Cuéntalo.

1265 Words
Al sentarse y quedar de frente a Cal, Irithel esbozó una amplia sonrisa. - ¿Cuáles son exactamente tus planes Calisto?. Le preguntó Pertis de repente. Cal giró lentamente su cabeza a la izquierda para verlo mejor. - Mis planes son asesinar a todo aquel que tenga la osadía de provocar mi enemistad al tratar de asesinarme. Se sorprendería si supiera cuanta gente quiere verme muerto. Le contestó tranquilamente. Pertis puso una mueca hosca. - Pero... mis planes en éste momento son casarme con su hija y procrear hijos con ella inmediatamente. Añadió Calisto sonriendo fugazmente e hizo suspirar a varias doncellas ahí presentes. Todos guardaron silencio bastante incómodos, excepto Janos quien se mostraba bastante divertido y cómodo con aquella sensación. - Pensé que tus prioridades eran recuperar Medraz y deshacerte de los vravirios. Le contestó el Rey Pertis escudriñándo a todos los amigos de Calisto. - Tengo mucha gente dedicándose a eso en estos momentos. Le dijo Cal observando su reflejo en una copa de plata. - Te noto muy tranquilo, es evidente que los vravirios están en desventaja contra tí. Observó Pertis. - No del todo, ellos están siendo ayudados por Belcebú y por Asmodeus... digamos que están casi en equidad. Contestó Cal con expresión aburrida. Pertis alzó las cejas sorprendido. - ¿Y estás así de tranquilo?. - Yo tengo a mi amado Lucifer... también cuento con el apoyo de varios arcángeles. Le contestó Cal encogiéndose de hombros con indiferencia. - ¿Arcángeles?. Preguntó el obispo. - Sí. Aseguró Calisto. - ¿Aún sabiendo que Lucifer le acompaña?. - No todo es como piensan que es en la religión... los arcángeles no se llevan del todo mal con los demonios como muchos piensan. Dijo Lucifer de repente, quién seguía en su forma natural. El obispo lo miró atemorizado. - Esto es una aberración, no es buena idea casar a la princesa con un hereje. Le dijo el obispo a Pertis. - ¿Si fuese una aberración porque no ha bajado Dios a quitarme de aquí?. Le preguntó Lucifer al anciano hombre. - ¿Cómo te atreves a mencionar a Dios?... criatura infernal. Le contestó él anciano hombre. - ¡JA! Pero qué cinismo el suyo. ¿Cómo se atreve usted a mencionarlo si quiera? Se bien todos tus pecados Jillean Gundur. Le respondió Lucifer sonriendo maliciosamente y ocasionado que el obispo guardara silencio inmediatamente. Todos voltearon a ver al Obispo intrigados. - ¿Quieres que hablemos de eso Jillean?. ¿No?... eso creí. Le preguntó Lucifer con sorna. - Irithel se casará con Calisto les guste o no. Intervino Azazel. Pertis seguía muy serio. - Bien, bien... cenemos. Les instó luego de unos segundos. Cal no tenía casi hambre, así que se limitó a comer un poco de frutas. Pertis observaba cada movimiento que éste hacia. Cal irradiaba un aire despreocupado y muy sereno... tranquilo y muy seguro, aún así se le percibía aburrido desde que llegó y no parecía estar genuinamente interesado en toda aquella situación. - ¿Que harás después de la boda?. Le preguntó Pertis para sacarle conversación. - Quiero conocer Estes. Le respondió Calisto inmediatamente y dedicándole una breve sonrisa bastante genuina. - Seguro, claro que sí. Dijo Pertis esforzándose en ser cortés - ¿Y exactamente cómo va la guerra?. - Hemos recuperado pueblos y aldeas aledañas. Así como varios puertos y embarcaderos, actualmente Vraviria aún cuenta con el puerto de Frianas. Contestó Fenhir mientras cortaba un poco de carne de un cerdo ahumado. - ¿No le gusta la cena señor Clint?. Le preguntó Pertis al reparar como éste miraba con desagrado el cerdo. Todos los presentes ignoraron en qué momento Lucifer había vuelto a ser Clint. - No es