ZARA
He estado bajo una inmensa cantidad de estrés hoy, desde que empecé a salir con Tom no había estado tan estresada, de alguna forma él había conseguido calmarme y darme cierta tranquilidad, antes de eso dormía poco o mal, comía a deshoras y me la pasaba a base de cafeína todo el día para lograr tener la energía necesaria para completar todas las tareas del día; sin embargo, desde que he estado pasando con él la mayor parte de mis noches, logro dormir por más tiempo y mejor, me despierto más relajada, y sorpresivamente, con más energía.
Y mi nueva actitud no parece haber pasado desapercibida por las personas que me rodean, he notado como gradualmente han dejado de comportarse de forma tan temerosa a mi alrededor, y pareciera que se sienten más en confianza cuando se dirigen a mí, lo cual me ha alegrado, pues aunque sé que mi cara usualmente no es precisamente una invitación abierta a que las personas me hablen, nunca ha sido mi intención que se sientan intimidados, porque si realmente quisiera hacerlo, ya lo sabrían con seguridad.
Susan, perspicaz con mis cambios de humor, como siempre, me trae un té de manzanilla en vez de café, pues ella sabe que esto ayuda a que me calme un poco; ella es buena asistente, a veces tiene errores, pero usualmente logra hacer el trabajo bien, y en lo que más sobresale es en saber manejar mi temperamento, también en adelantarse a conseguir o hacer cosas para evitar que me salga de casillas, y de vez en cuando me informa sobre los chismes de la empresa, los más importantes, pues es bueno estar informada de esas cosas en caso de que se salgan de control y deba actuar para evitar desastres.
Sé que ella ha notado algo respecto a mí y a Tom, pero afortunadamente no ha hecho comentarios, ni insinuaciones de ningún tipo, y, en cambio, parece ayudarme sutilmente para que los demás no se enteren, es como un secreto a voces entre nosotras y espero que se mantenga así, aunque con esta nueva investigación, no sé por cuánto tiempo podré mantener mi relación con Tom de esa forma.
Recibí un mensaje de James hace un par de horas en donde me informaba que el detective había iniciado con las entrevistas a cada uno de los empleados de su división, que no sabía si alcanzaría a realizarlas todas hoy, pero que estaba especialmente interesado en entrevistar a las personas que estaban ese día, lo cual me puso en alerta inmediatamente, pues no me siento cómoda con ese detective entrevistando a Tom; sé que él es inteligente y que no ha hecho nada malo, así que confío en que sabrá responderle sin dejar escapar nada sobre nuestra relación, pues no sé si sea prudente que el detective lo sepa.
Por eso es importante reunirme con Dominic y pedirle su consejo, necesito saber si es mejor que le informe al detective sobre esto antes de que él lo averigüe por su cuenta, o si debería mantenerlo escondido y rogar porque no se entere, sé que mi vida personal y mis relaciones no tienen por qué ser objeto de preocupación durante una investigación que nada tiene que ver con mi relación con Tom, pero también sé que los Carroll tratarán de aferrarse a cualquier cosa, por pequeña que sea, para demostrar que no soy competente para el cargo.
Tan pronto como llego a la oficina de Dominic, la recepcionista me ve y me saluda alegremente mientras charla conmigo un momento, le digo que él me está esperando y ella me dice que siga sin siquiera anunciarme, por lo que me dirijo a su oficina y noto que el escritorio de su asistente está vacío, me pregunto si ya habrá despedido a la nueva chica también, aunque ella parecía ser más competente, según las propias palabras de Dominic, no sería nada raro que él la hubiese despedido si cometió algún error.
Abro la puerta de la oficina sin tocar, no porque me sienta en total confianza para entrar sin anunciarme, sino porque estaba distraída pensando en las múltiples asistentes que ha tenido Dominic y por fuerza de costumbre entré a la oficina de él como si fuera la mía, no me doy cuenta de mi terrible error sino hasta que veo la escena que se desarrolla frente a mí.
La asistente de Dominic, está de pie frente a su escritorio con una postura completamente recta y está sosteniendo un expediente contra su pecho como si fuera un escudo, mientras él está inclinado hacia ella, con las manos puestas sobre el escritorio y su rostro tan cerca del de ella, que pareciera como si hubiese estado a punto de besarla antes de que yo irrumpiera aquí como una novia loca; los dos se sobresaltan cuando yo entro y la chica se pone tan roja como su cabello, mientras Dominic parece recobrar la cordura y se sienta en su silla con una expresión conflictuada, como si acabara de salir de un trance.
Me quiero golpear a mí misma por mi indiscreción, debí haber tocado antes de entrar, y como no lo hice, ahora los tres estamos en un silencio incómodo, esperando a que alguien hable primero.
“Lo siento, olvidé tocar antes de entrar, no quería interrumpir nada,” digo con voz tensa por la vergüenza que siento.
“No interrumpiste nada, Alice ya se iba,” él dice con tono seco mirando a la chica, quien parece realmente avergonzada.
Ella asiente y murmura un “Lo siento,” antes de salir apresuradamente de la oficina y cerrar la puerta tras de sí.
“En verdad lo siento Dom, venía distraída y no me paré a tocar antes de entrar,” le digo una vez estamos solos.
“No, no te disculpes, sabes que puedes venir aquí cuando quieras, no me molesta en absoluto,” él me dice tranquilizadoramente mientras se levanta de su silla y se dirige al sofá para sentarse junto a mí.
