(Julio 02, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, D.C.)
(Steve Rogers/Capitán América)
Fury ha estado mucho tiempo dentro de la habitación de Ahmanet, y no me gusta, cuando lo vi entrar baje al comedor para pedirle al Jefe Parrish una canasta para pick-nick. Cuando le dije que llevaría a Ahmanet al parque con su perro, solo me dijo
-no se preocupe capitán, yo me encargo de que tengan una deliciosa comida fría, incluyendo el postre, y también pondré la comida del cachorro estará marcada para que no tengan problemas.
Regreso a mi habitación para esperar y al acercarme para llamar a su puerta los escucho hablar. Fury sigue aquí, que tanto hablaran, entro en mi habitación y dejo la puerta abierta para saber cuándo salga. Espero veinte minutos más, hasta que escucho abrirse la puerta por lo que me levanto y voy a la puerta, y espero unos segundos. Veo a Fury irse, cerrando la puerta de su habitación, cuando el entra en el ascensor y este se cierra, cruzo el escaso espacio que me separa de su puerta y llamo, ella abre y la veo triste.
-que paso, porque estas triste? – me pregunta
-no ha pasado nada, solo estaba hablando con Fury, creo que no le di buenas noticias.
-espero que no te regañara por eso, no es tu culpa.
-no claro que no, es solo que me recordó algo y eso me dio tristeza.
-no te pongas triste, no te sienta bien, tu eres muy bella y la tristeza no combina con tu sonrisa. – me dice dándome un abrazo.
-gracias. – le sonrió.
-anda vámonos, que nos iremos de paseo, eso te hará sentir mejor.
Bajamos al estacionamiento y montamos en su auto, no quise tomar el de Stark, salimos de las instalaciones del cuartel y salimos de Washington y nos dirigimos a las afueras de la ciudad rumbo a un parque a la orilla del Potomac, hacia Hains Point Park. Nos toma llegar cerca de hora y media, pero ella está tranquila parece dormida pero no lo está, pues va tarareando una canción, hace un rato estire la mano y tome la de ella, y me la lleve a los labios. Ella volteo y me sonrió, se acomodó en el asiento del auto de tal manera que me ve casi de frente. Cuando llegamos la ayudo a bajar, y le abro la puerta a Anubis, él se pone a correr parece feliz de poder hacerlo, saco también la canasta y le tomo de la mano.
Caminamos a un área en donde hay diversas mesas para pick-Nick y pongo la canasta y nos sentamos en una de las bancas, ella extrañamente se gira y se pone a horcajadas por lo que hago lo mismo para estar de frente a ella.
-espero te guste el parque, creí que preferirías un lugar tranquilo. – le digo tomando sus manos
-está bien, no te preocupes, eres tú el que parece molesto.
-no lo estoy, es solo que hace mucho tiempo que no me siento así, me gusta estar a tu lado, me agradas, y solo quiero protegerte. – le digo mientras la abrazo y la beso, me siento atraído por ella, que no puedo dejar de besarla. Sé que es algo rápido pero ella me tiene hechizado. Cuando nos separamos ella esconde su cara en mi cuello
-Steve, tengo algo que confesarte. – lo dice muy seria, no me gusta cómo suena, por lo que la abrazo más y la atraigo a mí, y le digo.
-ahora no, solo quiero estar contigo, verte contenta y sonriendo, no me gusto verte triste tras haber hablado con Fury, que te dijo para que te pusieras así?
-no me dijo nada, solo me recordó que debo aprender a confiar en los demás.
-y eso te puso así de triste, porque? – le pregunto besando su cabeza sin dejar de abrazarla, la siento temblar.
-Steve, me agradas y me gusta lo que está pasando, el dormir en tus brazos me hizo sentirme protegida, y aleja mis pesadillas, pero como te dije una vez, ya antes me lastimaron y mucho, tanto que no he dejado que nadie se acerque a mí, hasta que tú llegaste. – me dice ella levantando el rostro y viéndome a los ojos, yo la levanto un poco y la abrazo poniéndola casi en mis piernas solo para sentirla más cerca y apretarla junto a mi cuerpo; no comprendo cómo alguien quisiera lastimarla en lugar de protegerla
-mmm eso me gusta más, me hace especial para ti. – le digo y la beso, siento como ella me rodea la cintura con las piernas y el cuello con sus brazos, la siento responder a mi beso pero al final tenemos que separarnos por falta de oxígeno. Ella retoma la conversación donde la interrumpí.
