CAPITULO 17: HACERLA SUYA. Artem entró en la habitación y se dirigió directamente a la licorera. Se sirvió una copa de vodka, tratando de calmar el torbellino de emociones que lo azotaba. Había huido, literalmente. Ver a Liana firmar los papeles de matrimonio había despertado en él un sentimiento de posesión y pertenencia. No era solo un acuerdo; algo dentro de él había cambiado completamente. Por eso decidió no pasar la noche en casa. Inicialmente, solo quería tener una noche de sexo sin ataduras, pero ahora no podía soportar la idea de estar bajo el mismo techo que ella. Terminó su copa y se sirvió otra, luego se sentó frente a la cama, su rostro una mascara impasible. ―¿Te pasa algo, cariño? ―preguntó una rubia de piernas largas, vestida con lencería roja. Se arrodilló y gateo hacia