CLARISSE Apago la televisión de la sala de estar y decido que es hora de ir a dormir, porque mañana toca volver al trabajo. Me estiro levemente y camino hasta mi habitación, pensando en que extraño la compañía de Elena. Tomo mi celular y reviso mis mensajes, descubro que Ricardo me ha escrito, pero decido que no contestaré sus mensajes hasta que me sienta un poco más clara respecto a lo que sucedió la noche anterior. No quisiera darle más ilusiones de las que quizás ya se hizo, porque en estos momentos mi cabeza es un lío y me lamento de haber cometido un error al apresurar las cosas. Escucho unos golpes en la puerta que me descolocan, porque es muy tarde y no esperaba visitas. Abro levemente la puerta y al ver de quién se trata siento un retorcijón en el estómago. —Te necesito, prin