-Steve lo que quiero decirte es que, me gusta besarte, me gustó dormir y despertar a tu lado, tú me haces sentir que soy deseada y necesitada, no solo una obligación o imposición, llevo sola mucho tiempo y me cuesta confiar en la gente, pero confió en ti, pero quiero que entiendas, que yo no sé amar ni lo que es el amor, nunca aprendí a amar, porque nunca tuve a nadie que me enseñara, no conozco el amor, y no lo reconocería si lo tuviera enfrente, quien dijo amarme me rechazo y abandono, me desprecio del peor modo y me hizo sentir como basura, eso me rompió el corazón, y en el proceso destruyo mi confianza en la gente, por eso te pido, podrías tu enseñarme a amar? Si es que eso es esto que siento? – me dice volviendo a esconder su rostro en mi cuello, yo estoy sorprendido al saber que alguien se atrevió a hacerle daño, cuando es tan bella, dulce y delicada.
-Ahmanet, cariño, me gustas mucho y me atraes, me haces sentir como no me he sentido en mucho, mucho tiempo, y yo en verdad siento que te quiero, que te necesito a mi lado el resto de mi vida, sé que esto ha sido muy rápido, tanto que ni yo lo creo y agradezco tu confianza al decirme esto, ahora te comprendo un poco más, desde que te conocí en la puerta de tu departamento he visto la tristeza de tus ojos sin importar que estuvieras riendo con alguien, en el fondo siempre estaba ahí, no entendí cuando me lo dijiste que te habían hecho tanto daño, pero puedes estar segura que yo nunca te haría daño, y que lo que más d***o es cuidarte y protegerte, y me encantaría enseñarte a amarme, dormir a tu lado y despertarte con un beso. Es más me gusta mucho besarte y a decir verdad soy algo tímido y reservado y no me explico porque no he podido dejar de besarte, en realidad eso es lo que quiero hacer ahora mismo. – le digo apretando mi abrazo en torno a su espalda y comienzo a besarla, en los ojos, las mejillas, la punta de la nariz y por ultimo sus labios, primero tierno, ligero, pero con cada segundo es mayor la entrega. Cuando nos separamos otra vez, la escucho reír, y sus ojos brillan ya no se ve esa tristeza que siempre note en ellos.
-Mi pequeña Ahmanet, haremos esto de la forma correcta, lenta, como en mis tiempos, quiero darte flores, y llevarte por un helado, salir al cine, o a cenar, conquistar tu corazón o en este caso sanarlo, para que aprendas a amarme y que confíes en que no te hare daño. – le digo mientras acaricio su espalda
-ya confió en ti, y hemos salido de paseo, y te digo algo; me gusta estar así contigo, abrazada, protegida, deseada, y solo quiero estar a tu lado.
-así será, dejemos que las cosas sigan su curso, lo que no quiero que pienses es que solo busco sexo, yo no soy de esos, yo lo que busco de ti es compañía, ternura, lealtad y amor.
-yo espero poder darte todo eso y más, pero tendrás que tenerme un poco de paciencia.
-mi pequeña, eso quiere decir que si te pido que seas mi novia, aceptarías?- le pregunto sonriendo.
-bueno para saber eso, tendrías que preguntarlo no crees? – me dice pícaramente
-Ahmanet, aceptarías tu ser mi novia? –le pregunto con total sinceridad.
-Steve, si acepto ser tu novia. -Me responde con un gran sonrisa, y me besa muy tiernamente, yo me levanto de la banca, mientras la sostengo, pues sigo teniendo sus piernas alrededor de mi cintura. Anubis debió pensar que le llamamos porque por poco me tira por lo que vuelvo a sentarme, ella se ríe, se ve feliz, yo también termino riendo.
-Steve, creo que Anubis quiere jugar, y a menos que me sueltes, terminaras cargándonos a los dos lo que en verdad sería algo muy gracioso, incomodo pero gracioso. – me dice dándome un beso y tratando de pararse; por lo que vuelvo a levantarme sosteniéndola para que ella quede de pie. Y le doy un beso antes de prestarle atención a su cachorro.
-Anubis, eres un chico malo, interrumpiste un bello momento de romántico con tu mama, y solo porque quieres jugar y yo que te había traído postre para comer. – el perro parece entender pero nada puedo hacer, tomo una rama y se la muestro y le digo.
-ve por ella muchacho – y lanzo la rama, para mi sorpresa anubis salta y la captura en el aire, por lo que se la vuelvo a lanzar, y él lo vuelve a hacer. Lo que está provocando un ataque de risa en Ahmanet. La veo sentada en la mesa con los pies en la banca. Me acerco a ella y le robo un beso, antes de sentarme en la banca frente a ella.
-Anubis, ven acá, tienes que portarte bien con él, pues quiere ser tu papá, bebé. – la escucho decirle al perro que se acercó a ella levantándose en dos patas y recargándose en la banca con las otras.
-mmm, su papá? Y yo que quería ir lento y resulta que de un momento a otro tengo una novia y un hijo a los que cuidar; esa idea me gusta.– digo moviendo las cejas pícaramente.
-qué bueno que te gusta la idea, papá. – al escuchar esa palabra algo se mueve en mi corazón, y la imagino con un bebé en brazos, sacudo la cabeza para prestar atención a lo que dice, pero habla con el cachorro.
-debes portarte bien, no queremos espantarlo, aun no nos conoce bien, y podría salir huyendo.
-yo no saldría huyendo, no de ti, me gustas y sé que te quiero – le digo levantándome y jalándola más a mí por lo que ella siente mi cuerpo, si aunque parezca extraño me siento excitado solo de imaginarla con un hijo mío. Cielos mi imaginación va muy rápido, y yo que apenas acabo de pedirle ser mi novia.
-Steve!!! – dice al sentirme y me rodea el cuello con sus brazos mientras la abrazo, y comienzo a besarla, lo que hace mucho más notorio lo que ella sintió al acercarla.
La escucho gemir mientras la beso y me rodea con sus piernas, cielos debo contenerme ella no sabe lo que siente y no quiero que se espante, yo me siento aturdido y descontrolado, como es que esto me está pasando, en poco tiempo me enamore de esta hermosa chica y aun no sé cómo es que logro vencer todas mis barreras. Pero es ahora lo más difícil, derribar las barreras que ella construyo a su alrededor para no volver a ser lastimada. Comprendo bien que al haber sido lastimada y rechazada, se apartara de todo, por eso debo ir despacio, no quiero que confunda la pasión y excitación que siente con amor, pues la primera es un sueño y la segunda es real.
Interrumpo nuestro beso, he intento calmarme respirando profundamente, entierro mi cara en su cuello, huele delicioso, ese aroma de flores, debo saber que flores le gustan pues quiero cortejarla como debe ser, al menos ya sé que le gustan los chocolates, me pregunto si le gustaran los muñecos de felpa? Una vez más calmados ambos le digo.
-sabes creo que Anubis también quiere jugar contigo y es mejor que te levantes y corras, porque si no te atrapare aquí mismo.
-qué? quieres jugar a capturar al enemigo, sabes que eso es trampa, verdad papá?
-trampa, porque?- le pregunto enarcando las cejas
-porque sabes muy bien que corres más que yo, tendrías que dame ventaja, además que pasa si gano? Y hasta donde hemos de ir? –me pregunta
-debes correr hasta aquellos árboles, y evitar que te capture, si en realidad quieres ganar tendrás que regresar a esta mesa, y en cuanto a lo que puedes ganar; te complaceré un d***o. – le digo señalándolo la arboleda a unos cien metros
-lo que pida? – me pregunta mirándome pícaramente y volviendo a rodearme con sus piernas.
-Ahmanet!!!, te dije que d***o ir despacio, d***o cortejarte y enseñarte lo que es el amor, no solo el sexo, además no soy un pervertido para hacerte el amor aquí en el parque, nos arrestarían si alguien nos descubriera. – le digo dándole un casto beso en la frente y retirándome al otro lado de la mesa para tomar una botella de agua de la cesta.
