ZARA
Los empleados están inquietos por la constante presencia de la policía en la compañía, se siente como si estuviésemos haciendo una inquisición dentro de la empresa y eso no me gusta en absoluto, no quiero que los empleados sientan que no confiamos en ellos y por lo tanto empiecen a crear sentimientos defensivos en contra de la compañía. Esto está muy mal, no debería estar pasando, y sólo puedo esperar que acabe rápido para que todos podamos volver a nuestra vida usual.
Tom me contó que ayer fue entrevistado por el detective Muller, me dijo que le había hecho algunas preguntas normales y otras no tanto, acerca de su tiempo en Tokyo y también sobre su vida personal, me dijo que le daba la sensación de que, por alguna razón, el detective lo había puesto como un objetivo o como sospechoso, y que pareciera haberse convertido en el blanco o en uno de los blancos de la investigación y por esa razón estaba preocupado.
Sin mencionar con que las respuestas evasivas de Tom sobre aspectos privados de su vida, como el plano romántico, no hicieron sino exacerbar las dudas del detective, o al menos esa fue la impresión que tuvo Tom, y él no suele hacer ese tipo de comentarios sobre las personas tan a la ligera, por lo que sólo puedo pensar que tiene razón; me gustaría haber hablado con Dominic antes y así haberle dicho a Tom que podía hablar tranquilamente sobre nosotros, pero como eso no fue posible, ahora queda en mis manos hacerlo.
Supongo que tendré que esperar a que sea mi turno de ser entrevistada, para así poder aclarar el asunto y disipar cualquier duda que el detective tenga sobre Tom, o sobre mí.
Anoche acordamos con Tom, que si bien no íbamos a hacer un anuncio ni nada por el estilo para que la gente sepa, simplemente íbamos a dejar de escondernos y dejar que ellos mismos se hagan sus ideas, si nos preguntan no lo negaremos, pero eso no quiere decir que vayamos a estar haciendo demostraciones públicas de afecto en cualquier lugar, si bien ya no vamos a mantenerlo en secreto, si seguiremos siendo muy discretos y privados sobre nuestra relación, porque no estaría bien que la CEO fuera vista en los pasillos besuqueándose con su novio.
Por ejemplo, hoy cada uno vino a la empresa por separado, y como yo debía estar en una reunión más temprano de lo usual, llegué primero a la empresa y no pudimos vernos en toda la mañana, pues no tuve un solo segundo de descanso, tampoco pudimos almorzar juntos porque ya tenía un almuerzo de trabajo programado y en la tarde debía ir a la prueba final para el vestido de Lucy, tuve que despejar mi agenda para ello, pues no pude estar cuando escogieron el vestido y mi madre ha sido quien ha asumido casi todas mis obligaciones como dama de honor.
Le he pedido disculpas a Lucy un millón de veces, pero ella me dice que no me preocupe, pues ella entiende lo ocupada que estoy y que se siente mal pues pensaba que había aceptado ser su dama de honor por presión, después de que le aseguré que no era así en absoluto, le prometí que, si bien no había estado para la mayor parte de las cosas, me iba a asegurar de que su despedida de soltera fuera la mejor de la historia, y esa es una promesa que planeo cumplir.
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Cuando llego a la tienda de vestidos de novia, veo que ya mi madre, la madre de Lucy, Mía, y, por supuesto, Lucy, se encuentran allí, aunque no la veo por ninguna parte, asumo que está ya en el probador, todas se ven ansiosas y parecen estar esperándome para iniciar con la prueba del vestido; así que rápidamente me acomodo en el sillón y unos cinco minutos después, Lucy sale del probador y todas suspiran al unísono, hasta yo me quedo con la boca abierta por la impresión.
El vestido de Lucy tiene un corsé en una tela blanca que al mismo tiempo parece un poco traslucida, tiene bordados en hilos plateados y unas pequeñas mangas que cuelgan de sus hombros, es completamente ceñido a su torso y justo después de su cintura cae en cascada en una tela vaporosa, parecida a la de las bailarinas, pero mucho más bonita, casi pareciera brillar cuando ella se mueve, parece una hermosa cascada sacada directo de un cuento de hadas.
