Nick Lacronte Los luceros azules e intensos de Vanessa me miran con escrutinio, poso mis manos en sus brazos y la aparto dolorosamente de mi camino. Escucho la sirena del camión de los bomberos llegar. ─¡¿A dónde vas?! ─Exclama cuando ve que comienzo a correr hacia la dirección donde vi al sujeto─ ¡Idiota! ─Grita en un gruñido. Sigo corriendo y rodeo la iglesia hasta ver la espalda del sujeto, aumento la velocidad en mis piernas y cuando estoy cerca, él se percata y comienza a correr también «Mierda» pienso gruñendo. ─¡Detente ahí, imbécil! ─Ordeno y él no me hace caso. «Estoy viejo para esto» Agarro impulso y lo tacleo cuando logro alcanzarle, tumbo su cuerpo contra la grama y él se queja por lo brusco que he sido, le doy la vuelta sosteniéndole con fuerza de la chamarra para ver e