Capítulo 38: Completamente perdida

1994 Words

Emiliana Sofía permaneció a mi lado en reemplazo de Angelo por lo que parecía ser una eternidad. No éramos exactamente amigas, sin embargo fue muy amable al alcanzarme un vaso con agua y hacer que bebiera un poco. No sentía la boca ni la nariz así que se me dificultó respirar, cuando recuperé un poco del control de mi cuerpo empecé a desesperar, así que se acercó para tratar de tranquilizarme. –Calma, no te asustes, es parte de los efectos de esa jodida droga. Estarás bien, te lo prometo. Me guie de sus buenas intenciones, se sentó a mi lado y permaneció en reserva por un buen rato. Recobré poco a poco la movilidad de los dedos cuando el estruendo de varios disparos sonó lejos de nosotras a juzgar por el volumen del ruido fuera de la casa. Mi acompañante saltó de la cama como en pil

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