(Julio 02, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, D.C.)
(Steve Rogers/Capitán América)
Escucho inseguridad en su voz, cielos debí recordar lo que ha sufrido y pensar mis palabras, no quiero lastimarla.
-Amor, pequeña, yo así te quiero, me encantas, pero debo controlarme y mucho, quiero que sientas lo que es enamorarte no solo la reacción de las hormonas revolucionadas como en este momento, yo también me siento igual, y a hablándote con franqueza, esta es la primera vez que hablo del tema con alguien, si sé que Nat, ha estado tratando de emparejarme con alguien desde hace unos meses, pero no es lo mismo salir, a cenar, y llevarla a su casa, que sentirme como me siento en este momento y solo por besarte, me educaron diferente, yo respeto a las mujeres y no podría tener solo una aventura, si en algún momento llegamos a tener intimidad, será porque me amas y estaremos juntos siempre o por el tiempo que tu así lo decidas.
-y si, cuando te enteres de mis secretos, te molestas tanto como para desear no haberme conocido nunca y estamos juntos que pasara?
-yo solo quiero que confíes en mí y que salga de ti decirme tus secretos, solo dime cometiste algún crimen? Has lastimado inocentes?
-nunca le haría daño a inocentes, pero algunas de las cosas que he hecho, bien podrían ser consideradas crímenes, solo puedo revelarte que no soy lo que aparento, y que mis acciones a pesar de que causan problemas para algunas personas demasiado ambiciosas, solo ayudan a otros.
-entonces no eres analista financiera?
-si lo soy, pero soy más que eso, veras por lo que hago es que Fury me ordeno realizar algunas investigaciones, él ya sabe quién soy exactamente, lo descubrió.
-me quieres decir que eres una espía?
-pues sí y no? Soy una hacker e investigo aquello que no está bien, también entro a donde otros no pueden porque ignoran lo que pasa. Investigo las cosas y las informo cuando corroboro que son delitos.
-quieres decir que sigues los pasos de tu padre, por eso los criminales te están buscando?
-pues sí, eso es solo una parte. Te lo dije, no soy quien aparento, he tenido que cambiar para esconderme.
-cariño, seguir los pasos de tu padre como investigadora privada no es algo que me ofenda, más bien me preocupa por la cantidad de enemigos que te estas echando encima, además de que bueno al parecer a Fury le parecen útiles tus talentos como investigadora sino no te habría pedido que hicieras lo que te encargo, y comprendo que te disfrazaras para esconderte, ahora estoy intrigado por saber cuál es tu verdadera apariencia. Dime cuales fueron los cambios?
-el color de mis ojos y mi cabello, y el uso de maquillaje para verme algo mayor.
-mmm, así que tu cabello no es rubio y tus ojos no son azules, de qué color son?. – no le digo nada respecto al maquillaje porque al verla noto que a pesar de que esta maquillada a la perfección, se ve natural, como puede creer que el maquillaje la hace ver mayor, la verdad para mi es todo lo contrario, la hace verse muy joven y hermosa
-bueno soy castaña clara, casi como tú, y mis ojos son de color gris. – me responde, la observo y me la imagino con el cabello castaño y los ojos grises, y aun así la veo hermosa y muy parecida a como es.
-cariño pues habrá que buscarte un disfraz mejor porque en realidad, aun con el cambio de color de tu pelo y con las lentillas, tu rostro es el mismo, no sé cómo no te han encontrado antes. En verdad me preocupas mucho. Y eso no tendría que molestarme al grado de llegar a despreciarte, algo más que deba saber?, lo pregunto porque intuyo que hay más.
Ella asiente pero no dice más, por lo que acepto que ya la he presionado mucho para que me descubra sus secretos. Por lo que la abrazo y le digo retomando nuestro juego.
-Bien, corre tienes diez segundos. –ella me mira y sale corriendo con el perro detrás de ella, le doy más tiempo ya que sé que soy más rápido que ella además trae puestas esas botas de tacón con las que entreno el otro día, a los quince segundos comienzo a correr, la perdí de vista cuando se metió entre los arboles pero al llegar a la frontera del prado con los arboles la veo.
