Cuerpo y Alma part1

Decisión

-Me siento agradecido con ella, me salvo la vida y ahora nos permite comunicarnos, realmente desde que regrese a mi cuerpo, era mi mayor temor —la voz de Joshua sonaba triste— No poder volver a hablar contigo o el mocoso, habría sido mi mayor perdida, debemos preguntarle a Melissa como hacer el ritual, debemos hacerlo cuando Mikkel venga.

-Hablando de eso —Albert hizo una pausa— Es probable que no venga…

- ¿Discutieron?

-Hablamos del pasado, ¿Sabías que recuerda todo lo que sucedió? El cómo los convirtieron en vacíos, la forma en que murió…

-Creía que había sido un sueño, escuche que Melissa dijo lo mismo cuando recién regrese a mi cuerpo, esperaba que fuera mentira o un error.

-Puedes llorar Josh, todo ha sido muy difícil, puedes olvidar que eres un gruño, yo jamás te juzgaría, llora y saca todas esas emociones que tienes, todas esas emociones que regresaron a donde pertenecen…

- ¿Qué hare? —hablo entre sollozos— ¿Cómo sigo adelante sin Mikkel?

-Josh…

-Él es mi única familia, solo lo necesito a él —los sollozos aumentaron— Le falle, prometí nunca irme de su lado y ¡Mírame! Lo he dejado atrás —lloro con más fuerza— No cumplí mi palabra, no poder vivir sin mi otra mitad, Mikkel el regalo que me dio la vida, mi única compañía…

-El volverá —Albert hablo— Prometo que haré que regrese a nosotros, porque en algo estoy de acuerdo contigo, sin él no podemos seguir.

Mikkel estuvo en silencio todo el tiempo, escuchaba a su mejor amigo y Joshua, quería entrar corriendo y abrazarlos, pero debía respetar su propia decisión de alejarse.

-Ya los oíste, no pueden hacerlo sin ti —menciono Melissa— Ustedes siempre han sido un equipo, veo la forma que Joshua te mira, con ojos de amor y lealtad pura, no eches a perder eso Mikkel…

Cuando Melissa se adentró a la habitación y escucho como en lágrimas se unía a Joshua, se alejó.

Debía estar un tiempo lejos de su familia, necesitaba pensar bien las cosas, todo lo que estuviera por venir, necesitaba saber si su cuerpo había sido desechado o habría alguna posibilidad de recuperarlo.

Había sido difícil encontrar donde quedarse, no quería dirigirse a su antigua casa, aquel lugar tenia demasiados recuerdos hermosos que serían dolorosos, no pensaría en Joshua ni en Albert, pensaría en sí mismo de ahora en adelante hasta encontrar la forma de regresar al lado de su Joshua.

***

La primera semana estuvo en las calles, a pesar de que la personas no podían verlo, sentía inadecuado invadir los hogares de desconocidos, no quería ver nada que no debiera o estar en el momento menos indicado. Queriendo estar lejos de problemas, decidió quedarse en un parque cerca de la casa de la anciana Lily, debía convencerla de que quería ser parte de la familia, necesitaba averiguar quién era la cabeza de la secta y encontrar solución a sus problemas.

No conseguía un lugar apropiado aun, por lo que decidió a quedarse con Joshua, una idea bastante tonta ya que podría ser descubierto y eso era completamente lo opuesto a lo que se había propuesto, pero no tenía a donde ir. Realmente pensaba que era buena opción.

Disfrutaba observarlo de lejos, a veces Melissa le permitía seguir y sentarse a su lado, con su ayuda pudo ocultar su presencia de los demás, lo cual ayudo demasiado.

Para la segunda semana decidió dejar de ir al hospital, estaba empezando a querer quedarse y no podía hacerlo, así que decidió no volver más. Regreso al mismo parque del inicio y por cosas de la vida aquella noche vio a la anciana Lily, dándole de comer a los gatos del vecindario.

-A puesto otra vida que los estas envenenando.

-Como podría matar a estos mininos, me tomas por un ser malvado Mikkel y no soy así —respondió con tranquilidad— ¿Qué haces solo por estos lados? Déjame adivinar ¿te echaron de tu grupito cuando descubrieron que estás muerto? —dijo mientras se levantaba—

-Supongo que tienes razón —mintió—

- ¿Albert está en la misma posición que tú y aun así te echaron? Me sorprende.

-Él no mintió como lo hice yo —menciono— Les mentí todos estos años, ocultando que sabía todo lo que había sucedido, Joshua no me lo perdono.

-Ya que ha recuperado su cuerpo, no creo que piense en cómo ayudarte —la anciana sacudió sus manos— Podríamos hacer un pequeño trato —dijo con una sonrisa—

- ¿Qué trato?

-Podrías ofrecerme tus servicios, tu lealtad, quizá podría conseguir una posibilidad de vida para ti, dejare a tu querido Joshua en paz, pero a cambio me ofreces el tiempo que te queda en este mundo como un vació.

- Como sé que estás diciendo la verdad?

-Un pacto de sangre —respondió— Con un pacto de sangre te aseguro que no romperé este trato —su rostro se tornó serio— Si llegas a traicionarme te prometo que me lo pagaras —la anciana se quedó en silencio por unos minutos— Entonces que dices ¿Aceptas?