eso, la cena en si es espectacular... lo que me causa conflicto es ése platillo en específico. Dijo señalando al cerdo. - A Clint le fascinan los cerdos... vivos. No le gusta comerlos por cuestiones moralmente privadas. Le informó Calisto terciando. - ¿Ah sí?. Preguntó Pertis. - Sí... son muy inteligentes y listos. Además son muy leales compañeros, de más está decir que la gente lo sabría si no se los comiera… De hecho tengo uno de mascota en Fallhan. Respondió Clint haciendo una expresión bastante extraña. - Ya veo... Pero tal vez quiera probar el resto de la comida, hay mucha variedad como puede ver. Sugirió Pertis. - Gracias. Dijo Clint. Cal miró a Clint con atención y vió cómo éste parecía no encontrarse bien, se hallaba muy pálido e inmediatamente dirigió su vista a Azazel quién disimuladamente se acercó a Clint como si fuese a decirle algo en voz baja mientras lo tocaba en el hombro, instantáneamente Clint recobró el color y volvía a lucir radiante y espectacular. Azazel se sentó de nuevo. Pertis se percató de aquello, pero no dijo nada. Clint comenzó a servirse perdiz, remolachas y papas asadas con hierbas, miel y especias. Cal contempló a su amigo con atención para luego dirigir su mirada a Irithel quien masticaba muy lentamente con aire aburrido. La música sonaba de fondo y Fenhir al igual que el resto se comenzó a sentir incómodo. - Supe que su hermano Artemis fue quién inició todo este lío. Soltó de repente Janos. Calisto alzó la vista para ver a ese tipo, Janos era joven, más o menos de la misma edad que Fenhir o Johen. Era alto y musculoso con el cabello color caoba, de barba cerrada y corta, tenía ojos color avellana y nariz estrecha y en punta. Era sin duda alguna estúpidamente atractivo. - ¿Y tú eres?. Preguntó Calisto de repente y fingiendo interés a propósito. - Janos Miel, Conde de Mihroz. Cal sonrió por educación. - Verá Conde Miel... mi hermano Artemis se vió obligado por los vravirios a actuar en contra de mí y de Fenhir. Era un rehén; El falleció después de asesinar a Axas cuando éste pretendía asesinar a Fen. El se puso entre las flechas para evitar la muerte de mi amado hermano. Le informó Calisto con voz pausada. - Es una lastima... casi todo el mundo cree que fue él quien orquestó un golpe de estado contra el Rey Karlf. Repuso Janos luego de terminar de masticar una cereza. - Suposiciones y evidentemente erróneas Conde. Contestó Cal con frialdad. - Es una pena que su linaje haya terminado ahí. Respondió el conde. - En éso se equivoca, mi hermano se casó en secreto con Lady Nashor y tuvieron un hijo. Terció Fenhir muy tenso, no le gustaba hablar de Artemis. Pertis se mostró muy interesado en todo aquello. - ¿Un hijo?. ¿En dónde está entonces ése niño?. Preguntó Pertis. - En Baalos con mi hijo. Contestó Fenhir. - ¿Tu también tienes un hijo?. Quiso saber el monarca bastante escéptico. Todos se giraron a verlo. - Sí. Me casé hace un tiempo con la hija de un noble hace cinco años, sin embargo murió al dar a Luz. Respondió Fen con tono lúgubre. - No tenía idea de que tenían hijos. Dijo Pertis. - Bueno... a cómo están las cosas preferimos guardar silencio. Pero como estamos entre amigos hay confianza. Razonó Fenhir mientras comenzaba a beber vino. - Así que ya hay dos herederos para Medraz y Baalos. - Y pronto habrá para Fallhan. Señaló Stavros. - Que bien... Karlf estaría complacido de saber que su linaje continúa. Añadió Pertis. - A puesto a que si. Coincidió Fenhir muy serio. - Bueno, ¿Que les parece si hacemos pasar al entretenimiento?. Preguntó aquel hombre sin quitarle la vista de encima a Calisto. Todos sonrieron.
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