“¿Estás seguro de que no interrumpí nada? Ustedes parecían estar en un momento íntimo… No lo digo por juzgar ni nada de eso, quiero decir, sabes que me puedes contar si algo está pasando con tu asistente,” le digo juguetonamente y él se pone rígido.
“No, nada está pasando con ella, es sólo mi asistente, sabes que nunca me fijaría en alguien como ella,” él dice con seriedad y antes de que pueda responderle, alguien toca a la puerta y un segundo después su asistente asoma la cabeza, se ve un poco triste, y nos pregunta si queremos algo de tomar.
“Agua para mí, por favor,” le respondo.
“Para mí nada,” Dominic le dice en un tono seco.
La chica asiente y se va por un par de minutos, en los que aprovecho para decirle a Dominic: “¿Por qué no te fijarías en alguien como ella? Es bonita, pues sí podría tratar de vestirse un poco mejor, pero por lo demás, parece bastante bien, y tú has dicho que es competente, por lo que también debe ser inteligente,”
“Zara, ya déjalo, no tengo nada con ella, ni lo tendré nunca, ella no es mi tipo, y lo sabes,” él me responde un poco molesto, pero sé que no está siendo totalmente sincero, así que decido molestarlo un poco más.
“¿Ah sí? ¿Y cómo es tu tipo?” le pregunto.
“Tú eres mi tipo, mujeres bonitas, bien vestidas, con buena educación y que sepan lo que quieren, ella es bonita pero no tanto como para borrar el hecho de que apenas está empezando a estudiar, que se viste como si le hubiese asaltado el closet a su madre y aparte parece dudar de cómo llevar su vida, no podría salir con alguien así,” él dice y yo noto que algo no está bien aquí, se ve molesto por algo, o mejor dicho, por alguien, y sus reparos en cuanto a la chica no sólo son ridículos, sino que en nada reflejan al Dominic que conozco, parece estar hablando con un poco de resentimiento, y me hace preguntarme si la chica lo hizo enojar de alguna forma.
No obstante, no alcanzo a preguntarle nada, pues ella vuelve a entrar con el vaso de agua, ella tiene su cabeza ligeramente agachada, intentando no mirarlo y cuando sus manos temblorosas me entregan el vaso con agua, noto que su cara está roja de nuevo, sus grandes ojos azules están cristalinos como si estuviera a punto de llorar, y sus labios están apretados mientras su quijada tiembla ligeramente, lo cual me hace pensar que ella seguramente escuchó lo que Dominic acaba de decir sobre ella, e instantáneamente siento pesar por ella.
Miro hacia Dominic, quien parece haberse dado cuenta del estado de la chica, y seguramente también está pensando igual que yo, deduciendo que ella escuchó lo que él dijo, y ahora tiene una expresión de culpa, pero no parece dispuesto a decirle nada para enmendar su error, y en cambio, la llama antes de que ella salga de la oficina.
“¿Señorita Coleman?” él dice y ella se voltea inmediatamente, mientras se alisa su vestido azul, el cual ciertamente no le favorece en absoluto.
“¿Si?” ella responde con una voz aguda.
“No quiero que nadie nos interrumpa, así que no vuelva a tocar la puerta a menos que sea absolutamente necesario y no deje que nadie más entre, ¿entendido?” él le dice en un tono un poco más amable del que usó con ella antes, una señal inequívoca de que se arrepiente de haber dicho esas cosas sobre ella.
“Si, señor Pemberton,” ella responde con un hilo de voz y luego sale.
Decido no presionar más el asunto y empiezo a contarle a Dominic sobre toda la situación con la investigación y con Tom, él frunce el ceño y me pregunta el nombre del detective a cargo, cuando le respondo, su ceño se pronuncia aún más, lo cual me hace preocuparme.
“Él es bueno, de hecho, podría decir que es uno de los pocos detectives buenos que hay, y si te va a investigar a ti también, seguramente se enterará de todo, por lo que creo que lo más prudente es que te adelantes a los hechos y le cuentes que tienes una relación con uno de tus empleados, también asegúrate de decirle los motivos de por qué la relación no es pública, para que él no empiece a hacerse ideas erróneas sobre ello, por lo demás, no creo que debas preocuparte, si ninguno de ustedes está involucrado, te aseguro que él lo sabrá… respecto a los rumores que puedan llegar a los socios de la compañía, puedes estar segura de que no van a surgir de la policía, ellos no pueden revelar ese tipo de información sin una orden judicial, pero si realmente quieres dejar de preocuparte por ello, creo que es hora de que las demás personas se enteren,”
“No lo sé, Dom, eso nos puede traer más problemas,” le digo con preocupación, pero finalmente terminamos acordando en que lo mejor que puedo hacer es dejar de ocultar la relación, y si bien no haré ningún tipo de anuncio, dejaré que las demás personas se hagan su propia idea.
Cuando terminamos de hablar, ya se ha hecho de noche y su oficina está prácticamente vacía, incluso su asistente ya se ha ido, lo cual hace a Dominic fruncir el ceño ligeramente, y cuando salimos a la calle, vemos una mata de cabello rojo entrando a un coche algo viejo, en donde se encuentra un hombre joven que la saluda con un abrazo, siento a Dominic detenerse de golpe a mi lado y cuando lo miro, veo que él tiene sus ojos fijos en el interior del carro y su mandíbula está apretada casi dolorosamente mientras observa a su asistente alejarse en el auto con el hombre joven.