¿Nos dejas?

2267 Words
-Lo demás ya lo sabes Albert —finalizo Mikkel— -Perdóname… -No tienes que seguir disculpándote Albert, Joshua y yo no te culpamos por nada de lo que ocurrió con tu madre. -Aun así —Albert se sentía demasiado apenado— Ella es mi madre, debo disculparme por sus acciones, perdóname por todo el daño que les ha casado mi madre. -Te perdono amigo —Mikkel sonrió— A ti te perdono, deberías perdonarte a ti mismo también, es obvio que sientes todo el peso del daño que ha hecho Lily, también por la pequeña Sam. -Debo corregir todo esto, debo regresar a todos esos vacíos que hemos conocido, debo averiguar la forma de hacerlo… -Eso es cierto Albert, debes hacerlo. - ¿Qué quieres decir con eso? -Qué ahora estas solo —finalizo poniéndose de pie— -No estás hablando enserio —repitiendo la acción del menor— Joshua te necesita, yo te necesito. -Ahora que Josh pudo recuperar su cuerpo, tenlo por seguro que no me necesita, tú tienes a Samantha, Joshua hará la vida que siempre quiso, ya no tendrá quien le estorbe y retrase sus cosas. -Estas mintiendo —quiso reír— Estas bromas no son tu estilo - ¿Cuál es mi estilo, según tú? —la expresión de Mikkel era seria— -Nos motivas, nos apoyas a continuar —Albert nunca bajo la mirada— Eres nuestra pieza más importante en este rompecabezas, sin ti Mikkel, no tendríamos la fuerza para poder enfrentar todo esto ¿Cómo crees que se sentirá Joshua? Cuando despierte y no te vea a su lado, se sentirá devastado, no puedes hacerle lo mismo que le hizo su madre, tú no eres así. - ¡No me compares con esa mujer! -Entonces no actúes como ella Mikkel —hablo con convicción— Actúas como esa mujer, abandonando a Joshua cuando todo se complicó, no crees que podemos buscar una solución, es decir, mi madre te aseguro que habías muerto, y si te hizo creer eso para atormentarte y que estemos teniendo esta conversación, que estés pensando en abandonarnos, porque no solo dejas a Josh también me dejas a mí. -No trates de confundirme Albert —el tono de Mikkel disminuyo— Porque no voy a creer en esas palabras, no quiero… - ¿Nos quieres dejar? —hablo sorprendido el mayor— La reacción de Mikkel, le dijo todo a Albert, no era la situación por la que estaban pasando, el realmente quería dejarlos desde hace tiempo atrás, tenía una extraña sensación. -Yo también he muerto —continuo— Y por ese motivo, nunca he pensado en abandonarte a ti o a Josh y menos a mi Sam, porque creo en las posibilidades, creo que hay una solución para nosotros, te unes al equipo… —hablo apenado— No huyas, si necesitas tiempo, puedes tener el que necesites, siempre y cuando regreses a nuestro lado. Finalizando de hablar, Albert se giró para dirigirse al hospital donde tenían a Joshua, no quería creer en las intenciones del menor, pero entendía que necesitaba tiempo para pensar las cosas con claridad, a poca lejanía se giró para observar a su amigo. -No demores amigo —le dedico una sonrisa— Estaremos incompletos, no tardes en regresar. Y siguió su camino sin mirar hacia atrás, esperaba que su amigo pudiera volver sin remordimientos o pensamientos negativos, seria paciente y tendría que convencer a Joshua, no buscarían al menor y así quizá pensaría mejor las cosas. Su madre destruía a las personas y le era difícil entender por qué, no comprendía esos pensamientos abiertos que tenían aquellos que eran parte de la secta y nunca querría, destruir vidas, sueños y metas de las personas, era demasiado cruel.   ***   Regreso al hospital las noticias eran buenas, la herida que había recibido Joshua no había provocado riesgos en su cuerpo, pero debía cuidarse, dijeron que el cuerpo estaba deshidratado, que era un caso especial ya que su cuerpo, lucia demasiado joven para la edad que tenía, ya habían pasado casi 20 años desde que empezamos nuestra búsqueda de una posible solución, de querer regresar a nuestros cuerpos, estaba feliz de que su amigo fuese el primero de ellos tres en hacerlo. Podría por fin hacer las cosas cotidianas, no podrían comunicarse, pero se las arreglarían como siempre, no debía ser negativo. Cuando entro a la habitación donde tenían a su amigo, se encontró con Melissa, se limitó a sonreí agradeciéndole ya que no podía escucharlo. Su amigo