Esperé sentada en la cama.
El entró.
- ¿Sobre qué quieres hablar?- empezó por ahí, cruzó sus brazos quedándose de pie frente a mi. Me sentí intimidada, así que también me puse de pie.
- Sobre nosotros, hasta donde tengo entendido, este es un matrimonio normal.
- ¿A que te refieres con normal? Mi padre lo organizó.
- Y ambos estuvimos de acuerdo.- dije, quizás yo no tuve muchas opciones pero el podía haberse opuesto si no lo quería. – A eso me refiero con normal, nuestra vida matrimonial seria como la de cualquier otro matrimonio.
- ¿Y no lo es?
- ¿En todos los matrimonios los recién casados se comportan como tu y yo?- estaba segura de que no. – Parecemos dos desconocidos, Ezra.
- Es lo que somos. No sabes nada de mi y es muy obvio que yo no te conozco de nada. – me señaló co
