THELMA
—Thelma, Thelma—. Oí decir a alguien sintiendo como me estremecía. Abrí los ojos viendo a Luna. ¿Qué fue lo que pasó anoche? Lentamente baje mi mirada y bajo la cobija viendo que estaba completamente desnuda, pero Nicolau ya no estaba.
¿Era un sueño?
Tenía que ser un sueño.
Sentía mi cuerpo tan adolorido y tenía un gran dolor de cabeza. Pero ese fue el mejor sueño que he tenido en años.
—¿Thelma?— Luna preguntó.
—¿Hm?— Pregunté tratando de recordar lo de anoche.
—¿Estás bien?— Preguntó.
—O-por supuesto, ¿por qué no iba a estarlo?
—Te ves muy pálida—. Me dijo. Me toqué la cara intentando reírme de ello.
—Estoy bien Luna, ¿desayunaste?—pregunté.
—Sí, Candice nos hizo un gran desayuno. Puso el resto de la comida en el horno para que no se enfriara, ya que aún no te despertab
