CAPÍTULO 7: EL OBJETIVO ES ELLA. —¿Perdón? —Liana aún estaba en shock y, por un momento, pensó que había escuchado mal. —Sí —afirmó Artem con naturalidad—. Un matrimonio es muy beneficioso para ambos. Contrario a lo que él esperaba, Liana negó con la cabeza y retrocedió. —Mi padre… ¿él dijo que debía casarme con usted? —Sí —respondió Artem dando un paso hacia ella, por alguna razón le incomodaba que huyera de él—. Incluso fue él quien me propuso el trato cuando estaba en la cárcel. —¿La cárcel? ― Liana abrió los ojos, atónita. ―Además, ¡¿eres un exconvicto?! Artem rodó los ojos y bufó. —Oh, claro, porque tú puedes juzgarme. Tu padre también tenía negocios sucios. Ella hizo una mueca y no dudó en replicar. —Yo estuve alejada de los negocios de mi padre por muchos años. No es justo