La falda es larga atrás, y se entremezcla con un largo velo que empieza desde la parte baja de la cabeza de Lucy, quien se hizo un recogido bajo para la ocasión, del cual caen algunos rizos a los costados; ella se ve absolutamente hermosa, parece una princesa de la vida real y yo no puedo evitar emocionarme por ella, no al punto de llorar, como mi madre, su madre o incluso mía, quien está sollozando contra un pañuelo y luego se disculpa diciendo que son las hormonas del embarazo.
Lucy parece muy feliz y complacida por la reacción de todas, aunque en un momento me dirige una mirada expectante, como si estuviera esperando mi opinión al respecto, así que le digo con una sonrisa: “Te ves perfecta, Joshua no va a creer lo que ven sus ojos,” le digo y ella se sonroja visiblemente antes de voltear a verse en el gran espejo que ocupa casi toda una pared, mientras la asistente de la tienda va alrededor de ella asegurándose de que nada esté fuera de lugar.
Una vez la prueba termina, decidimos ir a tomarnos un café a un sitio cerca a la tienda, pues Mía ya tiene una enorme barriga de embarazada y le cuesta un poco moverse, es gracioso verla así, aunque ella parece muy feliz con sus bebés y no para de hablar de todos los antojos de comida extraños que ha tenido, o los síntomas nuevos, así como también nos enseña fotos de la habitación de los bebés, los cuales, serán un niño y una niña, por lo que decidió simplemente pintarla de amarillo claro con una gran lechuza pintada en la pared, cuando le pregunté por ello, Lucy y ella me miraron como si les estuviera hablando en otro idioma, así que eventualmente entendí que se trataba de la lechuza de Harry Potter y no hice más preguntas.
Y lo peor vino después, cuando me preguntaron por mi vida y aunque traté de darles respuestas evasivas y contarles brevemente el lío que está pasando en la compañía, no pude evitar la pregunta sobre mi vida amorosa, pues a estas alturas ya los medios llevan semanas especulando sobre mi ruptura con Dominic, pues no nos han visto juntos en público desde la cena de beneficencia de la madre de Dominic en Londres.
Tan pronto como les digo que es cierto y no estamos juntos ya, mi madre parece preocuparse y Mía, siendo Mía, exclama alegremente: “Bueno, al menos ahora Tom tiene una oportunidad,” y todas la miran con esa expresión que parece indicarle que está diciendo algo inoportuno, así que decido contarles sobre mi relación con Tom.
“De hecho…” empiezo a decirles y Lucy se emociona inmediatamente, y dice:
“¿Le vas a dar una oportunidad?”
“Bueno, es que ya se la di,” digo entre dientes y todas me miran con la boca abierta, completamente sorprendidas.
“¡Oh, por Dios! Estás bromeando” Lucy exclama alegre.
“¡Qué gran noticia cariño, estoy muy feliz por ti!” mi mamá exclama.
“¿Eso significa que el padrino y la dama de honor irán juntos a la boda? ¡Qué tierno!” Mía canturrea.
“Tom es buen muchacho, seguro serás feliz con él,” me dice Marina, la madre de Lucy en un tono calmado.
Después de eso, pasamos el resto de la tarde hablando y siendo atacada con miles de preguntas sobre mi relación con Tom, y aunque puede ser abrumador, también me hace sentir muy feliz poder compartir con ellas la primera relación real que he tenido en mi vida, y ver como se alegran por nosotros y nos dan su apoyo, eso hace que mi corazón se hinche de alegría.
Ahora solo queda esperar por la reacción de los demás trabajadores de la empresa y especialmente de los accionistas, no sé qué tan bien se tomarán la noticia de que la CEO sale con un empleado de la compañía, pero desde que mi desempeño sea bueno, me importa un comino lo que digan, especialmente los Carroll.