¿Me fui unas cuantas horas y ya extrañaba mi “olor a rosas”? Omitiendo lo de asfixiante… ¿de verdad cree que huelo a rosas? Y eso que esta mañana ni me bañé. Argh. No debería sorprenderme tanto por lo que dijo, de seguro estaba bromeando. Una broma de malísimo gusto, por cierto. Pero el que se haya alejado, dejándome sola después de dispararme semejante frase, no confirma que sea una broma. Me la he pasado toda la semana dudando después de ese día. Peor aún, no hemos vuelto a hablar. Como que se anda escapando de mí o seguramente se dio cuenta de lo extraño que sonó lo que me dijo, y decidió mantener la distancia. Qué sé yo. Quizás los italianos son así. Y ahora estoy hablando de otra cultura como si fuesen extraterrestres. ¿Qué va mal conmigo? Hoy voy a pintar y con pintar me ref