Luciano nos acompañó a la discoteca, supongo que enviado por Fernando para que fuera nuestro niñero, pero lejos de ser un adulto responsable que vigilara que no bebiéramos de a mucho ni que nos drogáramos, en realidad fue él quien terminó emborrachándose primero y bailando y besuqueándose con Marcela, la cual por supuesto que quedó hipnotizada apenas lo vio. —Creí que era gay —dijo Alejo, mientras observábamos el espectáculo desde la sala VIP. —Yo soy gay, y le metí los dedos a Daniela en la v*gina —dijo Vlad, y yo le di un codazo —¡Auch! —Solo espero que no sea tan hijoputa y que le diga a Marcela que es gay, antes de que ella se ilusione con él —dije, ahora sí que más enojada con Luciano. Él era el típico gay de clóset que, por guardar las apariencias, podía llegar a acostarse c