CAPÍTULO OCHO

1570 Words
ZARA   Hoy tengo mi primera reunión como CEO en funciones, es importante debido a que será la primera reunión a la que asista completamente sola, sin el apoyo de mi tío, que para estas alturas ya debe estar acostado en alguna silla asoleadora en alguna playa del caribe.   Bueno, cuando digo completamente sola, no lo digo de forma literal, pues me acompañarán el jefe de operaciones y el jefe de desarrollo web, ya que este cliente en específico, está interesado en una aplicación web para su empresa, usando un algoritmo inventado por nuestro equipo de desarrolladores web.   Y ya que son ellos los interesados en adquirir el algoritmo, han estado adulándonos y tratando de ganar nuestro favor, por ejemplo, ayer me enviaron un gran ramo de flores y champaña para felicitarme por mi nombramiento, e incluso hoy nos invitaron a ir a almorzar después de la reunión a un restaurante muy exclusivo, ellos esperan poder celebrar allí la consecución del acuerdo, pero yo aún no estoy muy segura de cerrar el trato con ellos.   Tenemos otras tres compañías interesadas en la compra del algoritmo, y todas son mucho más consolidadas, grandes y ofrecen más dinero que esta compañía en particular; la única razón por la que accedimos a la reunión, es porque el CEO de la compañía es un viejo amigo de la familia de mi madre, aunque él ya esté pensando en retirarse también, por lo que se supone que asistirá a la reunión con su hijo, a quien está entrenando para que lo reemplace, aunque he escuchado que no ha logrado mucho, pues su hijo parece ser sólo un tipo pedante, borrachín y mujeriego, al cual le rodean rumores de acoso s****l a sus trabajadoras.   No conozco a ninguno de los dos personalmente, pero siempre me aseguro de investigar todo sobre los posibles clientes, o competidores antes de cada reunión, los jefes de cada departamento involucrado me entregan sus informes sobre la empresa o personas con las que tendremos la reunión, varios días antes de que pase, y así puedo conocer todos los datos relevantes para manejarme durante la reunión y poder lograr acuerdos beneficiosos para nuestra compañía.   Después de mi ejercicio matutino y una ducha refrescante, aplico loción corporal que tiene efecto satinado, lo que hará que mi piel quede reluciente, pues lo necesitaré si quiero usar el vestido color rosa pálido, que va hasta justo debajo de mis rodillas y tiene un solo hombro, con un pequeño cinturón dorado en la cintura y mis zapatos de tacón nude.   Recojo mi cabello en una cola de caballo alta y me aplico maquillaje ligero en el rostro, pero un poco más pesado en los ojos para resaltarlos, cuando estoy conforme con mi aspecto, me dirijo a la oficina.   Tan pronto mi asistente Susan me ve llegar, se apresura a entregarme el ipad en donde están guardados los informes para la reunión de hoy y me informa cuál es la sala de reunión que vamos a utilizar para hoy, así que me dirijo hacia allí, pero me quedo helada en la puerta cuando noto que junto al jefe de la división de programación web, se encuentra Tom, sentado mirando su teléfono. ¿Qué carajos hace el aquí?   ------------------------------------------------------------   TOM   Zara se ve bastante sorprendida de verme aquí y no entiendo la razón de esto, se suponía que James, el jefe de la división, le había informado sobre mi presencia aquí, después de todo fue él quién me pidió venir y me dio el informe para que lo estudiara y estuviera preparado en caso de que necesitara intervenir, aunque hoy vine más como un asistente, así como él mismo dijo.   Antes de que tenga tiempo de preguntarle a James si él le informó a Zara sobre mi inminente presencia en la reunión, un tipo de unos treinta y tantos años entra a la sala de juntas con un aire altivo y nos dirige una mirada de disgusto a nosotros dos cuando nota nuestras escarapelas, las cuales indican que no somos un alto mando en la compañía.   No obstante, parece estar demasiado ocupado viéndole el trasero y el pecho a Zara, como para darse cuenta que ella no porta ninguna escarapela, y al parecer, no tiene idea de quién es ella, pues después de mirarla de pies a cabeza con una expresión lasciva, que me hace querer lanzarme sobre él y ponerle sus dos ojos negros hasta que no sea capaz de mirarla así nuevamente; el tipo chasquea sus dedos hacia Zara y le dice:   “Hey, ¡niña! Hazte útil y tráeme un café con dos de azúcar,”   James palidece a mi lado y parece estar a punto de corregirlo, pero Zara le da una mirada para indicarle que guarde silencio, el gesto es tan natural, que pareciera no ser la primera vez que esto le sucede y yo inmediatamente me siento mal por ella.   