-valla y yo que pensé que podría verte sin camisa? – me dice sonriendo descaradamente, lo que me hace reír y casi me atraganto con el agua que estaba bebiendo
-mmm podría concederte eso, pero si pierdes te hare lo que yo quiera. –le respondo
-mmm que no es lo mismo, pensé que eso sería después de la boda!- me responde y mi reacción es: ponerme a toser, pues esta vez sí que me estaba ahogando con el agua que bebía.
-Ahmanet!!! – le advierto y ella sonríe
-qué? dijiste que me complacerías en un d***o, lo que yo quisiera, y pensándolo bien quiero otro hijo, una niña estaría bien. – me dice sonriendo con picardía con esa cara de ángel que tiene. Yo la vuelvo a imaginar con una hermosa bebé en sus brazos. Cielos que le puedo decir, esto se está saliendo de control por lo que respiro profundamente
-Ahmanet!!! Eres una chica muy peligrosa para mi sentido común, lo sabias?
-Nooo, pero así me quieres verdad?. – me responde con esa voz de niña que me enternece
(Julio 02, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, D.C.)
(Ahmanet)
Cielos el lugar al que me trajo Steve es muy bello, me siento a horcajadas en una banca y lo veo traer una cesta grande de Pick-Nick, lo veo algo molesto él se sienta frente a mí también a horcajadas y me pregunta.
-espero te guste el parque, creí que preferirías un lugar tranquilo. – él toma mis manos que están frías
-está bien, no te preocupes, eres tú el que parece molesto. – le respondo
-no lo estoy, es solo que hace mucho tiempo que no me siento así, me gusta estar a tu lado, me agradas, y solo quiero protegerte. – me responde, mientras me abraza y me besa, lo que es una sorpresa para mí, ya que él es muy serio. Siento como pone su cara en mi cuello cuando deja de besarme.
-Steve, tengo algo que confesarte. – le digo seriamente, él deja de sonreír pero me abraza más fuerte y me pega a su cuerpo
-ahora no, solo quiero estar contigo, verte contenta y sonriendo, no me gusto verte triste tras haber hablado con Fury, que te dijo para que te pusieras así?- me pregunta con ternura
-no me dijo nada, solo me recordó que debo aprender a confiar en los demás.
-y eso te puso así de triste, porque? – me pregunta, mientras besa mi cabeza sin dejar de abrazarme, yo solo me estremezco, sé que debo decirle quien soy en verdad, ya que tiene meses buscándome.
-Steve, me agradas y me gusta lo que está pasando, el dormir en tus brazos me hizo sentirme protegida, y alejo mis pesadillas, pero como te dije una vez, ya antes me lastimaron y mucho, tanto que no he dejado que nadie se acerque a mí, hasta que tú llegaste. – le digo viéndolo a los ojos, siento como me abraza y me levanta para ponerme sobre sus piernas, siento como aprieta el abrazo y me pega a su cuerpo, siento su fuerza y su calor.
-mmm eso me gusta más, me hace especial para ti. – me dice y me besa, por lo que yo respondo rodeándole la cintura con las piernas y el cuello con los brazos, respondo a su beso, no nos separamos hasta que nos hace falta respirar. Por lo que continuo la conversación donde la dejamos
-Steve lo que quiero decirte es que, me gusta besarte, me gustó dormir y despertar a tu lado, tú me haces sentir que soy deseada y necesitada, no solo una obligación o imposición, llevo sola mucho tiempo y me cuesta confiar en la gente, pero confió en ti, pero quiero que entiendas, que yo no sé amar ni lo que es el amor, nunca aprendí a amar, no tuve a nadie que me enseñara, no conozco el amor, y no lo reconocería si lo tuviera enfrente, quien dijo amarme me rechazo y abandono, me desprecio del peor modo y me hizo sentir como basura, eso me rompió el corazón, y en el proceso destruyo mi confianza en la gente, por eso te pido, podrías tu enseñarme a amar? Si es que eso esto que siento? – le digo mientras escondo mi rostro en su cuello.
-Ahmanet, cariño, me gustas mucho y me atraes, me haces sentir como no me he sentido en mucho, mucho tiempo, y yo en verdad siento que te quiero, que te necesito a mi lado el resto de mi vida, sé que esto ha sido muy rápido, tanto que ni yo lo creo y agradezco tu confianza al decirme esto, ahora te comprendo un poco más, desde que te conocí en la puerta de tu departamento he visto la tristeza de tus ojos sin importar que estuvieras riendo con alguien, en el fondo siempre estaba ahí, no entendí cuando me lo dijiste que te habían hecho tanto daño, pero puedes estar segura que yo nunca te haría daño, y que lo que más d***o es cuidarte y protegerte, y me encantaría enseñarte a amarme, dormir a tu lado y despertarte con un beso. Es más me gusta mucho besarte y a decir verdad soy algo tímido y reservado y no me explico porque no he podido dejar de besarte, en realidad eso es lo que quiero hacer ahora mismo. – me dice apretando su abrazo en torno a mi espalda y comienza a besarme, en los ojos, las mejillas, la punta de la nariz y por ultimo sus labios, primero tierno, ligero, pero con cada segundo es mayor la entrega.
Cuando nos separamos otra vez, me reír, y nos vemos a los ojos, estoy contenta. Quiero confiar en él y darme una oportunidad de ser feliz.
-Mi pequeña Ahmanet, haremos esto de la forma correcta, lenta, como en mis tiempos, quiero darte flores, y llevarte por un helado, salir al cine, o a cenar, conquistar tu corazón o en este caso sanarlo, para que aprendas a amarme y que confíes en que no te hare daño. – me dice con ternura mientras me acaricia la espalda.
-ya confió en ti, y hemos salido de paseo, y te digo algo; me gusta estar así contigo, abrazada, protegida, deseada, y solo quiero estar a tu lado.
-así será, dejemos que las cosas sigan su curso, lo que no quiero que pienses es que solo busco sexo, yo no soy de esos, yo lo que busco de ti es compañía, ternura, lealtad y amor.
-yo espero poder darte todo eso y más, pero tendrás que tenerme un poco de paciencia.
-mi pequeña, eso quiere decir que si te pido que seas mi novia, aceptarías?- me pregunta sonriendo.
-bueno para saber eso, tendrías que preguntarlo no crees? – le digo pícaramente
-Ahmanet, aceptarías tu ser mi novia? – me pregunta muy serio, el brillo de sus ojos me hipnotiza.
-Steve, si acepto ser tu novia. – le respondo con una gran sonrisa y lo beso con mucha ternura, siento como se levanta y saca su pierna de un lado de la banca para sentarse nuevamente, yo solo aprieto las piernas a su alrededor.
Anubis nos ve y se acerca solo para decirle a mi mente.
-él te quiere, deberías confiar en él, y es posible que eso traída paz a tu alma y puedas realizar la fusión con tu ser antiguo.
-lo sé pero antes debo confesarle quien soy y eso podría molestarlo mucho, sabes que es muy sensible con lo de su edad. Además de que no le gustan las mentiras
-si te ama realmente, nada importara.
-Steve, creo que Anubis quiere jugar, y a menos que me sueltes, terminaras cargándonos a los dos lo que en verdad sería algo muy gracioso, incomodo pero gracioso. – le digo dándole un beso, trato de pararme pero él me retiene, se levanta y yo suelto y bajo las piernas, él me sostiene hasta que piso el suelo, me da un beso y se pone a jugar con Anubis.
-Anubis, eres un chico malo, interrumpiste un bello momento de romántico con tu mamá, y solo porque quieres jugar y yo que te había traído postre para comer. – Anubis entendió perfectamente por lo que ladra, veo a Steve tomar una rama y mostrársela mientras le dice.
-ve por ella muchacho – lo veo lanzar la rama, algo alto para que llegue lejos, veo como Anubis corre y salta, y captura la rama en el aire a más de dos metros de altura, y se la trae a Steve, este la vuelve a lanzar aún más alto, por lo que Anubis vuelve a correr esta vez va más lejos pero captura la rama en el aire nuevamente, el regresa y se echa a la sombra del árbol, se negó a soltar la rama. Yo estoy atacada de la risa, por la cara de Steve que es un verdadero poema por la sorpresa de ver a anubis saltar tan alto.
Lo veo acercarse a donde estoy sentada y me roba un beso, para después meter las piernas por el lado de la banca y sentarse frente a mis piernas, las cuales sujeta de las rodillas
-Anubis, ven acá, tienes que portarte bien con él, pues quiere ser tu papá, bebé. – llamo al perro, que se acerca y se levanta apoyando dos paras en la banca frente a mí y le acaricio la cabeza.