Corro hacia ella y le aviso
- será mejor que corras porque si te atrapo …- la escucho reír y la veo pasar corriendo regresa al prado por lo que voy tras ella casi la alcanzo pero algo me cae encima, Anubis que tras tirarme al suelo ladra y corre tras ella.
-eha eso fue trampa, él tiene cuatro patas. – la escucho reír más fuerte cuando por fin la alcanzo la abrazo y caemos de lado, trato de protegerla de la caída no quiero lastimarla.
-Auch – la escucho quejarse
-creo que tendré un bien moratón en el hombro. – me dice
-nada que un beso no perdone verdad?- me ve con el ceño fruncido se ve linda.
-tendré que pensarlo. – me responde mientras me ve a los ojos, luego me sonríe
-te perdono con una condición. – me dice rodando sobre el pasto, quedando abajo
-que sean dos besos. – me dice y le sonrió, le doy un beso en la frente y otro en los labios, a lo que ella me mira con el ceño fruncido
-a eso le llamas besos? – me reclama tratando de empujarme con las manos, yo la sujeto de las muñecas y comienzo a besarla, la siento moverse, para cuando me doy cuenta ella me ha rodeado las piernas con las suyas, tratando de inmovilizarme, pero he quedado entre sus piernas, una posición algo comprometida si alguien nos ve. Siento sus piernas moverse a lo largo de las mías, lo que es verdaderamente sensual, me separo de ella y la miro a los ojos. Subo sus brazos encima de su cabeza y le sujeto ambas muñecas con una mano mientras con la otra acaricio si mejilla. Y le doy un rápido beso en los labios.
-bien yo gane, así que tu castigo serán … - digo con mis labios cerca de los suyos, ella me observa, no se resiste a mí a pesar de que está en una posición muy vulnerable frente a un hombre más grande y fuerte que ella,
-cuál será el castigo que me impondrá mi poderoso captor? – me pregunta, usando un tono de voz muy sensual. Yo llevo mi mano libre a su costado y la paso por su cintura, levanto un poco su blusón y la acaricio su piel, es cálida y suave.
-mmm tu castigo mi bella y joven prisionera serán … Cosquillas. – le digo y comienzo a hacerle cosquillas en un costado sobre su suave piel, ella abre mucho los ojos y dice.
-NNOOO, por favor cosquillas no, te lo suplico. – yo la ignoro y continuo haciéndole cosquilla, solo me rio
-tienes que pagar tu castigo por ser perezosa.
-SOCORRROOOO, Anubis AYUDAME.- la escucho gritar, yo sigo torturándola con las cosquillas, y al ver al perro acercarse lo observo, este se hecha cerca y bosteza, lo que me hace reír.
-lo lamento pero él no intervendrá, sabe que perdiste y debes pagar.
-Nnnooo por favor ya para, harás que me haga pipi encima, por favor, para ya. – la escucho rogar y me sigo riendo, le doy un beso en la punta de la nariz. Paro por un momento para acariciar su mejilla y darle otro beso.
-sabes, me encanta sentir tu piel suave, y tu perfume me vuelve loco, que aroma es no logro identificarlo? – le pregunto mientras sumerjo mi cara en su cuello mientras continuo acariciando su costado, esta vez suavemente
-es la combinación de mi loción de baño de gardenias y un perfume de jazmines, me gusta como huelen. – me responde
-mmm así que te gustan las gardenias y los jazmines, es bueno saberlo. – le digo besándola, y deteniendo mi mano en sus cotillas, la veo y sonrió, ella intuye lo que vendrá porque grita
-SOCORRO, ANUBIS AYUDAME, demonios
-lenguaje – le regaño
-por favor ya no; para por favor. –me dice, le beso la mejilla y sigo por su cuello.
No me doy cuenta de que alguien se acerca hasta que le escucho decir.
