Por Ella

6: Panoramas

Ni el ajetreado día en el hospital ha podido hacer que me olvidara de la visita de la evaluadora del tribunal y sus inquietantes preguntas acerca de mi estilo de vida, mi trabajo, mis horarios, mis actividades fuera de mi vida dentro del hospital, y hasta si estaba en una relación estable o no, algo que evite responder por el momento. Aunque no se lo quise demostrar, el miedo porque me quiten a Lucia sigue estando presente y es que en verdad no podría perdonarme que la niña volviera a perder a quien ella ahora considera su familia y la enviaran a un centro de acogida. No quiero imaginármela en un sitio así, sé muy bien lo que es y lo mucho que puede tardar un niño en ser adoptado. Por el otro lado, tampoco puedo dejar mi profesión, y mucho menos mis pacientes que tanto me necesitan, así que, en pocas palabras, no puedo elegir entre ella y mi carrera, no sería justo.

Un golpe en la puerta hace que mi pequeña burbuja de pensamientos estalle regresándome a la realidad —¡Adelante!— Digo fuerte y rápidamente la puerta se abre dejándome saber que es el licenciado Sierra quien ha venido —Gracias por venir tan pronto— Le digo poniéndome de pie mientras que él se acerca después de haber cerrado la puerta.

—Es un placer Marcos, sinceramente no creí que la evaluadora viniera tan pronto, pero bueno al parecer el caso suena bastante en la corte y no quieren problemas— Me explica mientras que le hago una seña para que tome asiento.

—Entiendo, y por eso te llame, estoy preocupado. Me hicieron un sinfín de preguntas las cuales intente responder de la manera más neutral, pero no sé, siento que algo no esta bien— Le cuento con la confianza que nos tenemos ya que él ha sido mi abogado durante muchísimos años.

Él fija su mirada verde en un punto fijo como si estuviera tratando de organizar sus ideas, y luego me mira —Marcos, te voy a ser muy sincero, sabes que siempre lo soy— Advierte.

—Claro que lo sé— Digo y estoy consciente de que no es algo bueno lo que me dirá.

Él abre un folder que trae consigo y saca una hoja en blanco —Te voy a decir los requerimientos básicos que van a pedirte, ¿de acuerdo?— Me deja saber.

—De acuerdo—

—El primero es obviamente que tengas una situación financiera estable para mantener a la niña, los dos sabemos que ese no es un problema. Eres un doctor exitoso, tienes una vivienda, casa de verano, auto, en fin… lo económico no es algo por lo que debamos preocuparnos— Reitera.

—Entiendo— Murmuro.

—Lo segundo es que seas un hombre responsable, también lo cumples. No tienes vicios, records criminales, no debes impuestos, todo perfecto por ahí—

—Pero— Interrumpo sabiendo que hay algo que no estará bien.

—Eres un hombre de 39 años, soltero y con una vida laboral muy ocupada. La jueza verá eso como algo negativo. Cuestionara mucho si estas realmente capacitado para criar a Lucia, si tendrás tiempo, cuantas mujeres frecuentaran tu casa, y si serás un buen ejemplo para ella en ese ámbito, ¿me explico?— Expone.

—Perfectamente, no tengo una familia— Digo seguro.

—En conclusión, si— Responde sin titubear.

Respiro profundo tratando de no frustrarme con esto —¿Y que recomiendas?— Indago.

—Tenemos dos caminos Marcos. El primero es hacer el proceso y esperar que este dato salga a la luz por si solo y arriesgarnos a una decisión por parte de la jueza que puede ser positiva o negativa, o la segunda es adelantarnos a esto y asegurarnos de que no sea un problema— Me dice.

—¿Y como sería adelantarnos al problema?— Murmuro y él encoje sus hombros como diciéndome “lo sabes.”

—No podemos decir que estas casado ahora porque sería extraño, pero si que estas comprometido y próximo a casarte en un mes más o menos— Habla.

—Licenciado, una cosa es fingir tener una novia, otra muy diferente es casarme, además ¿con quien? No tengo pareja, lo sabe muy bien— Rebato frustrado.

Él niega —Una novia no va a servir, créame. En cuanto a quien, pues busque a alguien de confianza, alguien que acepte un matrimonio falso de un año mínimo que es lo que puede tomar este proceso— Sugiere y solo puedo echar mi cabeza para atrás.

—¿Otra opción?— Pregunto mirando al techo.

—Seguir así y arriesgarse a que no le den la adopción de Lucia— Escucho que me dice y esa no es una opción para mi.

Muevo mi pie en el suelo —¿La mujer en cuestión debe ser vista bien por ellos también? ¿cierto?— Averiguo.

—Debe ser alguien con una vida estable, lo mismo que te dije de ti—

—Okey, hablare con ella y veré si acepta todo esto— Murmuro.

—¿Tiene a alguien en mente?— Me pregunta haciendo que me siente derecho en mi silla y asiente.

—Solo hay una persona que se me viene a la cabeza y que Lucia quiere mucho… ahora veremos si ella quiere también— Murmuro.

—Avísame lo más pronto posible para que armemos un plan—

—Lo hare, no te preocupes, ya mismo la llamo para reunirme con ella— Le dejo saber y es que verdaderamente estamos en una carrera contra el tiempo.