estaba durmiendo, el sonido de la maquina le daría horribles dolores de cabeza y le pondría de malgenio, pero su amigo siempre estaba con malgenio. Esperaba que despertara pronto… -El doctor dijo que necesitaba reposo, lo más probable es que este aquí algunos días —Melissa empezó a hablar— De verdad te pido que me perdones Albert, no tenía opción, necesitaba regresar —las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas— Prometo estar al lado de Joshua después de que salga de aquí, no lo abandonare, tampoco a ustedes. Observaba como aquella mujer se limpiaba las mejillas, acto que era en vano ya que nuevas lagrimas empezaban a bajar por sus mejillas, se le hizo lindo, había tenido la culpa de lo sucedido, pero si ella no hubiera estado ahí o incluso si de verdad los hubiera traicionado completamente, su amigo no seguiría vivo. No la culpaba, porque ya sabía que su madre era la principal culpable. -Sé que no podemos hablar, se de una manera de hacerlo —el rostro de Melissa era un desastre— Sebastián lo mención por error hace unas horas. Albert abrió los ojos con sorpresa y rápidamente se acercó a Melissa. -Lo siento por no habértelo dicho antes, estaba asustada y temía que me odiaras… —la cercanía de Albert la hacía lucir incomoda— Déjame buscar una hoja de papel. Lo siguiente que Melissa busco fue un bolígrafo, debido a que estaban en el hospital no tenían uno, por lo que la mujer salió corriendo de la habitación y sin demorarse regreso con uno en la mano, Albert observo todo con cierta duda ¿Funcionaria? Escribió el nombre de ella completo, tanto fecha de nacimiento como el lugar donde estaban ahora mismo, escribió abajo su nombre y se sorprendió cuando Melissa escribió su fecha de nacimiento y nombres completos ¿Cómo sabia eso? Después de aquello, saco del bolsillo de su pantalón un pequeño espejo que puso en el suelo y piso con fuerza, ante ese acto los dos giramos a ver a Joshua, pensando que despertaría por el ruido, pero ese no fue el caso. Cuando Melissa recogió el espejo, muchos pedazos cayeron al suelo. -Después limpiare —hablo con nervios— Espero que, si funcione, no quiero haber caído en una trampa por el idiota de Sebastián… Con un pedazo de vidrio o mejor dicho el más grande que había quedado, Melissa corto su muñeca, esperaba que supiera que zona estaba cortando, no quería a dos de los suyos en un hospital, quien sabe qué motivos tendrían que inventar de nuevo. -Tranquilo —dijo con una mueca de dolor— Sé qué zona estoy cortando —Al parecer había leído su pensamiento Cuando la sangre broto de su muñeca, busco el pequeño papel donde estaban escritos sus nombres y empezó a llenarlo de sangre por completo, no había quedado ningún espacio en blanco, la sangre empezó a caer al suelo, pero ignorando aquello Melissa empezó a envolver el papel y se lo empezó a comer. Aterrado Albert, le dio una mirada de asco lo que había ocasionado la risa de la mujer. -No te preocupes, esperemos en silencio 5 minutos, no te muevas —mando— Podía escuchar el sonido del reloj y aquel sonido de las maquinas que estaban conectadas a Joshua, había cierta tensión en el ambiente y le causaba un poco de angustia, esperaba que resultara y pudiera comunicarse con su amigo. Podía escuchar como el cuerpo de Joshua empezaba a moverse, como si se sintiera incomodo, la maquina empezó a emitir un sonido alarmante. Confundido regreso su mirada a Melissa que seguía quieta en la misma posición, su rostro reflejaba seriedad y no podía creer que era la misma mujer que estaba llorando hace unos segundos como una magdalena. -La molestia le pasara pronto, es mientras se completa el ritual —por fin la mujer cambio de expresión— Espero sirva, es parte de mi disculpa, tengo que irme —empezó a recoger sus cosas— Debo arreglar unos asuntos, si deseo cuidar de Joshua debo acomodar un sitio adecuado, espero hablen de muchas cosas —se despidió con una sonrisa— -Siento que me paso un tractor por todo el cuerpo —la voz de Joshua lo hizo girarse con brusquedad— -Así se siente regresar a tu cuerpo mi querido amigo —se burló— -Veré cuando te sientas similar —Joshua respondió—   Albert tuvo ganas de llorar y si pudiera hacerlo, ya estaría llorando como Melissa hace unos