-mmm, su papá? Y yo que quería ir lento y resulta que de un momento a otro tengo novia y un hijo a los que cuidar; esa idea me gusta. – dice moviendo las cejas pícaramente.
-qué bueno que te gusta la idea, papá. – le digo con ternura, lo imagino como un buen padre, tierno cariñoso y comprensivo, no como el mío, frio y cruel.
-debes portarte bien, no queremos espantarlo, aun no nos conoce bien, y podría salir huyendo. – le digo a Anubis, que sabe lo que estoy pensando, él solo ladra
-yo no saldría huyendo, no de ti, me gustas y sé que te quiero – me dice levantándose y jalándome más hacia él, siento su cuerpo y descubrí que esta excitado, cielos y solo nos hemos besado, yo nunca había despertado esa reacción en un hombre.
-Steve!!! – le digo por la sorpresa que me causa sentir su excitación en mi vientre y le rodeo el cuello con los brazos mientras él me abraza y comienza a besarme, lo que hace que él se existe aún más, lo siento, además su respiración está muy agitada igual que la mía.
Mientras me besa suelto un ligero gemido de placer, me gustan sus labios y más sus besos y lo rodeo con las piernas, no quiero separarme de él, pero necesitamos respirar, siento su respiración agitada y su corazón acelerado al poner mi cabeza en su pecho, yo estoy igual, mi corazón va a mil por hora y siento que se saldrá de mi pecho. Él ha sabido traspasar todas mis barreras, sin siquiera tocarlas, como un fantasma, y temo que al saber quién soy me desprecie como lo hicieron mis verdaderos padres.
Sé que debo decirle, confiar en él, en todos los vengadores, debo acabar con la mentira que es esta apariencia de rubia ojiazul de piel dorada, y volver a ser Ahmanet, la aburrida castaña de ojos grises y piel pálida. Cuando nos hemos calmado y nuestras respiraciones son nuevamente normales él me dice.
-sabes creo que Anubis también quiere jugar contigo y es mejor que te levantes y corras, porque si no te atrapare aquí mismo.
-qué? quieres jugar a capturar al enemigo, sabes que eso es trampa, verdad papá?
-trampa, porque?- me pregunta enarcando las cejas.
-porque sabes muy bien que corres más que yo, tendrías que dame ventaja, además que pasa si gano? Y hasta donde hemos de ir? –le pregunta
-debes correr hasta aquellos árboles, y evitar que te capture, si en realidad quieres ganar tendrás que regresar a esta mesa, y en cuanto a lo que puedes ganar; te complaceré un d***o. – me dice señalando la arboleda a unos cien metros
-lo que pida? – le pregunto mirándole pícaramente y volviendo a rodearle con las piernas.
-Ahmanet!!!, te dije que d***o ir despacio, d***o cortejarte y enseñarte lo que es el amor, no solo el sexo, además no soy un pervertido para hacerte el amor aquí en el parque, nos arrestarían si alguien nos descubriera. – dice dándome un casto beso en la frente y retirándose al otro lado de la mesa, donde lo veo tomar una botella de agua de la cesta.
-valla y yo que pensé que podría verte sin camisa? – le digo sonriendo descaradamente, lo que lo hace reír y casi se atraganta con el agua que estaba bebiendo
-mmm podría concederte eso, pero si pierdes te hare lo que yo quiera. –me responde
-mmm, que no es lo mismo, pensé que eso sería después de la boda!- le respondo y veo como comienza a toser, pues esta vez sí se estaba ahogando por el agua que estaba bebiendo.
-Ahmanet!!! – dice y yo simplemente le sonrió
-qué? dijiste que me complacerías en un d***o, lo que yo quisiera, y pensándolo bien quiero otro hijo, una niña estaría bien. – le digo sonriendo pícaramente, pensando en que tengo ganas de tener una hermosa gata de n***o pelaje y de ojos amarillos, le veo suspirar profundamente y le escucho decir.
-Ahmanet!!! Eres una chica muy peligrosa para mi sentido común, lo sabias?
-Nooo, pero así me quieres verdad?. – le respondo, su tono de voz tan serio me recordó al de mi padre cuando me hecho de la casa y me dejo en medio de la calle. Me estremezco de pensar que me desprecie y me corra de su lado.