros pequeños hablando.
Comenzó su berrinche, por más que intenté poner lo que en verdad deseaba ver, terminé dejando ese canal y desde entonces no he podido ver nada en la televisión.
Poco a poco va adueñándose de las cosas. Ya tomó la sala, tomó el primer piso, en general toda mi casa ahora está cubierta d
