Subastando mi tranquilidad El viaje que cambiaría mi vida se aproximaba, solo tia Oliva conocía las verdaderas razones por las que debía ausentarme, terminando de ser elegida como la Reina de las flores. A Juancho y a Gabriel les dije que viajaba porque asistiría a un congreso de la universidad en el área de audiovisuales y que sin duda me ayudaría a proyectar muchísimo mi perfil profesional. Ya no sabía que excusa inventar para que no sospecharan de mis planes. Había aceptado ser novia de Juancho justo cuando estaba pasando por un ataque de felicidad, pero después que analicé con cabeza fría me percaté que «La había embarrado» no me quedaba más que hacerle frente y hablar con él de forma sincera. No podía engañarlo, iba a comercializar con mi virtud y él no merecía estar en medio