minutos. -Si funciono —suspiro aliviado— - ¿Qué funciono? -Deberías descansar, cuando te sientas mejor te contare. Y dando por finalizada su conversación, Joshua volvió a dormir pacíficamente como hace un momento, tendría que preguntarle a Melissa que tipo de ritual había sido ese. Con su sangre y nuestros nombres escritos en un papel había logrado que me pudiera comunicar con Josh, pero ¿Por qué? Había sido como un tipo de enlace entre ellos dos, esperaba que eso no fuera un problema más adelante, no quería agregar más a su larga lista. Ya pronto amanecería de nuevo, debía hablar con su amigo antes de ir a ver a su hija, esperaba realmente llegar y verla despierta, sentía que tenían muchas posibilidades con Melissa y Joshua ya teniendo sus cuerpos, podrían tener más información. Ya habían revisado a su amigo y los comentarios del doctor era positivo, mejoraba bastante bien y quizá saldría un poco antes, pero máximo estaría un mes en el hospital. Esperaba que el menor se presentara, después de lo que habían conversado, no podía negar que sentía cierta angustia; Mikkel nunca había hablado de dejarlos. - ¿Ya puedes decirme por qué tienes esa cara? - ¿Sientes que puedes hablar bien? —menciono preocupado— -No soy un bebé ¿Dónde está Mikkel? -De eso debemos hablar, pero tengo miedo de que la noticia empeore tu condición. -Entiendo —permaneció callado unos segundos— Entonces, dime ¿Cómo es posible que puedas hablar conmigo? -Melissa —respondió— Hace unas horas hizo un extraño ritual con sangre, al parecer es una forma de permitir que me pueda comunicar con ustedes, Sebastián lo menciono por error, había probabilidad de que no tuviera éxito. -Me siento agradecido con ella, me salvo la vida y ahora nos permite comunicarnos, realmente desde que regrese a mi cuerpo, era mi mayor temor —la voz de Joshua sonaba triste— No poder volver a hablar contigo o el mocoso, habría sido mi mayor perdida, debemos preguntarle a Melissa como hacer el ritual, debemos hacerlo cuando Mikkel venga. -Hablando de eso —Albert miro sus manos, nervioso— Es probable que no venga… - ¿Discutieron? -Hablamos del pasado —levanto la mirada— ¿Sabías que recuerda todo lo que sucedió? El cómo los convirtieron en vacíos, la forma en que murió… -Creía que había sido un sueño, escuche que Melissa dijo lo mismo cuando recién regrese a mi cuerpo —Joshua miraba hacia el techo— Esperaba que fuera mentira o un error —lagrimas empezaron a caer— -Puedes llorar Josh —se acercó a su amigo— Todo ha sido muy difícil, puedes olvidar que eres un gruño, yo jamás te juzgaría, llora y saca todas esas emociones que tienes, todas esas emociones que regresaron a donde pertenecen… - ¿Qué hare? —hablo entre sollozos— ¿Cómo sigo adelante sin Mikkel? El pecho de Albert se sintió oprimido -Josh… -Él es mi única familia, solo lo necesito a él —los sollozos aumentaron— Le falle, prometí nunca irme de su lado y ¡Mírame! Lo he dejado atrás —lloro con más fuerza— No cumplí mi palabra, no poder vivir sin mi otra mitad, Mikkel el regalo que me dio la vida, mi única compañía… -El volverá —le aseguro— Prometo que haré que regrese a nosotros, porque en algo estoy de acuerdo contigo, sin él no podemos seguir —trato de limpiar las lágrimas de su amigo, sin tener éxito— Y así pasaron la madrugada, fría y con los sollozos de Joshua, había explotado después de tantos años sin soltar una lagrima, después de haber reprimido todos sus sentimientos, entendía perfectamente a su amigo. Observarlo era doloroso, era un desastre. En toda la madrugada solo pudo observar a su amigo llorar, sentía lo mismo que cuando su hija era una bebé, se sentía inservible. Cuando su amigo más lo necesitaba no podía ni siquiera darle un abrazo, no podía consolarlo como se lo merecía. Cuando la enferma ingreso a revisarlo, se sorprendió al verlo llorar a mares, le reviso y no dejaba de preguntarle si le dolía algún sitio, recibiendo negaciones por parte de su amigo, le resultaba tierno y doloroso, nunca había visto esa faceta de vulnerabilidad en él, pero con todo lo sucedido era entendible. Cuando Melissa llego y observo a su amigo, corrió a abrazarlo. Los dos empezaron a llorar de nuevo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD