ZARA
Cuando finalmente doy mi discurso, siento que un peso enorme se ha levantado de mis hombros, miro hacia mis seres queridos y todos tienen enormes sonrisas de orgullo en sus rostros, mi madre incluso está llorando de felicidad y trato de contener las lágrimas al pensar en lo mucho que desearía poder ver a mi padre sonriéndome orgulloso también.
Pero es la mirada de Tom, la cual no sólo está llena de orgullo, sino también de admiración y algo más que no logro descifrar del todo y me hace poner los pelos de punta, sus ojos son como imanes y por casi un minuto entero sostengo su mirada, hasta que escucho a alguien carraspear al lado mío y me giro levemente para ver a Dominic de pie junto a mí, también sonriéndome.
Él me envuelve en un gran abrazo, muy extraño en él y luego, como si fuera poco, me besa, así sin más, me da un beso de esos en los que sólo junta sus labios con los míos, pero sin abrir la boca, y por supuesto, sin usar la lengua, yo estoy completamente atónita, ¿A qué carajos se debe esto?
Lo miro con una mirada confundida y él me guiña un ojo antes de susurrarme rápidamente “La prensa está aquí, sonríe,” así que volteo hacia las cámaras y les doy mi usual sonrisa falsa, la que guardo para este tipo de ocasiones y que con los años he aprendido a dominar para que no se vea forzada.
Por mi visión periférica puedo ver a Tom mirándome directamente con bastante intensidad, es tan fuerte el sentimiento que me recorre el cuerpo al sentir su mirada penetrante sobre mí, que siento un escalofrío viajar desde mi nuca hasta la parte baja de mi espalda y me estremezco levemente, Dominic siente mi leve temblor y me pregunta si tengo frío, pero yo niego con la cabeza.
Tan pronto como las cámaras se van, yo volteo a ver a Dominic con una mirada cuestionadora, esperando a que él me explique qué acaba de pasar y lo encuentro mirando a Tom con curiosidad.
“Y ese quién es? Nunca lo había visto, ¿él me conoce?” él me pregunta.
“No lo creo, es un trabajador de la empresa y amigo de Lucy, ¿por qué preguntas?” le inquiero.
“Es sólo que he notado que me ha mirado extraño durante un buen rato,” él me responde y al ver que muerdo los labios con incomodidad, agrega: “Acaso tú y él…?”
Yo asiento levemente, pues no tiene sentido mentirle a Dominic, siempre hemos sido sinceros sobre cómo nos sentimos respecto a otras personas, nunca hemos tenido problema en admitir si alguien nos parece atractivo o si hemos salido con alguna persona que se encuentre presente en el lugar.
Dominic se ríe al ver mi respuesta, y mi curiosidad aumenta, así que le enarco una ceja y él me explica: “Se nota, pues al parecer él no te ha superado, sus celos son evidentes,” me dice con un tono socarrón.
“No lo creo, sólo tiene curiosidad,” miento y él sacude su cabeza con incredulidad.
“Bueno, basta de ese tema, ¿me vas a explicar qué fue eso? Pensé que no hacíamos demostraciones de ese tipo en público,” le pregunto y me sorprendo al ver un flash de culpabilidad cruzar su rostro.
“De hecho, quería hablar contigo de eso, creo que es hora de hacer nuestra relación pública, es decir, hacerla oficial ante el público, con etiquetas y toda esa estupidez,” él me dice y yo lo miro con la boca ligeramente abierta.
“Qué? ¿Por qué?” exclamo confundida, “Pensé que estabas bien con el tipo de relación que tenemos ahora,” le digo y él asiente.
“Si, lo estoy, créeme que preferiría ese tipo de relación por sobre cualquier otra, pero no me queda otra opción Zara, me informaron sobre una nota periodística que van a sacar en estos días en donde supuestamente me desenmascaran, son un montón de mentiras, básicamente dicen que soy el Marqués de Sade, Christian Grey y Una prostituta común, todo en uno, dicen que tengo tendencias sadistas y que me acuesto con todo lo que se mueva, sin importar si es hombre o mujer, sabes lo que eso le puede hacer mi negocio, tengo que actuar ya,” él me explica en un tono urgente que no le había visto usar antes.
“Y tienen algo de verdad esas afirmaciones? Es decir, ¿podrían sacar algún tipo de evidencia contra ti?” le pregunto con cautela y él niega con la cabeza.
“No, ellos sólo hablan de una fuente anónima, pero no es cierto, o sea, sabes que me gusta hacerlo rudo, incluso de vez en cuando atar las manos o usar una venda en los ojos, pero eso es todo, yo no he hecho ninguna de esas cosas de las que me acusan” él me dice y yo le creo, pues Dominic es una de las pocas personas en las que confío plenamente.
“¿Es por eso que actuaste así antes? ¿Estás tratando de matar los rumores antes de que empiecen?” le pregunto y él asiente.
“Lo siento por tomarte así desprevenida, quería hablarlo contigo primero, pero mi estúpido asistente puso mal la hora del discurso y por eso no pude llegar antes,” él me dice con un tono de molestia y yo me río, pues siempre bromeo con él diciéndole que cambia más de asistente que de ropa interior.
“Asumo que mañana tendrás nuevo asistente,” le respondo y él se ríe también, pero luego su expresión cambia a una de seriedad.
“Zara, ¿no te molesta que la relación se haga pública? Si no estás de acuerdo entonces puedo tratar de buscar a alguien más, pero realmente espero que aceptes, sólo confío en ti para esto,” él me dice en tono suplicante.
Yo lo dudo por un momento mientras miro hacia donde Tom está hablando con mi familia y mirando de vez en cuando hacia nuestra dirección, no sé qué hacer, él acaba de regresar y por lo que me dijo, tiene toda la intención de retomar lo que dejamos hace tres años, pero aún no sé si sea lo correcto.
Iniciar algo con Tom sería muy complicado y lo que menos necesito son complicaciones en este momento de mi vida, en donde estoy empezando la que es quizá la etapa más significativa en mi carrera, no puedo empezar una relación ahora, necesito tiempo y espacio para enfocarme en mi y en la empresa, y sé que Tom no me podrá dar eso, mientras que Dominic entiende perfectamente mi situación porque él mismo se encuentra en una similar, con él ya tenemos un sistema establecido, ya sabemos qué es lo que el otro quiere y necesita y en vez de ser una carga, nos ayudamos mutuamente.
Así que eventualmente termino aceptando la propuesta de Dominic de hacer la relación pública y mientras miro furtivamente a Tom por última vez, tengo que hacer uso de todo mi auto control para no arrepentirme de mi decisión, es lo mejor por ahora, tal vez en un par de años más cuando mi posición como CEO esté consolidada, pueda considerar tener algo con él.