CAPÍTULO IV-1

2003 Words

Varia disimuló un bostezo. Estaba cansada; el concierto había durado mucho tiempo y hacía mucho calor en el amplio salón. No sólo había personas sentadas en todas las pequeñas y duras sillas doradas, sino que había otras de pie y apoyadas en las paredes, todas con una característica expresión de cortés aburrimiento, la cara que ella también debía haber adoptado. Le parecía que hacía un siglo que habían salido de la casa de los Duflot para ir a la importante comida de la que Jeanne le había hablado el día anterior. Varia estaba segura de que asistiría un grupo muy inmenso, pero no esperaba encontrar casi trescientas personas sentadas a la mesa. Y, por supuesto, no esperaba tanta formalidad, ni tantos discursos. Estos últimos parecían interminables. Hubo discursos y brindis, propuestas a l

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD