Relata Adamari. Caminaba de brazos cruzados por el jardín, pensando y analizando lo que estaba por suceder. Sería la nueva líder del grupo Martinek. Esto era algo que no me lo esperaba, menos lo imaginé. Siempre tuve en claro que mi padre jamás me permitiría trabajar en su empresa, tras de que era un machista de mierda, que creía que las mujeres solo habíamos nacido para ser ama de casa, era su hija bastarda, ni siquiera el apellido fue capaz de darme, menos me dejaría liderar su grupo, más aún, cuando él aún podía. Lo que iba a suceder mañana tenía mis pelos de punta, más que no sabía cómo iba a liderar el grupo. En verdad que el señor Pinheiro se había vuelto loco, sus ganas de vengarse por lo que había hecho mi padre no le permitía pensar con claridad. Es que tampoco le interesab