-Para, no te muevas y mucho menos vallas a voltear.
-ALTO, SUELTALA O DISPARAMOS MUCHACHO. – gritan por un costado de mí, voy a voltear pero ella me vuelve a decir
-no voltees, esto es mi culpa, perdón. - me dice, yo le suelto las manos y comienzo a levantarme. Ella me abraza el cuello para evitar que vean mi rostro y dice.
-perdón oficiales, es una falsa alarma, no creí que alguien me escuchara. - dice ella mientras se sienta y yo le ayudo, sigo sin voltear.
-Está segura que está bien señorita? – escucho preguntar a uno de ellos.
-si estoy segura, lamento haber gritado, pero mi NOVIO me estaba haciendo cosquillas y las ODIO, y al que le pedía ayuda es al traidor ese que esta echado ahí. – dice señalando a Anubis, que levanta la cabeza y vuelve a bostezar.
-pues espero que ese caniche no sea un perro guardián porque en una situación real, no sería nada útil señorita.- le dice uno de los oficiales sonriendo, el otro está riendo abiertamente. Por fin me levanto y dejo que me vean.
-perdón no es usted el capitán América? – pregunta el segundo oficial poniéndose serio.
-pues sí, soy Steve Rogers.- les saludo y estrecho sus manos; siento a Ahmanet sujeta a mi brazo esconderse bajo mi brazo.
-un gusto para nosotros conocerlo, Capitán. – me responde uno de ellos, el mayor de los oficiales, ve a Ahmanet y sonríe.
-solo nos acercamos porque escuchamos los gritos, para la próxima, será mejor que le haga caso Capitán, soy casado y no es bueno hacer enojar a la pareja, lo podría enviar a dormir con el perro; pero viendo el tamaño de su cachorro, no creo que durmiera incómodo. – me dice sonriendo.
-Pete, Pero ya sabes que lo mejor de los pleitos en pareja, nos las reconciliaciones en la cama, una buena discusión y todo es mejor. – le responde el otro oficial que nos ve a ambos sonriendo. Yo miro avergonzado a Ahmanet, pero ella se ríe.
-Creo que hoy alguien duerme con el perro, pues dudo mucho que haya reconciliación nocturna. – dice sonriendo pícaramente y los dos oficiales solo niegan con la cabeza.
-Ahmanettt!! -
-qué? el oficial lo sacó a colación no yo. – me responde. Yo solo puedo abrazarla mientras ella voltea a ver a los oficiales.
-Lo lamento, pero como es chapado a la antigua, no habrá reconciliación a menos que me convenza de otra forma. – les dice a los oficiales quienes se ríen.
-bueno lamento en verdad mis gritos, y que tuvieran que venir a rescatarme, lo cual agradezco mucho, me salvaron de un segundo ataque de cosquillas y de que terminara haciéndome pipi de la risa, él no me hacía caso cuando le rogaba que parara; pero tendrá que pagar por haberme torturado; en verdad se los agradezco mucho. – les dice soltándose de mi abrazo y acercándose a ellos y les da un casto beso en la mejilla a cada uno de ellos, mientras les habla con esa voz aniñada que tanto me enternece.
-tenga cuidado señorita, estaremos de ronda hasta las cinco, así que si necesita ayuda solo grite. – le dice el mayor.
-solo recuerde hacerle pagar, por la tortura señorita, sería una dulce venganza de una damita dulce y frágil como usted, contra un hombre grande y fuerte como él. Y le aconsejo cambiar de perro, algo más bravo le ayudara en una situación real, ese chico puede imponer por el tamaño, pero no ayuda mucho en la acción. – yo solo escucho lo que le dicen negando con la cabeza.
-y bien cual será mi castigo por torturarte? – le pregunto
-mmm que tal que me des una hija? – me pregunta para asombro mío y de los oficiales del parque
-AHMANET!!! – ciento que me sonrojo por sus palabras y lo que implican, mientras lo oficiales se sueltan a la carcajada viendo mi cara de sorpresa.
-que mente tan sucia tienes! Yo solo quiero una gatita, para llamarla Basteth. – dice con total inocencia lo que hace que los oficiales se rían aún más fuerte, a mí no me queda más que reír, por lo que voy a paso rápido por ella y la levanto con un abrazo muy apretado.
-Ahmanet cariño, contigo es imposible lo juro, no sé con qué cosa me saldrás después, Cielos. – y le doy un beso
-yo no tengo la culpa que tengas una mente tan sucia, y eso que eres chapado a la antigua, mmm si como no, que tal si fueras uno de esos que solo buscan seducir chicas y después si te vi ni te conozco. Pervertido. – me dice con su cara de ángel y haciendo un puchero.
-Amor eres muy linda y yo solo quiero complacerte pero te lo pido, deja de darme esos sustos, o te quedaras viuda antes de la boda. Y por cierto no soy ningún pervertido, ni tengo la mente sucia, pero con todas tus insinuaciones no hay santo que aguante. Y te advierto que yo no soy un santo. – le respondo y la veo sonrojarse hasta la raíz. Por lo que le doy un ligero beso en la frente y la bajo.
Mientras me acerco a los oficiales del parque y les digo
-disculpen en verdad las molestias, era solo un juego, pero ya ven, no ayudanta nada. – veo como se mueve y retrocede y luego siento sus manos en mis hombros para terminar sobre mi espalda y hablarme al oído.
-mmm puede que yo no aguante las cosquillas pero aguantaras tu mi tortura? – me pregunta mientras muerde mi oreja.
(Julio 02, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, D.C.)
(Ahmanet)
No sé qué vería en mis rostro, pero el vino a mí y me abrazo con ternura diciendo.
-Amor, pequeña, yo así te quiero, me encantas, pero debo controlarme y mucho, quiero que sientas lo que es enamorarte no solo la reacción de las hormonas revolucionadas como en este momento, yo también me siento igual, y a hablándote con franqueza, esta es la primera vez que hablo del tema con alguien, si sé que Nat, ha estado tratando de emparejarme con alguien desde hace unos meses, pero no es lo mismo salir, a cenar, y llevarla a su casa, que sentirme como me siento en este momento y solo por besarte, me educaron diferente, yo respeto a las mujeres y no podría tener solo una aventura, si en algún momento llegamos a tener intimidad, será porque me amas y estaremos juntos siempre o por el tiempo que tu así lo decidas.
-y si, cuando te enteres de mis secretos, te molestas tanto como para desear no haberme conocido nunca y estamos juntos que pasara?- le pregunto, tengo miedo de su respuesta, de su reacción cuando se entere que lo que ve en mi es mentira.
-yo solo quiero que confíes en mí y que salga de ti decirme tus secretos, solo dime cometiste algún crimen? Has lastimado inocentes?- me pregunta
-nunca le haría daño a inocentes, pero algunas de las cosas que he hecho, bien podrían ser consideradas crímenes, solo puedo revelarte que no soy lo que aparento, y que mis acciones a pesar de que causan problemas para algunas personas demasiado ambiciosas, solo ayudan a otros. – le confieso
-entonces no eres analista financiera?
-si lo soy, pero soy más que eso, veras por lo que hago, es que Fury me ordeno realizar algunas investigaciones, él ya sabe quién soy exactamente, lo descubrió.
-me quieres decir que eres una espía?
-pues sí y no? Soy una hacker e investigo aquello que no está bien, también entro a donde otros no pueden porque ignoran lo que pasa. Investigo las cosas y las informo cuando corroboro que son delitos. – le digo, él sabe esto porque me está buscando es lo que tiene en el expediente de la mini espía, como me tienen marcada.
-quieres decir que sigues los pasos de tu padre, por eso los criminales te están buscando?
-pues sí, eso es solo una parte. Te lo dije, no soy quien aparento, he tenido que cambiar para esconderme. Cielos él está pensando en lo que invente para los de WITSEC
-cariño, seguir los pasos de tu padre como investigadora privada no es algo que me ofenda, más bien me preocupa por la cantidad de enemigos que te estas echando encima, además de que bueno al parecer a Fury le parecen útiles tus talentos como investigadora sino no te habría pedido que hicieras lo que te encargo, y comprendo que te disfrazaras para esconderte, ahora estoy intrigado por saber cuál es tu verdadera apariencia. Dime cuales fueron los cambios?
-el color de mis ojos y mi cabello, y el uso de maquillaje para verme un poco mayor. – le doy las pistas el me vio a la cara, es más me enfrento en Berlín, y sé que me recuerda bien.
-mmm, así que tu cabello no es rubio y tus ojos no son azules, de qué color son?. – me pregunta con curiosidad.
-bueno soy castaña clara, casi como tú, y mis ojos son de color gris. – le respondo, el me observa y sé que trata de verme con el cabello castaño y los ojos grises, pero solo sonríe.
-cariño pues habrá que buscarte un disfraz mejor porque en realidad, aun con el cambio de color de tu pelo y con las lentillas, tu rostro es el mismo, no sé cómo no te han encontrado antes. En verdad me preocupas mucho. Y eso no tendría que molestarme al grado de llegar a despreciarte, algo más que deba saber?, lo pregunto porque intuyo que hay más.
Yo asiento pero no digo más, no puedo decirle que en mi apariencia me veo mayor, no solo por el maquillaje, sino porque hice que me vieran de veintiún años y no de las casi los dieciséis que tengo. Suspiro profundamente, sé que tengo que retirar la ilusión de mi apariencia, pero aparte de mi engaño sobre mi apariencia, están mis habilidades, sé que ni él ni ninguno de los vengadores se sorprendería de lo que hago, pero me aceptarían como soy, una bomba de tiempo a punto de explotar, si me descontrolo lo suficiente? Lo escucho respirar y siento que suelta su abrazo cuando me dice.
-Bien, corre tienes diez segundos. – lo miro como preguntando qué quiere decir hasta que recuerdo que íbamos a jugar y salgo corriendo, Anubis corre detrás de mí, lo veo esperar más de los diez segundos que me dio, llego a la arboleda y me escondo tras un árbol grande, lo veo venir por lo que desaparezco y me interno más en la arboleda, cuando lo veo cerca, me rio y desaparezco para aparecer unos metros más allá, cuando creo que ya está muy dentro de la arboleda me rio más y corro pasando por un lado de él y desvaneciéndome tras los grandes árboles, él trata de alcanzarme pero no puede, llego a la frontera del prado y la arboleda y me desaparezco para aparecerme a una buena distancia ya no poder hacerle trampa pues me tiene a la vista así que corro con todas mis fuerzas, casi me alcanza pero Anubis interviene y lo tira al piso ladrando y continua su carrera para alcanzarme, cuando le escucho decir.
-eha eso fue trampa, él tiene cuatro patas. – yo me rio pues me da un poco más de ventaja pero es inútil no soy buena corriendo y él es muy rápido, siento sus brazos a mi alrededor y como al atraparme comenzamos a caer, también siento su esfuerzo por girar para que el golpe en la caída lo reciba su hombro. Al caer envuelta en sus brazos y casi de lado ya que el giro no se dio por completo me quejo.
-Auch – me quejo
-creo que tendré un bien moratón en el hombro. – digo con un puchero
-nada que un beso no perdone verdad?- me pregunta, por lo que le miro frunciendo el ceño.
-tendré que pensarlo. – le respondo para sonreírle dos segundos después
-te perdono con una condición. – le digo rodando sobre el pasto, quedando debajo de el
-que sean dos besos. – le pido, él me sonríe, y me da un beso en la frente y otro ligero en los labios, por lo que le pregunto entre pucheros.
