Miss CEO (Versión en Español)

CAPÍTULO VEINTITRÉS

ZARA

Tan pronto como me acomodo en mi asiento en primera clase, caigo dormida como piedra, estoy cansada, mi hombro me duele y debo tener las ojeras más horribles después de la noche de mierda que tuve, lo sé porque la azafata me dio una mirada preocupada y cuando le pedí agua para poder tomarme la pastilla para dormir que Susan me consiguió esta mañana, no dudó en traérmela incluso cuando aún seguían entrando personas al avión y se suponía que ella debía atenderlas primero.

Después de que Tom se fue de mi habitación anoche, me quedé pensando en lo que me dijo, caminando de un lado a otro de mi habitación y teniendo un ligero ataque de ansiedad cuando me di cuenta que él no iba a regresar, traté de acostarme e intentar dormir, pero no pude, también traté de ver una película, pero definitivamente fue una pérdida de tiempo.

En ese momento me di cuenta lo mucho que me hacía falta tener una amiga con quien hablar las cosas, lo más parecido que tuve a eso fue Kate, quien resultó ser una víbora mentirosa, hipócrita y cizañera, por lo que después de ella realmente no me acerqué mucho a otras mujeres, lo más cercano a amigas que tengo son Lucy y Mía, lo cual no cuenta porque Lucy pronto será mi cuñada y Mía es su mejor amiga.

Aún así, llamé a Lucy con la esperanza de que eso no le pareciera muy extraño y ella me contestó casi de inmediato, después de preguntarme cómo seguía del dolor en mi brazo, empezó a hacerme preguntas sin cesar, pues ella sabía que Tom también estaba en el viaje y de alguna forma supo que mi llamada tenía que ver con él.

Terminé contándole todo lo que había pasado y ella, para mi sorpresa, resultó siendo una gran consejera, realmente escucho lo que estaba diciéndole y se puso en mis zapatos, pero también me dio una dura dosis de realidad, diciéndome que, si seguía haciendo eso con Tom, él eventualmente se iba a cansar y se iba a ir, tal como ella lo hizo con Joshua.

Me preguntó si realmente era feliz con Dominic, si me veía teniendo un futuro con él, si me veía en cinco años aún viéndome con él sólo en eventos y fingiendo ser la pareja perfecta, para luego llegar a un apartamento vacío y repetir la misma rutina todos los días, lo cual me hizo sentir un vacío enorme al darme cuenta que esa ha sido mi vida por los últimos meses, eso es hasta que este viaje empezó.

Y así fue como llegué a la conclusión de que en los últimos días me he sentido más feliz que en los últimos años, me di cuenta que estos días había pasado mis horas esperando con ansias a que se hiciera de noche para poder ir a mi habitación en donde sabría que Tom llegaría a estar a mi lado.

Por lo que después de la larga conversación que tuve con Lucy, me levanté de la cama, le escribí un mensaje a Dominic pidiéndole que nos viéramos cuando volviera porque teníamos que hablar y me dirigí a la habitación de Tom, dispuesta a hablar con él sobre todo lo que está pasando entre nosotros y a tratar de llegar a un acuerdo con él sobre cómo podríamos manejar esto sin que se convirtiera en una carga o molestia para nadie.

Tenía toda la intención de decirle que estaba dispuesta a intentarlo, que no quería esconderlo como él pensaba, pero que necesitaba tiempo para poder organizar todo de manera que la noticia de nuestra relación no afectara mi rol en la compañía, ni su trabajo; realmente quería ver su cara cuando se lo dijera y quería terminar la noche abrazada a él después de hacer el amor, sólo para encontrarme con que él ya había encontrado a alguien más para ello.

¡Y vaya que fue rápido!

Sólo habían pasado un par de horas desde que estaba en mi habitación robándose mis gemidos y mis suspiros, y ya él estaba con otra mujer en su habitación semi desnudos y evidentemente alcoholizados.

No sé cómo fui capaz de contenerme en ese momento, no sé cómo obligué a mi cuerpo a moverse y regresar a mi habitación, pero tan pronto la puerta se cerró, me desplomé en el suelo y lloré como no había llorado en mucho tiempo, no me había sentido tan mal desde que mi padre falleció, y antes de eso, la única vez en que me había desmoronado de esa forma, fue el día en que me despedí de Tom y tomé un vuelo a otro continente para escapar de mis sentimientos, sin saber que pasaría más de catorce horas llorando sin parar.

Anoche no fue diferente, sentí todo el peso de lo que ha estado pasando en los últimos años, sentí la soledad que me ha acompañado desde que me despedí de Tom antes de su viaje y desde que invertí todo mi tiempo y energía en mi carrera, sentí las secuelas de años en los que me he preocupado por mis logros académicos y profesionales mientras dejaba de lado mi vida personal, me sentí muy sola y muy estúpida por creer que un hombre podría llenar ese vacío.

Y cuando las lágrimas se secaron en mis mejillas, empaqué mi maleta y decidí volver un día antes para poder tener tiempo suficiente de poner en orden mi vida antes de volver a empezar el lunes como si nada hubiese pasado, y completamente decidida a no dejarme afectar de esta forma por nadie en el futuro.

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Cuando el avión está a punto de iniciar el descenso, la azafata me despierta para que enderece mi silla y siento que mi cabeza está a punto de estallar, todo el cuerpo me duele y realmente creo que si tendré que visitar a mi médico después de todo.

Tan pronto como aterrizamos, prendo mi teléfono y me encuentro con una  docena de mensajes de Tom, pero los borro todos sin siquiera abrirlos, luego voy al resto de mensajes, incluyendo un par de mensajes de Dominic en donde me pregunta si estoy bien y acepta verse conmigo para hablar, también hay uno de Lucy en donde me pide que nos veamos tan pronto como llegue, el tono del mensaje denota urgencia, por lo que espero que no se trate de Tom y que él no haya ido con Lucy para que ella me trate de persuadir de algo, pues de ser así, no volveré a confesarle nada a ella en el futuro.