-Cuando consigas una posibilidad de vida ¿Puedes asegurarme que puedo irme?

- ¿Por qué te dejaría ir?

-Porque me convertiste en esto —respondió con resentimiento— Y es tu obligación solucionarlo.

La anciana Lily estuvo en silencio unos minutos, su rostro seguía serio y Mikkel empezaba a inquietarse, no quería demostrarle miedo, pero pensaba en retirarse e irse a otro sitio, sentía que estaba en peligro.

-Está bien —por fin hablo— Hagamos un pacto de sangre entonces, sin trampas y sin traiciones.

-Espero no rompas tu palabra, eres buena manipulando a la gente —sonrió—

-No te pases de listo querido Mikkel, ven acompáñame a la casa y procedamos con el pacto, tendré que mandar a llamar a Sebastián para que sirva de testigo, a ver si me sirve bien por lo menos en eso.

El camino a la casa estuvo en total silencio, sentía que había conseguido un avance grandísimo él solo, estaba emocionado. Cuando llegaron a la casa, el interior era totalmente diferente a como recordaba.

Las paredes estaban rasgadas, la sala estaba totalmente vacía como si nadie viviera ahí.

- ¿Qué sucedió aquí?

-No querrás saberlo, pero tendré que explicarte como es el proceso de arrebatar almas —le respondió— Fue un intento fallido de arrebatar un alma a un joven de quizá 14 años, Sebastián estaba distraído y logro zafarse, no resulto bien y tuvimos que matarlo.

- ¿Por qué?...

-No tenemos que llamar mucho la atención, si lo dejábamos vivo nos pudo causar problemas, matándolo fue la forma de evitarlo, nosotros somos conocidos por guardar siempre un límite, nunca sobrepasamos la línea.

- ¿Eso quiere decir que hay personas que los controlan a ustedes?

-En parte es así, debemos ser cuidadosos y no causar muchos problemas, podemos ser asesinados fácilmente.

- ¿Eso les asusta?

-No —no lo dudo— No tendría por qué tener miedo, conozco la muerte de cerca, si llego a pasar por lo mismo de nuevo, simplemente lo aceptare —la anciana empezó a escribir algo en un papel— Tus dudas tendrán respuestas, pero después de que el pacto este hecho, tu lealtad será para mí y nadie más, mis órdenes deberás cumplir.

Mikkel sentía la voz de la anciana Lily en su cabeza, se sentía abrumado, sentía que sus oídos iban a estallar y no entendía que sucedía, después de morir había dejado de sentir sensaciones reales, los vacíos comunes a veces solían tener episodios en donde recordaban un dolor y lo sentían, pero él nunca lo había hecho.

Sentía su cuerpo consumirse, lo sentía arder.

- ¿Por qué me siento de esta forma? —suspiro pesadamente—

-Es el pacto que se está forjando, con el pacto de sangre te vuelves mi propiedad, mi esclavo —respondió mientras llenaba de sangre el papel— Con esto sellamos nuestra palabra, Mikkel juraste servirme y nunca traicionarme, prohibido tendrás mencionar este acuerdo a otros, porque serás masacrado en el instante que lo intentes, mi palabra no faltara.

Lily tomo el papel ensangrentado y con un encendedor, quemo el papel, cuando estuvo casi en nada se lo puso en la boca, murmurando cosas inentendibles y entonces Mikkel cayó al suelo, sintiéndose nuevamente abrumado. Podía sentir dolor en su cuerpo, cuando abrió los ojos se hayo en un bosque lleno de flores y aves, pero no podía pensar que era una vista hermosa, a lo lejos pudo observar a Sebastián y a su lado una anciana a la cual no reconocía.

 -Pero miren que tenemos aquí —hablo Sebastián— Al vació más inesperado —finalizo aplaudiendo—

-Esta vez haz tu trabajo bien —fue el turno de la anciana— No quiero tener que hacerme responsable de tus errores de nuevo.

-Sí, si anciana —el rostro del hombre cambio— No necesito que me lo recuerdes, ya sé que tengo que hacer, el ritual saldrá bien.

-Necesito que lo hagas mío —la voz de la anciana le causaba terror—

-Le pertenece a la anciana Lily, ya ha hecho el pacto de sangre, eso quiere decir que va enserio.

Mientras escuchaba la conversación de aquellas dos personas, trato de moverse, pero le resultaba demasiado doloroso.

-No te muevas amigo Mikkel —Sebastián se agacho a su lado— Regresar a un cuerpo humano siempre es doloroso, pero te aseguro que tendremos mucha diversión —sonrió con malicia—

- ¿A qué te refieres?

-Te estamos prestando un cuerpo humano —respondió— No creerás que podrás servirle a Lily como un vacío —rio a carcajadas—

- ¿Por qué sigo aquí, si mi cuerpo ya no existe?

-Esa es una pregunta de la cual no tengo respuesta —toco el rostro de Mikkel— Digamos que fuiste uno en un millón o quizá —su sonrisa se tornó macabra— Aun tengamos tu cuerpo en algún lado…

¿Qué?

-Pasaras por este dolor todas las veces que necesites realizar un trabajo y volverás a ser un vacío, si traicionas a Lily desparecerás y esta vez será para siempre —Sebastián puso su mano en el rostro de Mikkel con presión— Ahora somos compañeros, duerme bien querido Mikkel…