La sesión fotográfica fue una verdadera tortura para mi. Siempre creí que ser modelo sería más divertido y alegre, pero la verdad es que realmente es agotador. Tuve que posar en diversas poses tontas durante mucho tiempo y forzar mis sonrisas, las cuales tenían que verse despreocupadas y genuinas. Pero eso fue precisamente lo duro y dificil en mi caso. Forzar mis sonrisas... Fingir que soy libre, ligera, feliz, inocente, delicada, AUTENTICA y PURA. Esa palabra casi me hace reir debido a lo sarcástica de la misma. Y la susurró el fotógrafo profesional cuando modelé un vestidito floral y vaporoso ideal para las jovencitas. Gracias al maquillaje, se pudo esconder el golpe que mi amigo me propinó en mi mejilla. Aún me duele si me tocan, aunque sea delicadamente para retocar mi maquill