Fernanda se quedó pasmada durante un momento ante el comentario de Patricia. El golpe de pensamientos e ideas le aturdieron la cabeza al saber que Yan, después de todo, era el hombre más codiciado del mundo. Podía tener a quien sea a sus pies, y tal parecía que lo había logrado con ella. Se odió así misma por haber caído de una manera tan fácil. Varias de las mujeres se echaron a reír ante el comentario de la señora Palacios. Sus risas sonaron tan fuerte, que por un momento Fernanda pensó que la banda quedó opacada en todo el salón por ellas. — Por favor Paty, todo mundo sabe que Yan Boyer trabajó recientemente con Priscila en una campaña por la protección de los animales en peligro de extinción. Si se les vio juntos fue por trabajo definitivamente —contestó Minerva— pero la prensa ama