No obstante, el sentimiento de lástima es rápidamente reemplazado por uno de asombro y admiración, cuando Zara le enarca una ceja y le dice con un tono aún más petulante que el de él:   “La cafetera está justo ahí detrás suyo y justo al lado podrá encontrar el azúcar, los vasos, e incluso una jarra con crema, bien pueda preparar el café usted mismo,” mientras señala a la pequeña estación de café dispuesta en un rincón de la sala de juntas.   El sujeto palidece de ira y sus fosas nasales se dilatan mientras él se pone de pie de forma abrupta, lo cual hace que yo también me intente poner de pie, pero James me sujeta del brazo rápidamente y cuando lo miro con incredulidad por no dejarme intervenir, él niega con la cabeza y me susurra:   “No te preocupes, ella sabe defenderse por sí misma, sólo mira y aprende,”   Justo en ese momento veo cómo el sujeto da dos pasos hacia Zara en una actitud amenazadora, mientras es evidente la rabia que emana de su cuerpo, pero Zara no se mueve ni un centímetro de su posición, por el contrario, ella cuadra los hombros y levanta la barbilla para hacerle frente al idiota.   “¿Qué me acabas de decir? Muchacha inútil,” el sujeto prácticamente grita a unos centímetros del rostro de Zara y ella se limpia el rostro de la saliva que le cae, antes de decirle en tono burlón:   “Dije, que la cafetera se encuentra allí y usted mismo puede hacerse su café, claro que si no es capaz de hacerlo, no se preocupe, a un lado de la cafetera se encuentran las instrucciones de uso, es bastante fácil, a prueba de idiotas, podría decirse,”   El sujeto se pone rojo y parece estar a punto de acercarse más a ella, pero al ver que me remuevo incómodo en la silla, se lo piensa mejor y se voltea hacia nosotros para decirnos: “Llamen a la jefe de esta inútil, ¡deberían despedirla inmediatamente por su insolencia!”   James mira a Zara quien asiente levemente con la cabeza, por lo que él saca su teléfono celular y veo cómo llama al contacto que tiene guardado como “Gran jefe”, lo miro con el ceño fruncido, pues me cuesta creer que él en realidad vaya a llamar a alguien sólo porque ese idiota lo exigió, pero mi rabia se convierte en risa cuando el teléfono de Zara empieza a sonar en su bolso y el sujeto la mira con el ceño fruncido.   “¿Hola?” contesta Zara haciéndose la tonta.   “¿Señorita Arlington? Hay un hombre aquí que quisiera hablar con usted,” James le dice mientras hace un esfuerzo tremendo por aparentar seriedad y yo estoy sentado mirando de uno a otro sin poder creer que esto esté pasando realmente.   Y no soy el único, pues el sujeto, aunque tarda un poco más de lo que pensé, en entender lo que está pasando, tan pronto como la realización aterriza en su rostro, sus ojos se abren como platos y su rostro palidece completamente.   “Dígale por favor que mi tiempo es muy valioso para perderlo con patanes,” Zara dice mirando fijamente al sujeto con una mirada asesina, posteriormente, cuelga el teléfono y da media vuelta para salir de la sala de juntas, no sin antes decirle a James:   “Por favor infórmele al resto de personas que la reunión se cancela y no se volverá a programar,”   Yo tengo que taparme la boca con la mano para no reírme a carcajadas, mientras veo como el tipo parece salir del shock en el que está y trata de salir corriendo detrás de Zara para pedirle disculpas, pero ella simplemente le cierra la puerta del ascensor en la cara.   Sobra decir, que para el momento en el que el padre del idiota llegó, cinco minutos después de eso, su hijo no supo explicarle bien qué fue lo qué sucedió, así que cuando nos preguntó a nosotros, estuvimos más que contentos de explicarle la causa de que nuestra CEO cancelara la reunión, lo cual ocasionó que el señor, quien se veía como un hombre decente, estallara en cólera y empezara a gritar a su hijo en frente de todas las personas de la empresa, ellos estuvieron discutiendo hasta que seguridad les pidió que se retiraran, y tengo que admitir que nunca me había sentido más orgulloso de Zara que en este momento.
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