-a eso le llamas besos? – le empujo con las manos pero él me sujeta pos las muñecas y comienza a besarme, cielos me encantan sus besos, me muevo, para sujetar sus piernas con las mías a la altura de las rodillas para inmovilizarlo, pero él ha quedado entre mis piernas, sintiendo la fuerza de su cuerpo cuando se mueve para besarme. Si alguien nos viera pensaría que estamos teniendo intimidad. Comienzo a mover mis piernas a lo largo de las suyas, esta tenso y tiene el pulso acelerado, lo sé por la vena en su cuello.
Él se separa dejando de besarme y me mira a los ojos, mientras sube mis brazos por encima de mi cabeza, y los sujeta con una sola mano, mientras me acaricia la mejilla con la otra. Me da un beso rápido en los labios. Cuando me dice.
-bien yo gane, así que tu castigo serán … - me dice con los labios muy cerca de los míos, fijo mi vista en el fondo azul de sus ojos, no me muevo, ni presento resistencia alguna, él podría hacerme lo que quisiera y yo no me opondría.
He estado sola desde los ocho años, y he visto de todo, se lo que es el sexo, pero no lo he practicado, no a mis escaso casi dieciséis, pero no soy tonta, si él quisiera hacerlo en ese momento le dejaría hacer, pues es la primera vez que mi cuerpo reacciona de esta forma.
-cuál será el castigo que me impondrá mi poderoso captor? – le pregunto, usando un tono de voz muy sensual. El lleva su mano libre a mi costado y comienza a acariciarme, pasa por mi cintura y ciento como levanta mi blusón para tocar mi piel, la cual siento arder, junto con mi sangre.
-mmm tu castigo mi bella y joven prisionera serán … Cosquillas. – me responde y comienza a hacerme cosquillas, yo abro los ojos y le digo.
-NNOOO, por favor cosquillas no, te lo suplico. – el me ignora y continua torturándome, cielos soy muy sensible y cosquillada, por lo que no las soporto.
-tienes que pagar tu castigo por perezosa.
-SOCORRROOOO, anubis AYUDAME.- comienzo a gritar, pero me ignora por completo, veo a Anubis acercarse, sé que me ayudara, pero él muy cabrón se hecha a unos metros bostezando y solo me dice mentalmente.
-está jugando, no te hace daño, deberías aceptar su cariño y tu castigo, ya podrás castigarlo tu después.
-lo lamento pero él no intervendrá, sabe que perdiste y debes pagar. –escucho decir a Steve que se ríe de mis gritos y suplicas
-NNooo por favor ya para, harás que me haga pipi encima, por favor, para ya. – le ruego pero el sigue riendo, y me da un beso en la punta de la nariz. Para las cosquillas un momento solo para acariciarme la mejilla y darme otro beso.
-sabes, me encanta sentir tu piel suave, y tu perfume me vuelve loco, que aroma es no logro identificarlo? – me pregunta mientras sumerge su cara en mi cuello mientras continuo acariciando mi costado, esta vez suavemente.
-es la combinación de mi loción de baño de gardenias y un perfume de jazmines, me gusta como huelen. – le respondo con un suspiro, me gustan sus caricias
-mmm así que te gustan las gardenias y los jazmines, es bueno saberlo. – me dice mientras me besa, y deteniendo mi mano en mis cotillas, me ve y sonríe, se lo que me espera y comienzo a gritar otra vez
-SOCORRO, ANUBIS AYUDAME, demonios
-lenguaje – me regaña.
-por favor ya no; para por favor. –le pido, me besa la mejilla y sigue bajando por mi cuello dejando pequeños besos.
Veo acercarse a un par de oficiales del parque, pero Steve no los ha visto, porque está besando mi cuello, por lo que le digo al oído
-Para, no te muevas y mucho menos vallas a voltear.
