Cuando ella salió de ese lujoso centro comercial, Meridia comenzó a caminar lentamente por esa zona la cual era hermosa, parecía otro mundo si lo comparaba al lugar por donde ella vivía, y lo único que no encajaba en ese entorno era ella, sin embargo lo único que pensaba la joven era que ahora estaba desempleada, y conseguir trabajo de sirvienta era muy difícil porque la gran mayoría de los puestos ya estaban tomados, es por eso que, mientras ella pensaba en su realidad sacó su billetera, viendo que solo le quedaban un par de billetes, literalmente eso era lo único que tenía ¿Qué haría ahora? «¿Qué voy hacer? Las medicinas de mi mamá se acaban esta semana, no tengo dinero, ni empleo… me tomará mucho tiempo conseguir otro trabajo» piensa la chica al instante que un par de gotas de lluvia l