-ALTO, SUELTALA O DISPARAMOS MUCHACHO. – gritan los oficiales a un lado de nosotros, precisamente el lado ciego de Steve al tener su cara en mi cuello del lado izquierdo
-no voltees, esto es mi culpa, perdón. – me disculpo con Steve, podrían herirlo si creen que en verdad me está haciendo daño, el suelta mis manos y comienza a levantarse pero yo llevo mi brazo derecho a su cuello y lo abrazo, él es un ejemplo para los niños en las escuelas así que hay que evitar los escándalos. Y mientras evito que le vean el rostro les digo a los oficiales
-perdón oficiales, es una falsa alarma, no creí que alguien me escuchara. – comienzo a sentarme en el suelo, el me ayuda pero no voltea a ver a los oficiales
-Está segura que está bien señorita? – pregunta uno de los oficial, alto y de mayor edad que el otro.
-si estoy segura, lamento haber gritado, pero mi NOVIO me estaba haciendo cosquillas y las ODIO, y al que le pedía ayuda es al traidor ese que esta echado ahí. – digo señalando a Anubis, que levanta la cabeza y vuelve a bostezar.
-pues espero que ese caniche no sea un perro guardián porque en una situación real, no sería nada útil señorita.- me dice el segundo oficial más joven que el otro quien me sonríe, el otro está riendo abiertamente. Veo a Steve levantándose suspirando y deja que lo vean.
-perdón no es usted el capitán América? – pregunta el segundo oficial poniéndose serio.
-pues sí, soy Steve Rogers.-les saluda y estrecha sus manos; yo sujeto su brazo, escondiéndome bajo este y ocultando mi rostro.
-un gusto para nosotros conocerlo, Capitán. – le responde uno de ellos, el mayor de los oficiales, me ve y sonríe.
-solo nos acercamos porque escuchamos los gritos, para la próxima, será mejor que le haga caso Capitán, soy casado y no es bueno hacer enojar a la pareja, lo podría enviar a dormir con el perro; pero viendo el tamaño de su cachorro, no creo que durmiera incómodo. – le dice sonriendo.
-Pete. Pero ya sabes que lo mejor de los pleitos en pareja, nos las reconciliaciones en la cama, una buena discusión y todo es mejor. – le responde el otro oficial que nos ve a ambos sonriendo. Veo a Steve todo apenado por el comentario del oficial más joven por lo que me rio.
-Creo que hoy alguien duerme con el perro, pues dudo mucho que haya reconciliación nocturna. – digo sonriendo con picardía, poniendo mi cara de inocente, y los dos oficiales solo niegan con la cabeza
-Ahmanettt!! -
-qué? el oficial lo sacó a colación no yo. – le respondo, mientras Steve me abraza, yo me vuelvo para ver a los oficiales.
-Lo lamento, pero como es chapado a la antigua, no habrá reconciliación a menos que me convenza de otra forma. – les digo a los oficiales quienes se ríen.
-bueno lamento en verdad mis gritos, y que tuvieran que venir a rescatarme, lo cual agradezco mucho, me salvaron de un segundo ataque de cosquillas y de que terminara haciendo me pipi de la risa, él no me hacía caso cuando le rogaba que parara; pero tendrá que pagar por haberme torturado; en verdad se los agradezco mucho. – les digo soltándome de su abrazo y acercándose a ellos y les doy un casto beso en la mejilla a cada uno de ellos, mientras les hablo con mi más dulce voz, esperando me perdonen y no me multen.
-tenga cuidado señorita, estaremos de ronda hasta las cinco así que si necesita ayuda solo grite. – le dice el mayor.
-solo recuerde hacerle pagar, por la tortura señorita, sería una dulce venganza de una damita dulce y frágil como usted, contra un hombre grande y fuerte como él. Y le aconsejo cambiar de perro, algo más bravo le ayudara en una situación real, ese chico puede imponer por el tamaño, pero no ayuda mucho en la acción. – yo solo puedo asentir porque estoy a punto de atacarme de risa mientras escucho en mi mente a Anubis, quejarse de los comentarios de los oficiales del parque, y veo a Steve negando con la cabeza.
-tontos, si supieran que ni toda la policía de esta ciudad podrían detenerme nunca. – escucho decir a Anubis
-y bien cual será mi castigo por torturarte? – me pregunta Steve
-mmm que tal que me des una hija? – le pregunto, lo que lo toma por sorpresa a él y a los dos oficiales del parque
-AHMANET!!! – veo su cara y es todo un poema, no solo está más que sorprendido sino totalmente sonrojado por la vergüenza que siente, dado la implicación de mi pregunta, escucho tras de mi a los dos oficiales soltar sonoras carcajadas por la cara de sorpresa y más por el tono con que dijo mi nombre.
-que mente tan sucia tienes! Yo solo quiero una gatita, para llamarla Basteth. – le reclamo, poniendo mi cara de niña inocente y haciendo pucheros como niña regañada por algo que no hizo; esto provoca que los dos oficiales se ría aún más fuerte si es posible, con lo que Steve se da por vencido y se ríe, y viniendo hacia mí con paso rápido se agacha un poco para quedar a mi altura y abrazándome fuertemente me levanta del suelo
-Ahmanet cariño, contigo es imposible lo juro, no sé con qué cosa me saldrás después, Cielos. – me dice Steve y me da un tierno beso
-yo no tengo la culpa que tengas una mente tan sucia, y eso que eres chapado a la antigua, mmm si como no, que tal si fueras uno de esos que solo buscan seducir chicas y después si te vi ni te conozco. Pervertido. – le digo con una sonrisa de lado como si no le creyera nada de lo que me dice.
-Amor eres muy linda y yo solo quiero complacerte pero te lo pido, deja de darme esos sustos, o te quedaras viuda antes de la boda. Y por cierto no soy ningún pervertido, ni tengo la mente sucia, pero con todas tus insinuaciones no hay santo que aguante. Y te advierto que yo no soy un santo. – me responde y yo por primera vez me sonrojo hasta la raíz de mi cabello, y Steve me da un ligero y rápido beso en la frente y me baja
Mientras veo como se acerca a los oficiales del parque y les dice:
-disculpen en verdad las molestias, era solo un juego, pero ya ven, no ayudanta nada. – me muevo por detrás de él y pongo mis manos en sus hombros casi al tiempo que salto para montarme en su espalda y hablarle al oído.
-mmm puede que yo no aguante las cosquillas pero aguantaras tu mi tortura? – le pregunto mientras muerdo su oreja.
-y que es lo que estás pensando? - me pregunta sonriendo mientras toma mis piernas para llevarme hasta la mesa donde nuestras cosas están montada en su espalda.
-por el momento que me lleves a comer y la verdad es que no tengo nada de ganas de caminar amor, así que adelante, porque de aquí no me bajo. – le digo y el suelta la carcajada
-valla pero que perezosa eres, pero así te amo, cielos eres totalmente lo opuesto a mí, tu eres dulce, frágil, picara, misteriosa y perezosa.
-y tú eres cándido, duro, tímido, claro y muy activo, lo siento amor pero deberías saber que los opuestos se atraen y en este preciso momento a mi hambre la atrae la comida de la cesta, así que camina.
-mmm y que gano yo con eso? Aparte del placer de sentir tu cuerpo pegado al mío?
-pervertido y chantajista, dime que es lo que deseas y veré si te lo concedo.
-mmm digamos que quiero una cena romántica para los dos, que me dices?
-concedido, pon la fecha y avísame.
-de acuerdo, perezosa. Me dice al llegar a la mesa en donde me coloca, me suelto para que pueda retirarse y poder sentarme a comer, pero solo se da la vuelta y me da un tierno, lento y largo beso.
-mmm este beso me encanta, perezoso. Le digo cuando se separa y pega su frente a la mía.
-perezoso yo?
-sí, me encantan tus besos perezosos, lentos y tiernos, eres el hombre prefecto para mí.
-es bueno saberlo, pero he de decirte que soy un poco celoso, así que será mejor que tengas cuidado, sobre a quién le sonríes, no me gustaría tener que golpear a alguien por coquetear con mi mujer.
-lo mismo digo amor, lo mismo digo.